Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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El comercio local sufre por los siderales costos financieros

Con tasas para un descubierto bancario que no bajan del 60 por ciento, afrontar necesidades de corto plazo es hoy por hoy casi un imposible. 

No son buenos tiempos para el comercio local. Al escenario recesivo actual se agrega la fuerte suba de costos financieros que difícilmente bajen en el corto plazo, complicando aún más a este importante actor de la economía bahiense, responsable de alrededor de un cuarto de los puestos de trabajo formales. 
“Hoy vivimos una película de terror. Tenemos un parate muy importante y si a eso le agregamos el tema de los costos financieros, la situación se pone más compleja aún”, resumió el gerente de la Corporación del Comercio, Industria y Servicios de la ciudad (CCIySS), Juan Carlos Starobinsky. 
Del lado de los trabajadores, no se desconoce el actual presente. 
“Somos conscientes de que la situación es mala, pero no hemos registrado bajas significativas en nuestro padrón de afiliados. Posiblemente porque los primeros despidos correspondan a empleos no registrados”, destacó el secretario general de los empleados mercantiles, Miguel Aolita. 
Para el decano de Ciencias de la Administración de la UNS y experto en Finanzas , Gastón Milanesi, los actuales costos del financiamiento “son insostenibles". 
"Una tasa de corte del 45 por ciento, como la que decidió esta semana el BCRA, eleva los costos de financiarse para las firmas. Así, agregando un factor de riesgo a la tasa de referencia del Central, nadie consigue fondos por menos del 60%. Con esos números, hay que conseguir un negocio que rinda más que eso". 
“Y con una inflación del 32%, necesitas un rendimiento real de al menos al 28 para poder equiparar esos números ¿y qué negocio rinde eso hoy? No existe. Excepto que detente una posición monopólica en un mercado, por ejemplo”, acotó. 
Según el economista jefe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, Matías Bolis Wilson, los actuales niveles de tasas de referencia no son nuevos, aunque no por eso, menos nocivos para el sector. 
“Si bien ya hemos tenido niveles semejantes de tasas en el pasado, sería importante que se normalicen. Sin embargo, a raíz de las últimas medidas tomadas desde el Banco Central, no creo que vaya a haber una baja de tasas en lo inmediato".
"Hay que tener en cuenta que hoy la inflación está muy cerca del 32% anual que exige el acuerdo con el Fondo, con lo cual, por los próximos tres a cuatro meses, no veo baja alguna”, pronosticó. 
Así, el principal problema lo tienen las pymes y comercios, que necesitan del capital de trabajo como las plantas el agua para poder subsistir. 
“Tienen que afrontar costos elevadísimos para poder satisfacer sus necesidades de corto plazo, como pago de salarios, proveedores, impuestos”, advirtió. 
Es que con Costos Financieros Totales Efectivos Anuales (CFTEA) que pueden trepar hasta el 125% para un descubierto en cuenta corriente (sin acuerdo previo), y que parten de niveles no menores del 60% en caso de tener arreglo con la entidad, lograr el ansiado financiamiento a costos razonables es, en la actualidad, una verdadera misión imposible para los negocios de la ciudad y del resto del país. 
“Hay iniciativas interesantes para paliar este escenario, las que están contenidas en la ley de Financiamiento Productivo, promulgada en mayo de este año. En particular, aguardamos con mucha expectativa la pronta implementación de la factura de crédito electrónica (N del R: un instrumento  mediante el cual las pymes podrán colocar las facturas de sus ventas a plazo a través del Mercado Argentino de Valores (MAV), el “brazo” del mercado de capitales argentino que se creó para facilitarles el acceso al crédito) en menores plazos y a costos accesibles”, se entusiasmó Bolis Wilson.  
Para ayudar a compensar  parte de estos mayores costos, a principios del año pasado, el Banco Central decidió bajar los costos de las comisiones para tarjetas de crédito y débito, que se hallaban en los niveles más elevados de la región latinoamericana. 
De acuerdo con datos de la autoridad monetaria, los aranceles están en un 2,35% y 1,1% por cada compra con tarjetas de crédito y débito. La idea es seguir bajándolas hasta el año 2020. 
“Las comisiones bajaron. El problema es que en medio de estos incrementos siderales de los últimos tiempos, tiene sabor a poco”, se sinceró Starobinsky. 
 

Las familias
Pero no sólo las firmas se ven perjudicadas por los altísimos costos para el financiamiento. 
El crédito a las familias también está en niveles casi imposibles. 
De esta forma, financiarse con tarjeta de crédito es hoy también un problema para los hogares, aunque la mayoría de las veces, cual si fuera un asesino silencioso, ni siquiera se den cuenta. 
Esto porque el público muchas veces desconoce lo que paga por sus compras a crédito, a pesar de que las entidades financieras tienen la obligación de informarlo. 
Pero ¿cuánto cuesta realmente comprar con préstamos personales, tarjetas de crédito o en cuotas en la casa de electrodomésticos? 
“Hay diferentes esquemas de tasas: primero está la tasa publicada, que por lo general se denomina Tasa de Interés Nominal Anual o TNA, que, en esencia, es una tasa contractual y de referencia, y como tal, carece de utilidad”. 
“Pero el verdadero interés es el que arroja la llamada Tasa de Interés Efectiva Anual o TEA, que es el costo efectivo de la operación, porque el interés se tiene que aplicar sobre saldo adeudado, no sobre el valor total de la compra”. 
“A modo de ejemplo, cuando alguien compra una licuadora, se tiene que pagar la primer cuota para poder retirarla del comercio, de forma que si el precio es de 100 pesos y se pagan 10 de cuota,  no todo es el interés, porque también se cancela una parte del valor del bien. Supongamos 8 pesos de interés y 2 de capital, la tasa efectiva se calcula sobre los 98 pesos (100 pesos del precio de la licuadora menos los 2 pesos de capital), por lo cual, matemáticamente, va a ser más elevada con relación a la nominal, que es la que se publicita". 
"Si sumamos los gastos adicionales al crédito (seguro de vida, de desempleo, impuestos, etcétera) tenemos el Costo Financiero Total Efectivo Anual (CFTEA), que es lo que realmente se paga por un crédito, y es el que tiene que mirar siempre la gente para decidir si sacar o no un préstamo o saber cuánto es lo que abona realmente por su tarjeta”, explicó Milanesi. 
 

Brutal transferencia
El presidente de la  Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Gerardo Díaz  Beltrán, advirtió sobre la necesidad de transferir el capital  financiero al productivo al señalar que "los pasivos financieros  de las pymes ascienden a los 490 mil millones de pesos en  créditos, con tasas que promedian entre el 50 y 60% anual".
   En ese sentido, analizó que más de 150 mil millones de pesos  serán pagados en concepto de intereses (sin contar el CFT), que  serán utilizados en el canal especulativo. 
   "En momentos difíciles necesitamos medidas audaces", indicó  Díaz Beltrán y reiteró el pedido de tasas diferenciales para las  pymes y la baja de impuestos.
   Unos 200 dirigentes de federaciones y cámaras empresarias de  las provincias de Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa, Entre Ríos  y Santa Fe se reunieron en Corrientes para abordar las  problemáticas que aquejan a las pymes, como la fuerte presión  fiscal, tasas y acceso al crédito, competitividad, rentabilidad,  tarifas y venta ilegal.
Además, analizaron la situación que atraviesan los sectores de  Comercio y Servicios, Industria, Economías Regionales y Turismo,  como base para gestionar propuestas ante diferentes organismos y  como mapa de actualidad regional con miras a la futura Ley Pyme. 
   "Dependemos del financiamiento y resulta que las pymes estamos  financiando al Estado, como por ejemplo con el anticipo del  impuesto a las Ganancias. La presión fiscal es insostenible, sobre  todo la de Ingresos Brutos, que es un impuesto sumamente  distorsivo", finalizó.