Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Incendio en la estación Pasman

Una falla en la instalación eléctrica parece haber sido la causa del incendio que días atrás destruyó la estación ferroviaria Pasman, en el partido de Coronel Suárez, circunstancialmente ocupada por una familia que, para su fortuna, no tuvo que soportar daños personales, más allá de una importante pérdida material.
No es la primera vez que un siniestro afecta a una estación ferroviaria. No es la única en su tipo que se encuentra usurpada, ocupada por personas que sacan ventaja del abandono y la completa desatención que tienen estos edificios, así como, en general, todos los bienes que fueron parte de ferrocarril.
Apenas conocido el incendio, el intendente de Coronel Suárez, Roberto Palacio, lamentó la pérdida que para el patrimonio de la región conforma lo ocurrido, más allá de atender también la penosa circunstancia de la familia que, ahora, se quedó sin techo y sin bienes esenciales para su vida.
Pero lo cierto es que la suerte de estos edificios está, desde hace mucho tiempo, abandonada a su suerte. 
Usurpados, vandalizados, abandonados, el paso del tiempo los va convirtiendo en ruinas sin que haya nada ni nadie que se ocupe de su preservación, cuidado y eventual recuperación. Se vive lamentando su pérdida o afectación. Nada más.
Pasman era una estación pequeña, de paso, ladrillera, con cubierta de tejas, el alero sobre el andén, la poca cartelería original que sobrevivió a la rapiña, el valioso equipamiento de este tipo de usos. Sin duda una joya de la arquitectura y también de la historia de nuestra región.
Era una de las 17 estaciones que existen en ese particular ramal de 295 kilómetros que se extiende entre General Alvear y Pigüé, a partir de un desvío existente entre Saladillo y Olavarría.
Ahora se hizo público el nombre de Pasman, parada ubicada entre las estaciones de Ombú y Cascada, a las cuales se suman Emma, San Bernardo, Espigas, Blanca Grande, Recalde, Mapis, Arboledas, Louge, Otoño, Huanguelén, Espartillar y Ducos.
Cada una un verdadero tesoro, obras de arte dentro de la arquitectura ferroviaria. Todas abandonadas a su suerte, ignoradas, desconocidas. 
Hasta que un cortocircuito las pone en el mapa, en las noticias y en el lamento a destiempo de algún funcionario.