Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Pelegrina: “Las retenciones a la soja siguen siendo una exacción desmesurada”

Para el presidente de la SRA la corrección del tipo de cambio no habilita una modificación del programa sobre los derechos de exportación.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   “Las retenciones representan un impuesto adicional que tiene el campo por encima del resto de los impuestos que paga la economía. La soja, aún, tiene el 27 %. Por eso, para volver a meterle la mano al bolsillo al campo hay firmeza para decir que no. Acá, lo que debe hacer es trabajar en un sistema de impuestos federal y virtuoso”.

   Lo dijo el ingeniero agrónomo Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), al ser consultado por eventuales correcciones en el esquema de retenciones a la soja que deberán seguir bajando, en forma mensual, a un ritmo de 0,5 % para cerrar el año en el 25 %.

Daniel Pelegrina, de la SRA. / Foto: Pablo Presti-La Nueva.

   “La corrección que se ha producido en el tipo de cambio no habilita una modificación del programa. Claramente no, porque es una exacción desmesurada e injusta respecto del resto de los sectores de la economía”, agregó.

   “A nadie le sacan de pique (sic) el 27 % de sus ingresos, ya sea asalariado o un sector de la producción, ya que después hay que seguir pagando otros impuestos con una carga que, según está comprobado, ronda el 65 %”, explicó el productor lechero nacido en Mendoza.

   “Antes de corregir los valores de la soja, producirla lejos de los puertos era inviable, ya que el costo del flete se comía el precio del producto. Y aún existe un 27 % de retenciones. Si un productor se vio afectado por la última sequía, también se verá perjudicado en el 27 % de su producción”, añadió.

   Pelegrina —en diálogo con este medio— sostuvo que sus expectativas siempre coincidieron con las del presidente de la Nación, Mauricio Macri, quien siempre fue claro respecto de que las “retenciones no se tocan”.

   Así entonces, la última semana el propio Macri recibió a los presidentes de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace, a quienes les ratificó, por ahora, que el rumbo es el mismo; es decir, continuará el descuento progresivo de las retenciones a la oleaginosa.

  Además de Pelegrina, estuvieron Dardo Chiesa, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA); Omar Príncipe, titular de Federación Agraria Argentina (FAA); Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, así como Luis Miguel Etchevehere, ministro de Agroindustria de la Nación.

En Casa Rosada: Chiesa (izq.), de CRA; Etchevehere y Macri; Iannizzotto (Coninagro); Pelegrina (SRA) y Príncipe (FAA).

   “El presidente (por Macri) ya se expidió. Entiende que este es el camino virtuoso para poder insertarnos en el mundo”, indicó.

   “En trigo está demostrado que la última campaña con retenciones, versus la de este año, el fisco recaudó un 29 % más en impuestos, que son coparticipables para el desarrollo de la actividad económica del interior y agrandan la base de contribuyentes. 

   “Lo que sucede es que acá hay poca gente que sostiene un gasto público gigantesco y, por eso, hay que ampliar la base de contribución”, explicó.

   Pelegrina, quien es productor en el noroeste bonaerense, agregó que en el citado trabajo sobre trigo se concluyó que ingresaron 2.000 millones de dólares adicionales en toda la cadena y unos U$S 1.200 M iban —en forma directa— al circuito de la economía.

   “Este es el camino correcto, porque lo que hacemos es desarrollar el interior”, aseveró.

   —Ingeniero Pelegrina, uno de los rumores sobre el ajuste menciona el cambio de ministerio a secretaría para Agroindustria...

   —Vemos que hay un gasto público enorme y una cantidad de ministerios importante, pero la Argentina es un país donde un 36 % de sus ingresos provienen del campo. Incluso, uno de los temas pendientes es darle más importancia a los agronegocios. Por eso es trascendente que estemos en la mesa del Gabinete y que permanezcamos con ese estatus, porque ahí  se toman las decisiones.

   —¿De qué manera se puede reducir el costo argentino?

   —Aportamos al tema desde diferentes ámbitos y este esquema de entenderlo por cadenas, dentro de subsectores de la cadena agropecuaria, es el mecanismo de análisis más certero, ya que la forestación no tiene los mismos problemas que la lechería.

   “Por ejemplo, en lechería debemos trabajar para ser más eficientes en la localización de las plantas y en fletar mucho menos nuestra leche de ida y de vuelta hacia las fábricas y hacia los centros de consumo. Estamos esperando las grandes obras de infraestructura, que tienen que ver con mecanismos de flete más baratos y ahí hablamos de ferrocarriles, vías fluviales y nuevos puertos para bajar los costos.

   “Tenemos que dar un paso adelante en comunicaciones. Muchos lugares, alejados de los puertos, no poseen una cobertura y hoy la eficiencia viene de la mano del uso de las redes. Y no solo para las necesidades de los productores, sino para sostener a la gente en el lugar donde produce, con caminos para llevar los chicos a la escuela o para responder ante una emergencia y para mover la producción. Hoy, la comunicación es imprescindible".

   —¿Cuál es el punto prioritario a corregir?

   —En el análisis que hacemos cadena por cadena nos dimos cuenta de que hay pasos que, acaso, se puedan obviar. Eso tiene que con la logística y con los servicios adicionales pero, cuando nos comparamos con respecto de otros países, vemos al tema impositivo como determinante.

   “Que el 50 % del precio de nuestros combustibles sean impuestos; que la tarifa eléctrica tenga un componente impositivo del 50 o 60 % y así sucesivamente, que se suma al costo del trabajo que, más allá de los salarios, es un agregado muy importante. Todo esto hay que revisarlo porque si no no podremos estar en competencia con el mundo".

   —Un tema que afecta a la competitividad...

   —Justamente, uno de los principales factores que afecta a la competitividad es el factor impositivo. Necesitamos un sistema distinto, más proactivo a la actividad privada y de la mano de un ajuste del déficit fiscal, que produce una enorme cantidad de impuestos que, después, no retornan en servicios o beneficios para la población en general y para la producción en particular.

   —Del granero al supermercado del mundo, ¿estamos yendo en la dirección correcta?

   —Vamos al tiempo que podemos. Nuestras producciones son biológicas y algunos procesos se deben esperar. Por ejemplo, en ganadería se ha avanzado más en el proceso de recuperar o de abrir mercados que el de producir lo que el mundo necesita.

   “Debemos ser más eficientes y producir más carne y más cabezas por cada vientre, pero eso lleva tiempo. Además de biología, se necesitan señales de estabilidad y reglas de juego transparentes por parte del Gobierno. Ante señales claras, el campo siempre da un pasito más hacia adelante”.

   —¿Cómo se logra ser más eficiente en ganadería, cuando los índices de crecimiento son los mismos de la década del setenta?

   —Tenemos índices para mejorar en muchas regiones del país, como los de procreo. Es cierto, se pueden tener más terneros por vientre y se pueden lograr más vientres por hectárea. Ahora, la ganadería necesita horizontes de muchos años. Hoy, retener una ternera implica un retorno a tres años. Pero si en ese lapso se cambian las reglas de juego, el empresario se retrae.

   “Hay mucho trabajo de los productores por delante, como acrecentar la base genética que contribuye a proveer más y mejor carne y, en especial, entender lo que nos demanda el mundo. Ahora, se piden animales más pesados y ahí volvemos a las señales. Hoy, hacer una inversión en ese sentido es darle alimento diferencial a un animal por más tiempo para llevarlo a un peso de exportación, pero si después no tenés el mercado, o te lo cierran, las pérdidas son importantes.

“También vivimos en el campo”

* Ecología: “Ante ataques por malas prácticas o por el uso de determinados productos, debemos salir a explicar de qué se trata cuando se habla de agroinsumos. El campo tiene que estar en comunión con la ecología, porque nosotros vivimos en el campo y no vamos en contra de donde estamos ni de la gente que trabaja allí”, dijo Pelegrina.

* Uso: “Como en cualquier orden, hay usos irresponsables. Un herbicida o un insecticida puede ser mal utilizado y generar perjuicios, pero la mayoría de los productores lo hace bien”, agregó.

* Siembra directa: “Nuestro desafío comunicacional hoy es enorme. Lo cierto es que los sistemas de producción son cada vez más sustentables. Con la utilización de paquetes tecnológicos de la siembra directa, Argentina tiene mucho de positivo para aportar”, manifestó el titular de SRA.