Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Ingaramo: “Para el productor, hoy la única certeza es la incertidumbre”

El economista dijo que tener un dólar a casi $ 30 es bueno para la exportación. “Pero no sucede lo mismo para el mercado interno”, aclaró.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   “El productor va a sembrar soja. Posee la cultura del cultivo, es lo más eficiente que hay y es relativamente barato. Será importante el número, pero todo bajo condiciones de incertidumbre. No se cambiará mucho el área, pero sí la expectativa en materia tecnológica. Esperemos a que la incertidumbre se calme y los mercados de futuro hagan su trabajo”.

   Para el analista de mercados agropecuarios Jorge Ingaramo, si se mira el paso de soja futuro a mayo de 2019 el tema podría recomponerse en los mercados locales y, un poco menos, en los de Estados Unidos.

   “A la hora de hacer el plan de siembra de soja en el país es cierto que hoy existe un desaliento evidente donde, incluso, aún hay una incertidumbre sobre el cronograma de retenciones. Espero que al momento de la implantación esté resuelto el problema cambiario, ya que hay una expectativa de estabilidad que, de alguna manera, sería importante saber porque hoy nadie la conoce. Por eso el tema depende de muchas variantes”, amplió.

Jorge Ingaramo. / Foto: Pablo Presti-La Nueva.

   Ingaramo, quien dialogó con este medio durante una visita a Bahía Blanca, también comentó que si la incertidumbre externa se calma habrá un lluvia de los fondos de inversión hacia Chicago para comprar soja.

  “De eso no tengo dudas. Y así como la soja bajó 40 dólares en 35 días, puede llegar a recuperarse en tres ruedas. No hay que olvidarse que Chicago es un mercado de especulación y de arbitraje interno de los Estados Unidos. Y donde se decide cuál es el saldo exportable. Estados Unidos no produce para exportar, pero nosotros sí; ellos lo hacen para el mercado interno y el resto va a exportación, pero como tienen mercados muy asegurados, China y demás, esta incertidumbre va a durar”, manifestó.

   —Licenciado Ingaramo, ¿cómo llegamos a esta coyuntura?

   —A nivel internacional estamos sufriendo por la tasa larga de interés de los Estados Unidos, que ha subido desde enero último a la fecha y eso trae una revaloración del dólar respecto de otras monedas, una salida de los capitales de los mercados emergentes y devaluaciones de estas monedas, porque la fuga de capitales hacia la calidad que representa Estados Unidos impone una suba del tipo de cambio, ya que no hay cómo parar ese flujo de divisas que se va. 

   "Eso implica mejores precios para quienes producen y exportan como nosotros pero, lamentablemente, el encarecimiento del dólar perjudica la capacidad de compra, justamente, de los compradores. Ese es el principal factor, es decir, la suba de tasas con la revaluación del dólar respecto de las restantes monedas y la caída de los emergentes en cuanto a su capacidad adquisitiva”.

   —Y luego está la crisis comercial entre Estados Unidos y China...

   —Claramente. Tiene final abierto y pronóstico reservado, aunque en el mercado de la soja causó un daño irreparable para el corto plazo que, encima, se acompaña con un situación de los cultivos de soja y maíz muy buena. De todos modos, recién estamos entrando en el mercado climático porque se definen los rindes allá. Hoy, la soja vale 40 dólares menos que hace un mes y medio.

   —¿Nos afecta directamente?

   —Directamente. No la podemos ver desde afuera. Somos cuatro los proveedores de soja del mundo (NdR: Estados Unidos, Brasil, Argentina y Paraguay). La baja que van a tener los farmers americanos se va a trasladar directamente a nosotros; ellos van a pagar ese precio y como le van a vender a ese precio a China, nosotros tendremos que hacer lo mismo. Hasta ahora son amenazas, ya que aún China no le puso el arancel del 25 % a la soja americana. Si lo pone, vamos a tener que acostumbrarnos al sistema. Esto es proteccionismo comercial al más rancio estilo. ¡(Donald) Trump es así!

   —¿Es un fenómeno más político que económico?

   —Sin dudas. En noviembre próximo serán las elecciones de medio término y Trump está trabajando en eso. Ya hizo rebajas impositivas para, básicamente, alentar la inversión, cerró la economía parcialmente en algunos sectores para recuperar a otros atrasados e hizo un plan de infraestructura que lo financió emitiendo 300.000 millones en bonos y por eso vino la suba de tasas. Esos bonos fueron tomados por todo el mundo, lo cual agravó la situación que comentaba antes de la suba de las tasas y del fortalecimiento de la moneda americano.

   —Un dólar a 30 pesos, ¿está mal o está bien?

   —Para la agroindustria exportadora está bien, pero para la agroindustria del mercado interno no lo sé. Hoy tenemos un dólar 62 % más alto que hace un año, con una inflación del 27 % y aumentos salariales que, con suerte, llegarán al 25 %. Eso, para el exportador, es un estado ideal. Incluso, el ministro de Producción, Dante Sica, dijo que a $ 28 era un dólar cómodo. Lo que pasa es que muchas industrias argentinas del agro están preparadas para el mercado interno. Un ejemplo simple: los aceiteros que refinan, envasan y venden la botellita en el supermercado.

   "Ellos no pueden pasar el precio de exportación de su materia prima al precio del producto final porque los argentinos no tenemos plata para comprárselo. Ahí hay una tirantez entre el mercado interno y la exportación por la caída del salario real, lo cual también es un problema para la recaudación tributaria, porque está visto que los primeros indicadores del mes de mayo de la actividad económica son malos. Acaso se recompongan por la paritaria, pero no tanto, y también se puede mejorar con los aguinaldos, pero el tipo de cambio con el dólar a $ 30 es muy alto, por lo que significa la combinación productiva de mercado interno versus exportación".

Las retenciones y las dudas

   “Esta incertidumbre sobre las retenciones provoca mucho ruido en los mercados de futuro; los ataca. Si se va a interrumpir el cronograma es porque el precio no va a subir; y si es así no me cubro de la suba. Y ni hablar de la soja mayo de 2019”, detalló. 

   “Mi sensación es que (el presidente Mauricio) Macri no introducirá cambios, porque la repercusión fiscal no es significativa”, dijo Jorge Ingaramo, en relación a las eventuales correcciones en los cronogramas de baja de las retenciones para la soja, que hoy tributan el 27 %.

Mauricio Macri, presidente de Argentina.

   “El cronograma seguirá con el 0,5 % de disminución por dos años más, hasta que se vaya (Macri) y yo no creo que esta sea una exigencia del Fondo. Para el FMI hay dos malas palabras: retenciones, o derechos de exportación, y dólar fijo”, explicó.

   Ingaramo amplió al asegurar que el FMI quiere un tipo de cambio flotante, apertura de las importaciones (“aunque no somos muy buenos en eso, porque tenemos demasiados impuestos y altos”) y ningún derecho de exportación. “Y con los reintegros a la exportación hay que tener cuidado porque tienen un impacto fiscal alto, ya que pueden generar distorsiones comerciales”, sostuvo.

   “El impuesto al turismo, o el impuesto a los viajes, pueden ser alternativas de recaudación para fomentar el ahorro interno, pero se recomienda no ahorrar divisas de cualquier manera. Mucho menos extenderlo a otros cultivos. Eso hay que descartarlo de plano. Es más, en una crisis como ésta lo que hay que hacer es promover el normal flujo de las divisas, las que haya, para no tener más problemas”, dijo.

   “¿El país normal del presidente Macri? Yo también quería un país normal: sin piquetes, sin planes sociales, con una justicia que funcione. Lamentablemente, este no es el país que quería. No estamos ni remotamente en un país normal. Pero la normalidad ahora será con estanflación, porque se extenderá hasta dos trimestres. No me acuerdo de ninguna experiencia de estanflación que se haya superado en menos de seis meses, y sin sacrificios de ahorro público y privado. Por un tiempo veo una economía muy flat”, aseveró Ingaramo.

¿El dólar sigue retrasado?

   “Los argentinos hemos sido devaluados en nuestro poder impositivo en forma violenta en los últimos 60 días. Desde el 24 de abril a la fecha somos claramente más pobres que antes, porque cobramos en pesos. 

   —Las economías regionales pedían un dólar más alto...

   —Para quienes exportan, como para la manzana y la pera de alta calidad,, o la cebolla, es una buena noticia, pero para quienes están en el mercado interno es demasiado alto.
“No creo que sea necesario un dólar así, más aún luego de la ayuda del Fondo (Monetario Internacional), porque sin los U$S 15.000 millones (primer aporte del crédito) un dólar a $ 30 podría haber sido de equilibro, pero ahora que ese dinero está computado como reserva del BCRA no se justifica.

   “Que el dólar esté a 27 pesos me parece bien y se podría regular razonablemente con una política de baja de tasa de las Lebacs y una suba del salario nominal, con lo cual volveríamos a cierto equilibro, que no es el mismo de antes de chocar la calesita, pero ahora la calesita, chocada, ya ha sido reparada, pero no demuestra que pueda girar porque somos emergentes y llegó el aporte del FMI, pero, a ver: la calesita ya no es la misma de antes; tiene las luces apagadas”.

   —¿Existe soja en stock sin vender en el país?

   —Recién termina la cosecha. Si hay, no son valores significativos. Cuando comenzó la crisis con el dólar ya se había comercializado casi el 70 % de la cosechada. Y el 30 % restante tuvo rindes bajos y no sabemos si se vendió o no, o si formaba parte de contratos y declaraciones juradas de ventas previas. Lo que sí sabemos es que el ingreso de divisas del complejo agroindustrial ha sido récord (NdR: U$S 4.000 en este junio, 21,8 % más que el mes precedente).

“Cocodrilo que se duerme...”

   * De atrás: “Lo que pasa es que el Gobierno Nacional ha demorado mucho en aportar soluciones y por ahora viene corriendo la crisis de atrás. Acá alguien se durmió en la toma de decisiones. Cocodrilo que se duerme ya sabemos en qué se convierte...”, dijo Ingaramo.

   * Lebacs: "Este 20 de junio, cuando llegó el acuerdo con el FMI, el Gobierno tendría que haber tenido preparado el modelo de canje de Lebacs por reservas. Y el del Lebacs por bonos y el Lebacs cortas por Lebacs largas. Y el ajuste fiscal se sabía desde el 10 de diciembre de 2015. ¡No veo la novedad!", agregó.