Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

"Nuestro objetivo es hacer  y dejar algo en la vida"

Ricardo Chino del Valle, junto a Danilo Arturo Gennari, ideador del primer exoesqueleto para personas discapacitadas sostuvo que fue vital el apoyo de ACARA y SMATA para continuar en el proyecto iniciado en 2011. Los creadores se encuentran en la última etapa del denominado Dexor.

Siete años atrás, Ricardo Chino del Valle y Danilo Arturo Gennari comenzaron a desarrollar lo que puede llegar a marcar un antes y un después para las personas discapacitadas.
Fueron varios los borradores que debieron pasar, aunque nunca claudicaron en la búsqueda de un sueño llamado: Dexor, el primer exoesqueleto que le permitirá volver a pararse y caminar a muchas personas.
Ellos se conocieron estudiando Ingeniería Mecánica en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), carrera que tiempo después por diversos motivos ambos abandonaron.
Ricardo trabaja actualmente como mecánico en una agencia de autos y Danilo es empleado en una contratista y continúan soñando en ese garage que los vio, allá por 2011, reunidos en pos del beneficio de varias personas que lo necesitan.
"El primer objetivo era hacer un soporte para que las personas bajaran la silla de rueda del techo de los autos, aunque nos pareció trillado, por lo que se nos ocurrió hacer un equipo para que la gente pudiera caminar y fue así como empezamos con esta locura", recordó Ricardo, quien dialogó con Mundo Gremial.
"No medimos nada y nos largamos. Llegamos hasta algo que no es tan loco. El 4 de agosto del año pasado tuvimos la visita del presidente Mauricio Macri y la gobernadoraMaría Eugenia Vidal para felicitarnos el tipo de desarrollo que estábamos haciendo. Ahí comenzamos de cero nuevamente porque habíamos hecho el quinto equipo prototipo, en un punto casi final, solo nos faltaba corregir la parte estructural, pero nos faltaba dinero porque la realidad es que nosotros somos laburantes", continuó su relato.
Allí, cuando más lo necesitaban aparecieron la Asociación de Concesionarios de Motores de la República Argentina (ACARA) y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA).
"Ellos (por ACARA y SMATA) se unieron y nos dieron un apoyo muy grande, porque nos consiguieron el dinero para que nosotros pudiéramos terminar con el equipo. Pudimos comprar todas las cosas y comenzar a trabajar nuevamente desde febrero pasado", sostuvo.


"Hoy, -cuenta Ricardo-, la parte del equipo está listo, nos queda probarlo con un paciente, aunque ahora le apuntamos a la parte estética porque si bien es un equipo que ayuda a caminar a las personas no deja de ser una máquina. Por eso es que tratamos de que sea lo más armónico posible para que no sea un golpe de vista tan grande para las personas". 
"Trabajamos a pulmón, con el apoyo de estas dos entidades que son excelentes. Lo que hace Carlos Moreno Salas y su gente es muy gratificante, estamos siempre en contacto, brindándole partes diarios y tenemos la rendición de cuentas para mostrar la seriedad del gremio y nuestra también", agradeció. 
Ricardo y Danilo trabajan aproximadamente 3/4 horas diarias y en estos siete años acumulan más de 1100 horas.
"Laburamos en un cuarto reducido, con frío o calor, pero ese esfuerzo es lo que lo hace aún más lindo, además del apoyo de nuestra familia y amigos. Lo hacemos por el prójimo. Somos dos los de la idea pero hay mucha gente trabajando detrás nuestro. Este es el séptimo borrador, aunque nunca se nos pasó por la cabeza dejarlo o que iba a fallar, ni en la parte económica y tampoco en nuestros primeros miedos que pasaban en que funcionara. Nos gastamos todos nuestros ahorros e invertimos mucho dinero en esto", expresó.
Un detalle a tener en cuenta es que este último equipo es regulable.
"Con uno podamos satisfacer a todas las distintas medidas del cuerpo humano. Además trabajamos con el kinesiólogo Fabio Litardo, quien nos ayudó a resolver la parte médica, posición del cuerpo y demás. Incluso el equipo anterior hicimos las pruebas en su consultorio", comentó.
Ricardo señaló que "el próximo paso es terminar este último equipo. Si bien una persona se lo podría poner, aún debemos pulir su seguridad y estética, que van de la mano. Las protecciones, además de hacerlas lo menos agresivas a la vista, también cumple la función de proteger la parte de transmisión y motórica. Esta última parte nos cuesta más que todo lo demás", apuntó.
Al mismo tiempo, contó que "si bien hay muy pocos equipos de esta índole a nivel mundial, tiene costos extremadamente irrisorios. Estamos trabajando con material de primera calidad. No estamos alejados tecnológicamente con otros equipos del mundo. En el país somos los únicos que están trabajando un proyecto de este tipo".
Y detalló su orgullo por el trabajo realizado: "Cuando empezamos, fuimos medios kamikazes, pero nunca medimos los riesgos, sino el objetivo. Nos sorprendió el apoyo de SMATA y ACARA, porque sabemos que hay necesidades más urgentes y además son tiempos difíciles, pero entendieron de corazón lo que pretendíamos. Solo tenemos palabras de agradecimiento hacia ellos".
"Las lesiones medulares, no tiene manera de recuperarse medicinalmente, por lo que este equipo le da una mejor calidad de vida a las personas. Nosotros estamos enceguecidos que tenemos que hacer trabajar a la gente, por eso es que invertimos toda nuestra vida en esto. Nuestro objetivo es hacer y dejar algo en la vida", cerró.