Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Preocupan los suicidios en Bahía Blanca: mitos, alertas y cómo ayudar a los adolescentes

Foto: David González-El Periódico

Por Damián Vallejos / dvallejos@lanueva.com

 

   5 personas se quitaron la vida en la última semana en Bahía Blanca. El suicidio es un problema grave a nivel mundial y nuestra ciudad no es ninguna excepción.

   La repercusión de estos casos en las redes sociales hizo que todos los medios de contacto de La Nueva. se llenaran de consultas.

   “El suicidio [o el intento] es una de las principales causas por las que mueren, enferman o quedan discapacitadas las personas menores de 24 años. Es una problemática prevenible y hay un problema serio”, advierte el titular del área de Salud Mental y Adicciones del Hospital Municipal, Hugo Kern.

   Y va en línea con lo que dice la Organización Mundial de la Salud (OMS): es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.

   Kern confirmó que 3 de las últimas víctimas eran personas jóvenes y que 2 de ellos eran adolescentes que se conocían y tenían un vínculo.

   “Hay que ser muy cautelosos y no estigmatizar ni el problema ni las instituciones. Se está interviniendo en las escuelas afectadas”, asegura.

   Además de las autoridades municipales y educativas, también intervienen ante estos casos los integrantes de la Mesa de Abordaje de la Problemática del Suicidio creada en el Concejo Deliberante y los del programa Red de Vidas, que apunta a la prevención y postvención.

   Kern, psicólogo, menciona el peligro de hacer conclusiones simplistas sobre las causas de un suicidio.

   “Lo que sucede es que en realidad la pregunta que genera una situación [de suicidio] solo podría tener una respuesta de la persona que ya no está. Entonces se disparan mecanismos que tratan de explicar la situación”, expresa.

   Y ejemplifica: “Se atribuye la existencia de un juego en red o desafíos vía WhatsApp [como el Juego del Momo] y de amenazas y acosos. Atribuir estos comportamientos a una sola razón en general simplifica la cuestión que es más compleja. De alguna manera nos alivia a todos porque el problema no estaría en lo que nos pasa como sociedad”.

   En ese sentido, Kern sostiene que hay factores que inciden y factores desencadenantes.

   “El desencadenante puede ser desaprobar una materia, una ruptura de pareja, una sanción de los padres o alguna otra situación de conflicto. Esto puede desencadenar algo pero no quiere decir que a cada pibe que lo reprendan va a tener un comportamiento suicida”, explica.

   Por otra parte están los factores causales, que “hay que analizarlos multifactorialmente y no confundirlos con los desencadenantes”.

   Kern también explica que el principal problema de vulnerabilidad de los adolescentes es la situación del auge del ciberacoso en las redes sociales.

   “Es la problemática mayor. La violencia entre pares que se traslada a las redes”, sostiene.

La función de la familia

   “La función en la adolescencia es brindar contención y acompañamiento para transitar la crisis de esa etapa. Es un momento de la vida en el que el principal objetivo es la búsqueda de la independencia en relación con el grupo familiar”, explica Kern.

   Y agrega: “El ingreso a las redes debe estar acompañado por los adultos y tenemos que conocer los vínculos que establecen los jóvenes. La familia frente a esto tiene que acompañar poniendo límites y estando presente. No se trata de una actitud persecutoria o postura policial sino de tener un diálogo abierto y de seguimiento y entender que hay indicadores que nos deben llamar la atención”.

   Y ahí viene algo MUY IMPORTANTE: desmitificar algunas creencias que están muy metidas en la sociedad.

   - Los intentos de suicidio no deben ser minimizados.

   - Las amenazas de suicidio no deben ser minimizadas.

   - Los comportamientos depresivos o de tristeza que se prolongan en el tiempo tampoco deben ser relativizados.

   - Las conductas de aislamiento deben llamar la atención.

   - No se debe intentar satisfacer una situación de crisis con objetos materiales.

   “Hay que acompañar el crecimiento del adolescente como en las distintas etapas de la vida”, insiste Kern.

El intento previo

   El titular del área de Salud Mental y Adicciones del Hospital Municipal advierte que el principal factor de riesgo para los intentos de suicidio es el intento previo.

   Y que el segundo factor es la existencia de suicidios en el entorno inmediato. Por eso se debe trabajar en la contención del entorno postsuicidio.

En las escuelas

   Kern afirma que las instituciones educativas en general están atentas y que si hay buena contención las señales de alarma se disparan.

   “A veces que no vayan a la escuela los convierte en grupos más vulnerables”, explica.

Los teléfonos

   Los teléfonos de contención para estos casos son el 911 y el 107.


Infografía: OMS