Femicidio en Villa Mitre: por qué es clave la prueba de ADN incorporada hoy
Se realizó la audiencia preliminar al juicio contra Mario Saucedo. No descartan que el debate (de 3 días) se haga antes de fin de año.
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
“Perdón”, respondió hoy Mario Alberto Saucedo, acusado del femicidio de Mónica Esteban, cuando la prensa le preguntó si tenía algún mensaje para la familia de su expareja.
El Tribunal en lo Criminal Nº 2 tuvo a cargo la diligencia previa al debate que podría tener lugar antes de fin de año, aunque hay que unificar las agendas de las partes.
En el encuentro, además del procesado, que está detenido en la cárcel local, estuvieron los jueces Claudia Fortunatti, Eugenio Casas y María Elena Baquedano; el fiscal Mauricio Del Cero; la abogada Viviana Lozano (representa a la familia de la víctima) y la defensora oficial Fabiana Vanini.
Este tipo de audiencias sirve para incorporar prueba, presentar testigos (son más de 50 en el caso) y evaluar la cantidad de días de debate, que se consensuó en 3, aunque con la posibilididad de hacerlo en 2.
Mónica, de 40 años, apareció sin vida hace casi un año en la vivienda que alquilaba, en Washington 745. Fue estrangulada. Su cuerpo apareció colgado del picaporte de la puerta por un cable de una extensión eléctrica que estaba pasado sobre el cuello.
La clave de la audiencia de hoy es que la acusación pudo incorporar el resultado del estudio de ADN, que llegó después de que la causa fuera elevada a juicio.
“Es la reina de las pruebas”, reconoció un vocero de la fiscalía.
¿Por qué? Porque la pericia concluyó presencia de patrón genético de ambos en el cable que apareció en el cuello de la mujer y también manchas de sangre de Mónica en las zapatillas que se secuestraron en la vivienda de Saucedo, pocas horas después del femicidio.
La secuencia que pudo reconstruir la fiscalía es la siguiente: hubo una discusión, se rompe un vidrio, Saucedo se corta (tenía una herida reciente en una mano cuando se lo detuvo) , Mónica es golpeada en el rostro (presentaba una lesión cuando aún estaba con vida) y gotas de sangre de su nariz manchan el calzado del acusado.
Además, existen otras pruebas, como testigos a los que Saucedo les habría reconocido su intervención en el delito y, como indicio, otras mujeres que fueron sus parejas y sufrieron violencia de género.