Asaltó una casa, disparó un arma y apuntó a un bebé: seguirá preso

Redacción de La Nueva.

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   La noche del 13 de septiembre de este año, Walter Sebastián Espinoza Chandías, Vladimir Apaza Camacho y otra persona no identificada llegaron hasta el domicilio de Maestro Piccioli 610 en nuestra ciudad.

   Desde afuera -siempre según la acusación que pudo acreditar la fiscalía- realizaron tres disparos, patearon la puerta e ingresaron en la vivienda por la fuerza.

   Malaquías Ortega, Milagros Muller, el hijo de ambos -de apenas de dos meses de vida- María Belén Farías y Cristian Altamiranda estaban en el interior y en la emergencia corrieron hacia el baño para encerrarse y de alguna manera buscar refugio.

“No va a quedar nadie”

   Uno de los delincuentes subió a un altillo que se comunica con el baño y de esa manera amenzó a la familia y hasta le apuntó con el arma al bebé.

   “Tirá el celular, tirá el celular...acá no va a quedar nadie”, le advirtió el asaltante a Milagros, la mamá del pequeño.

   Los ladrones sustrajeron un televisor de 32 pulgadas y una billetera que contenía documentos y unos mil pesos en efectivo.

   También se llevaron zapatillas, una importantísima cantidad de ropa de hombre y mujer, una garrafa, pañales, una radio y una cortadora de cabello, entre otros elementos.

   La investigación dio rápidos resultados y tanto Espinoza Chandías como Apaza Camacho fueron detenidos.

   Espinoza Chandías, quien actualmente se encuentra con prisión preventiva, pidió recibir el beneficio judicial de la excarcelación.

   Lucía Angelozzi, la auxiliar de la defensoría oficial que lo representa legalmente, entendía que no existe peligro procesal para que recupere la libertad, que no se resistió a la aprehensión de la policía ni intentó fugarse y que tiene domicilio fijo y arraigo en nuestra ciudad.

   Sin embargo, la Sala I de la Cámara Penal confirmó la medida dispuesta por la jueza de Garantías Nº 1, doctora Gilda Stemphelet, y decidió mantenerlo entre rejas, al menos hasta el juicio oral.

Peligro de fuga

   Los camaristas Pablo Soumoulou y Gustavo Barbieri entendieron que de la conducta de Espinoza Chandías sí se podía inferir un peligro de fuga.

   En principio porque la eventual pena que recibiría sería de cumplimiento efectivo, teniendo en cuenta las características violentas del hecho, no solo por los disparos y por apuntarle al bebé de apenas dos meses de vida.

   Es que a partir de la investigación se determinó que luego del asalto la familia afectada sufrió amenazas a través de las redes sociales. 

No se presentó

   Tampoco lo ayudan los antecedentes a Espinoza Chandías.

   En una causa anterior, que se había iniciado en junio del año pasado y por un delito correccional -es decir, menos grave que el asalto que ahora se le imputa- el acusado fue declarado rebelde.

   Quiere decir que cuando lo citó la justicia en ese marco no cumplió la medida y directamente no se presentó en los Tribunales, hecho que también tuvo en cuenta la Cámara Penal para confirmar el rechazo del beneficio.