Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Midget: "Me encontré con un montón de conos y la pared", dijo Gonzalo Brezina

A pesar de haber perdido una gran oportunidad, el ex volante de Micromidget fue otro de los debutantes que sobresalió el pasado domingo. 

Fotos: Sebastián Cortes- La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com

   ¿Miedo, nervios, inseguridad? ¡No!, nada de eso... La nueva última generación de pilotos, que cada año irrumpe en el midget, prácticamente no conoce ni experimenta alguna de esas sensaciones al momento de pisar por primera vez el acelerador.

   No es necesario retroceder demasiado en el tiempo para ratificar lo expuesto. Sin ir más lejos, el caso más resonante lo representó el pasado verano Luciano Benedetti, quien en su primer campeonato triunfó en una final y clasificó al playoff.

   Todo viene a colación por las formidables actuaciones que gestaron algunos de los nuevos volantes, en la primera cita del invernal 2018 corrida el pasado fin de semana.

   Además del brillante desempeño de Juan Cruz Rodríguez -analizado en la edición impresa de ayer-, hubo otro joven que también dio que hablar.

   Se trata de Gonzalo Brezina, de 17 años recién cumplidos, quien hasta el pasado ciclo estival tripuló un micromidget.

   La tarde de Gonza, sobrino del experimentado Federico, pintaba para algo grande. Pero, desgraciadamente para él, el exceso de acelerador y la lógica inexperiencia sepultaron sus ilusiones contra el paredón opuesto...

   De todas maneras, antes del doloroso encuentro con el concreto, Brezina mostró pasta y notables aptitudes al volante. Ello quedó corroborado luego de plasmar victoria en la tercera serie.

   “Largué bien, vi el hueco adelante y me mandé sin pensarlo. Ahí pude pasar a Birumbrales (César) y quedé primero. No lo podía creer. Traté de seguir concentrado -contó- y manejar tranquilo para no perder la posición. Ni por casualidad pensaba andar así”.

   —¿Cuántas veces giraste antes?

   —Unas cinco o seis veces en el salitral, haciendo unas 15 o 20 vueltas. Eso es algo totalmente distinto a la pista, pero te sirve para conocer el auto, ver cómo gira, dobla, acelera y demás.

   —¿Con qué te encontraste acá?

   —Me encontré con un montón de conos y la pared (risas).

   —¿Qué pensabas antes de largar?

   —Mi viejo (Fernando) me dijo que si veía el hueco, que no tenga miedo y me tire a pasar. Justo se dio que surgió un lugar en primera fila y la maniobra salió bien. El auto es un misil, pero igual quedará de muleto, porque ya tenemos un Altamirano para armar.

   El lamento por haber desaprovechado tamaña oportunidad (le dio al muro de la recta opuesta cuando lideraba cómodamente la primera semifinal de la Clase 2) se transformará en anécdota con el paso de los días...