Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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La Bersuit hizo estallar anoche a Monte Hermoso

La banda liderada por Cóndor Sbarbati y Dani Suárez tocó hace instantes ante unas 15 mil personas y la tormenta a punto de desatarse sobre el balneario.

Fotos: Emmanuel Briane - La Nueva.

   Que venía la lluvia; que venía un alerta meteorológico; que el viento venía fuerte e iba a obligar a suspender todo... Al final, lo único que vino fue el estallido, pero de música.

   Bersuit Vergarabat pasó anoche por Monte Hermoso y, contra todos los pronósticos, lo único que hubo que posponer o suspender fue la hora de comer, porque había que quedarse en la rambla saltando y cantando. Es cierto, de fondo, el cielo se ponía cada vez más amenazante, pero eso no fue ningún problema.

   El inicio del recital eran las 20.30, pero la verdad es que a esa hora todavía había muchísima gente en la playa, la marea estaba subiendo y el único de la banda que estaba en el escenario era Germán “Cóndor” Sbarbati haciendo pruebas de sonido –hubo una versión ligera de La soledad, aplaudida por el centenar de personas que ya estaba instalada en la rambla- o sacando fotos del atardecer montehermoseño en la playa, ante la mirada atónita de los bañistas.

   La Bersuit, que en los últimos años se ha convertido en una habitué a estas playas, subió al escenario montado en Costanera y Dufaur cerca de las 10 de la noche ante unas 15 mil personas, e hizo mover a todo el mundo.

   “Gracias por estos 30 años de la cabeza, gente”, saludó Dani Suárez, la otra voz de la banda, al subir al escenario.

   Los éxitos estuvieron todos. Los de antes, como La Argentinidad al palo, La bolsa, Un pacto y Vuelos, y los de ahora, como Huayno 14, Me voy o Morocha.


   Hubo un comienzo lento, como invitando a la gente a relajarse. Con el correr de las canciones, esa mezcla característica de rock, cumbia y verdad cruda fue ganando el recital y al público, que poco a poco se fue desatando y pasando del tarareo inicial al salto, al baile y al canto a viva voz.

   El clímax se alcanzó con la seguidilla Sr. Cobranza, Me voy y La Bolsa para, después de los correspondientes pedidos de bises, terminar la noche con La Argentinidad y Un pacto.

   Para ese entonces, la tormenta ya había dejado de estar lejos y amenazaba demasiado en serio la tranquilidad del balneario.

   El ruido lo puso el primer trueno de la noche, acompañado de un relámpago que iluminó el cielo.

   La música y el estallido, lo terminaron poniendo la Bersuit, como siempre.