Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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En Bahía Blanca, cada vez son menos los que pagan del 1 al 10

La dilación de los tiempos de cobro de haberes fuerza a los inquilinos a pasar más tarde por las inmobiliarias. Pese a los retrasos, destacan el buen cumplimiento. 

Francisco Rinaldi

frinaldi@lanueva.com

   Los problemas de la economía se sienten en las inmobiliarias bahienses, donde el pago de los alquileres se estiró considerablemente hasta después del 20 de cada mes, contrariando el “se paga del uno al diez” característico de los contratos locativos, aunque los porcentajes de morosidad permanecen en niveles “bajos”, de acuerdo con una consulta realizada por este diario entre cuatro intermediarios de la ciudad. 
      Los agentes aseguran que los atrasos en el cobro de haberes por parte de los asalariados -que conforman más del 70 por ciento del total de ocupados en el aglomerado Bahía Blanca-General Cerri , según datos oficiales- los obligarían a “patear” las fechas de pago, sobretodo, cuando el alquiler suele ocupar una fracción considerable del presupuesto familiar. 
      Agregan que en el caso de los pequeños cuentapropistas, quienes, a diferencia de los asalariados no cuentan con un ingreso estable, los retrasos suelen ser incluso mayores, ya que ellos también dependen del poder adquisitivo de la gente, actualmente, en franco deterioro producto de la fuerte aceleración inflacionaria, que en los primeros seis meses del año suma un 15,3% frente al 11,3% de 2018 en nuestra ciudad, de acuerdo con datos del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA). 
         “Aunque no tenemos problemas con la falta de pago, el 70% de los inquilinos hoy paga después del diez. Del otro lado, los propietarios, quienes antes venían a la inmobiliaria cada dos o tres meses, hoy vienen mes a mes a solicitar que les liquidemos los pagos”, dijo Ignacio Dignani, de la inmobiliaria que lleva su apellido. 
           Coincidentemente, el presidente de IBB Grupo Inmobiliario, Ricardo Pilotti, señaló que “hay retardos. Estamos analizando con los colegas del Grupo la situación, que se une a la abrupta caída de las ventas por el alza del dólar”. 
           Acotó que desde los estudios inmobiliarios se trata de moderar  las pretensiones de algunos propietarios. “Tampoco es momento para tener una propiedad sin el alquiler por dos o tres meses”, alertó. 
            Su colega, Jorge Garber (Garber Inmobiliaria), señaló que los pagos después de fecha son cada vez más frecuentes. 
 “Quienes antes venían del 1 al 5, hoy vienen hasta pasado el 20. Es claro que por la situación económica, la gente cobra más tarde y, por ende, no puede abonar en tiempo y forma”. 
             Para el presidente del Colegio de Martilleros de Bahía Blanca, Carlos Esteban, son cada vez menos los que regularizan sus pagos al día cinco. “Me informan los colegas que pasa el día diez u once y el inquilino no viene. Es muy probable que eso obedezca a que no pudo cobrar su salario a tiempo”. 
            Señaló que algunos agentes tratan de solucionar el apuro de los locadores “haciéndose cargo del alquiler hasta que el locatario se pone al día. Hablo de casos muy puntuales, ya que con ciertos inmuebles de alto valor locativo, es bastante más difícil”. 
        Pese a ello, destacó las diferencias de Bahía Blanca con respecto a otras localidades bonaerenses. 
             “Bahía es una plaza muy familiar, nos conocemos casi todos. En general, la gente cumple”.          
 

Actualizaciones
           Para los agentes, las actualizaciones semestrales o anuales son la norma del mercado en los contratos vigentes. Señalan que los porcentajes de aumentos van desde el 12,5% por cada seis meses al 30% anual. 
       “Hoy por hoy, aplicar subas semestrales es complicado. Nosotros optamos por actualizar anualmente y al 30%”, explicó Garber. 
      Pilotti admitió que intenta acomodarse al mercado. 
“Hoy priorizo mantener ocupada la propiedad. Si tengo que dar un valor, depende del tiempo de atraso que tenga el contrato. Tengamos en cuenta que el dólar en enero valía 19 pesos y ahora vale 28. Las condiciones se modificaron mucho en muy poco tiempo e imprevistamente, y eso no podemos dejar de tenerlo en cuenta. Pero subas anuales de alrededor del 25 a 30% es lo que se está manejando hoy”. 
           Con respecto a la dificultad para colocar propiedades en el mercado local, los consultados distinguen entre unidades de uno o dos dormitorios. 
           “La mercadería que es abundante, el departamento de una habitación, está más difícil para poder alquilar”, admitió Dignani. 
            Sin embargo, hay un detalle para nada menor: en junio de este año hubo un desplome en la cantidad de créditos hipotecarios ajustados por UVA, ya que en todo el sistema financiero argentino -según datos del BCRA- se otorgaron alrededor de 5.500 millones de pesos, más del 50% menos con respecto al cuarto mes de 2018. 
             Las causas son bien conocidas, ya que en un mercado donde reina el “billete verde”, el alza del 50% en el precio del dólar, al trasladarse a los valores en pesos de los inmuebles, dejó afuera a varios potenciales sujetos de crédito. 
            “El mercado de alquileres se sigue moviendo, porque se complicó muchísimo el acceso a los  préstamos para vivienda. Entonces, si no se puede comprar, obviamente hay que alquilar”, declaró Garber. 
 

Menos poder de compra
       De cara al futuro, la pérdida del poder de compra de los asalariados le impone un techo objetivo a las pretensiones de aumentos de valores locativos. 
       Un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) dependiente de la CTA, señaló que en los 4 primeros meses de 2018, el poder adquisitivo promedio de las remuneraciones registradas del sector privado tuvo una leve caída, como resultado de la aceleración inflacionaria desde diciembre de 2017, la que "se espera que se potencie los próximos meses ante la suba continua del tipo de cambio desde el mes de mayo".
     "En los meses previos a esta devaluación del peso, numerosos gremios cerraron paritarias con aumentos nominales del 15% para el año. Aunque en algunos casos existieron algunos puntos adicionales de incremento menos explícitos, estos aumentos se encaminaban a terminar en una pérdida de capacidad adquisitiva de las remuneraciones en 2018".
      "Ante el actual recrudecimiento de la inflación, la situación del salario real se agrava aún más", acotan desde el centro CIFRA. 
      En las últimas semanas algunos gremios cerraron en torno al nuevo techo del 25% que trata de imponer el gobierno, y que tampoco resulta suficiente ante proyecciones de inflación que superan el 30% anual.
        De las paritarias relevadas por CIFRA, las que mejores acuerdos alcanzaron son aquellas cuyas  negociaciones cerraron luego de la disparada del precio del dólar y que corresponden a Gastronómicos (25% y en dos tramos), Alimentación (24% en tres tramos), Camioneros (23,2% más bono y con cláusula de revisión) y Sanidad (20%, en tres tramos y con ajuste automático por inflación). 
      Entre los que cerraron previamente a la corrida cambiaria se destaca aceiteros, con un 19%.
 Comercio fue el primero de los gremios en reabrir la paritaria. El nuevo acuerdo contempla un aumento adicional de 10 puntos repartido en tres tramos y que alcanzaría un 25% anual.
 

Proyecto
      Según publica el diario platense "El Día", el gobierno de María Eugenia Vidal dio el visto bueno para que en la Legislatura bonaerense avance un proyecto para reformar la actual ley de alquileres, con el objetivo de que los gastos derivados de los contratos no recaigan en su totalidad sobre los inquilinos.
       La propuesta fue lanzada originalmente por diputados de la oposición, pero en las últimas semanas también sumó el respaldo del oficialismo, a partir de una decisión del Ejecutivo.
         Aunque los términos del proyecto con el que se avanzará todavía no están disponibles, la idea es replicar en la Provincia la reforma que se aplicó desde el año pasado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.