Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Nuevos procesos para lograr, con agilidad y menores costos, una mayor competitividad 

Nuestro país busca propiciar, en materia de comercio exterior, mejores condiciones de competitividad y reinserción en el plano internacional.

Lic. Pablo Amarelle / Especial para “La Nueva.”

   Argentina viene trabajando en materia de comercio exterior para generar mejores condiciones de competitividad y reinserción internacional, buscando disminuir costos relacionados con la burocracia y la rigidez de procesos.

   Frente a esta necesidad y procurando aportar desde nuestro lugar, hemos elaborado una serie de propuestas enmarcadas dentro del proceso de modernización, simplificación administrativa, despapelización y centralización de los trámites de comercio exterior, promoviendo una reingeniería de procesos aduaneros, logísticos y reglamentarios que permitirían un alto impacto en la competitividad de la región por un mayor uso de la herramienta.

   Las zonas francas deben cumplir el rol de centros logísticos regionales como eslabón fundamental en la cadena de comercialización de nuestras provincias, como herramienta promotora de la producción, captación de nuevas inversiones, generación de empleo, fomentando su interconexión e inserción en procesos intermodales.

   En síntesis, se aborda una simplificación inteligente que abarca desde la inscripción de nuevos usuarios y el relacionamiento de las empresas con el régimen, la desburocratización administrativa en los procedimientos de registro y condiciones documentales para su arribo, la armonización de plazos vigentes con regímenes similares, adecuaciones para lograr canalizar exportaciones y eliminación de restricciones en pos de servir al comercio exterior en general; así como creación de mecanismos de interconexión entre todas las zonas francas y ampliación del espectro de actividades con la legislación actual.

   Entonces, veamos el caso real de un consorcio de exportación con el cual se trabajó para canalizar su exportación de miel producida en el Sudoeste de la Provincia de Buenos Aires a través de nuestra zona franca, aprovechando el acopio y consolidación en zona y con salida por el puerto local evitando su consolidación y paso por depósitos fiscales de CABA; y proyectando un plan de agregado de valor mediante homogenización y fraccionamiento en zona franca para una segunda etapa.

   Se determinó la necesidad de inversión en infraestructura, así como la adecuación de procesos operativos para que esta actividad se pueda efectuar con mayor competitividad.

   La premisa aquí es que las zonas francas tengan plena capacidad para actuar en exportación con sus zonas primarias aduaneras e infraestructura instalada, y que a la hora de documentar todo se reduzca a una sola operación aduanera de exportación ubicando la mayor carga administrativa en el momento en que la operación se perfecciona, es decir cuando realmente se documenta su remisión al exterior.

   Generar este cambio normativo en los procesos aduaneros permitiría ampliar el espectro de actuación de todas las zonas francas para lograr una mayor sinergia con el entramado productivo de cada región en la que están emplazadas, sumándolas como eslabones en la cadena de comercialización desde el origen y abriendo las puertas para potenciar el agregado de valor en ellas, que es donde mejor están dadas las condiciones para hacerlo.