Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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¿Quién es el bahiense que trabaja para los shows más impactantes?

Esteban Mirofsky es el bahiense que está en el detrás de escena del Lollapalooza, Metallica, Kiss y mucho más.

Esteban "Cuca" Mirofsky, palabra autorizada para hablar de sistemas en el entretenimiento.

 

Franco Pignol / fpignol@lanueva.com

   Esteban Mirofsky forma parte de la productora DF Entertainmet, encargada de los espectáculos musicales más populares del país, entre ellos el siempre convocante Lollapalooza Argentina.

   El bahiense tiene allí un rol clave que tiene que ver con la tecnología asociada al entretenimiento.

Todos los shows son desafíos diferentes. Sin dudas que el que más esfuerzo lleva es el Lollapalooza porque tiene tres días de duración, desde las 11 de la mañana hasta la 1 de la madrugada".

   Por ejemplo, en el Lollapalooza, de él dependen los sistemas del control de accesos, la conectividad entre los 7.000 trabajadores, la carga de crédito en las pulseras y muchos detalles que hace del festival creado por Perry Farrell una experiencia de consumo compulsivo.

   Radicado definitivamente en Buenos Aures, llegó  a nuestra ciudad para dar una charla sobre “Ciudades inteligentes, tecnología cívica y gobernanza”, en el marco de Bahía Bicentenario. Compartió panel con Manuel Aristarán, Elsa Estévez y Agustina de Luca. Contó su experiencia en Bahía, en Córdoba y en Colombia.

   Pero volviendo a los espectáculos en vivo, el trabajo de “Cuca” tiene que ver con todo lo que no sucede arriba del escenario, sino en el predio.

   “Todos los shows son desafíos diferentes. Sin dudas que el que más esfuerzo lleva es el Lollapalooza porque tiene tres días de duración, desde las 11 de la mañana hasta la 1 de la madrugada. Trabajamos todo el año para que suceda, con 100 mil personas por día, con lo que eso implica. Sin dudas es el que más esfuerzo nos lleva y el que más satisfacciones nos da a nivel personal”, aclaró Mirofsky.

   Autodidacta, comenzó a relacionarse con el entretenimiento a los 13 años, cuando comenzó a trabajar en el Teatro Don Bosco.
“En 1993 empecé en Buenos Aires con el sistema de venta de entradas y control de accesos trabajando en su momento para Grupo Clarín, IBM y Torneos y Competencias. Esas empresascrearon Entrada Plus e informatizaron los principales estadios de fútbol de la Argentina. Siempre fui aprendiendo”, cuenta Esteban.

Siempre tengo los mejores deseos para la ciudad. Creo que no sólo en Bahía, sino en cualquier parte del país faltan políticas de estado y no políticas de gobierno".

   El año que viene será tremendo para él y para la empresa DF, que forma parte de Live Nation (la mayor productora a nivel mundial). Traerán a Metallica, Kiss, Back Street Boys, Billie Eilish y muchas sorpresas más, además del tremendo Line Up del Lolla.

   —¿Cuál fue el problema más difícil de resolver y cómo lo solucionaste?

   —La cancelación del tercer día del Lollapalooza de 2018, cuando tocaba Pearl Jam. El predio no estaba en condiciones por la lluvia. Las entradas del Lolla se venden con un año de anticipación y en ese momento las tarjetas de crédito no permitían la devolución de compras con más de seis meses. Entonces hubo que juntarse con todas las tarjetas y replantear todos los sistemas para que se pudiera lograr. Se hizo con un plan de acción que se respetó y salió bárbaro.

   "La decisión fue correcta y la gente lo reconoció a la siguiente edición. El primer día de venta de entradas de 2019 se vendieron más tickets que la edición anterior", recordó.

   —Hablemos en general de las reglas de juego: ¿los artistas/bandas piden cachet fijo y luego van a porcentaje de ganancias?

   —Si bien yo no estoy del lado de cerrar el negocio con los artistas grandes, por lo general varía de acuerdo al artista. Lo más común es un cachet fijo para el artista y también un porcentaje grande de las ganancias. Normalmente ronda el 80 por ciento de las ganancias. En el interior es probable que sea sólo un cachet fijo. Pero depende de varias cosas.

   —¿Si bien ya estás instaladísimo en Buenos Aires, cuáles son tus deseos para Bahía Blanca?

   —Siempre tengo los mejores deseos para la ciudad. Creo que no sólo en Bahía, sino en cualquier parte del país faltan políticas de estado y no políticas de gobierno. No se tienen que cambiar las políticas cada cuatro años según el gobierno de turno. Incluso a veces pasa dentro del mismo color político. Eso implica recurso, plata mal gastada y demás cuestiones que no le hacen bien a nadie. Acá falta alguien con la grandeza de que al asumir defina políticas de Estado que trascienda la gestión propia y que todos tengamos claro cuál es el rumbo que queremos para la ciudad y para el país.

   “Afuera veo países que definen su rumbo económico sin importar quién sea el que está gobernando. Está consensuado entre todas las fuerzas políticas, la sociedad civil, academia, todos. Se hizo un plan y se respeta. Creo que eso es lo que está faltando. Los deseos, claro, son los mejores. Ojalá algún día estemos preparados para eso.”