El edificio comunal

Redacción de La Nueva.

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por Mario Minervino

Hace 115 años, en junio de 1903, el intendente municipal, Rufino Rojas, presentó al Concejo Deliberante su proyecto para construir un nuevo edificio comunal.
A sus 45 años de edad y ejerciendo su segundo período como jefe comunal, Rojas dio un paso más en su idea de materializar la trascendente obra, al presentar a los ediles los planos de la nueva sede municipal.
“Por la altura a que ha llegado esta ciudad, con su edificación moderna, sus bancos, luz eléctrica, tramway y edificios públicos, la atracción que tiene para el viajero obliga, exige, mejor dicho, a que la casa municipal esté en relación a los progresos que palpamos”, señaló Rojas. 
Aseguró que la obra demandaría 150 mil pesos y que los técnicos de la oficina de Catastro confeccionarían el proyecto final, “a menos que el Concejo considere conveniente encomendarlo a algún arquitecto especialista”, según indicó.
Unos días después, los ediles aprobaron la ejecución de la obra, pero sugiriendo un llamado a concurso de proyectos. En septiembre de 1904, se tenía un diseño ganador: el presentado por el estudio platense de Ceferino Corti y Emilio Coutaret. 
Claro que también hubo voces en contra del emprendimiento. “Si la Municipalidad puede aventurarse en levantar un castillo oriental (un mueble de lujo inservible), con más razón podría hacer un esfuerzo para solucionar otros problemas locales”, señaló, por caso, el diario “El Comercio”. La idea de ser un gasto insensato se impuso en los sectores opositores.
El 31 de diciembre de 1904, último día de su mandato, Rojas colocó la piedra fundamental del edificio. El edificio de calle Alsina se comenzó a ocupar en 1909. Es, desde entonces, uno de los edificios más emblemáticos y característicos de la ciudad.