Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Su papá la violó y lo contó en una carta: "Me tocó sobrevivir a la pesadilla diaria"

"Ya no tengo vergüenza, no quiero ni puedo callarme más", dijo la chica.

 

   Una joven contó en su cuenta de Facebook que su papá la violó y su relato se hizo viral.

   "Me tocó sobrevivir a la pesadilla diaria, sin saber que a mi lado tenía a un monstruo pederasta", escribió Guadalupe en la red social.

   Usó la palabra "monstruo" para describir a su papá, exsecretario de Cultura de la Municipalidad de San Francisco (Córdoba), a quien denunció por haber abusado sexualmente de ella y de sus hermanas.

   El acusado fue denunciado por su familia hace dos años. El fiscal de Delitos Complejos Bernardo Alberione lo imputó por presunto abuso sexual simple y lo mantiene en libertad, aunque con una orden de restricción hacia su exesposa y sus hijas.

   "De la puerta para afuera era un señor… Pero de la puerta para adentro, era el mismísimo infierno", describió la chica en su perfil de la red social y afirmó: “Ya no tengo vergüenza, no tengo culpa, esa no es mi responsabilidad. El que las hace, las paga”.

El relato completo

   Harta del silencio, del miedo, de la justicia lenta que no llega, harta del miedo a exponerme por seguir viviendo en la paranoia por culpa de un monstruo, hoy ya no quiero ni puedo callarme más… Muchas veces me dijeron 'decí lo que te pasó pero no hables de él, porque podes salir perdiendo' y tomé consciencia de que a mí no me pasó, ME HICIERON daño.Además de que me di cuenta de que no tengo nada que perder, porque voy por todo con las de ganar, ganar mi libertad emocional, mi tan ansiada paz mental, la mía y la de las que fueron víctimas de sus daños.

   Me tocó tener de progenitor a un monstruo, de esos que te roban el sueño, de los que te sacan hasta las ganas de vivir. Me tocó sobrevivir a la pesadilla diaria, sin saber que a mi lado tenía a un monstruo pederasta y violento. Un monstruo que lleva nombre y apellido, que es reconocido por la sociedad y que siempre, de la puerta para afuera era un señor… Pero de la puerta para adentro, era el mismísimo infierno.

  No soy la única sobreviviente, lamentable y tristemente hay dos personas más, aparte de mí, que fueron víctimas de sus daños. Y ni que hablar, de una familia completa a quienes él manipuló, acosó, amenazó y dañó por años, como el gran monstruo que es.

   Hace tres años atrás, gracias al apoyo de mi familia y al tratamiento psicológico, pude recordar y hablar sobre aquellas pesadillas, que de pesadillas no tenían nada… Lastimosamente fueron hechos reales. No quería denunciar, no tenía idea de qué se trataba todo eso, tenía miedo a exponerme, porque claro… La víctima siempre está más expuesta que el mismísimo victimario. La víctima es quien tiene que esconderse por miedo o por resguardo, para que el victimario (que sigue en libertad) camine tranquilo por las calles de la ciudad… Pero esto no duró mucho tiempo.

   Una tarde, mi hermanita menor me cuenta una historia de terror, y es ahí cuando decido denunciar. Con el tiempo ella comienza a contar una historia irreproducible, de esas que te dejan sin aliento, de las que dejan el estómago revuelto y la cabeza a punto de estallar. Y desde ahí… La lucha interna y externa es interminable.

   YA NO TENGO VERGÜENZA, NO TENGO CULPA, ESA NO ES MI RESPONSABILIDAD… EL QUE LAS HACE, LAS PAGA. LA RESPONSABILIDAD, LA VERGÜENZA, Y LA CULPA, SON PROPIAMENTE DE UNA SOLA PERSONA... Y POR ESTA RAZÓN, YO NO ME EXPONGO. LO EXPONGO A ÉL.

   CARLOS ESTEBAN FUENTES, el famoso ex Director de cultura y ex periodista, ese es el monstruo que se robó la infancia y la inocencia de tres niñas. Ese es el mismísimo monstruo que, a tres años de haberlo denunciado penalmente, sigue caminando por las mismas calles que nosotras. Quien ante la posibilidad, se negó a declarar y a hacerse las pericias psicológicas correspondientes frente a la justicia.

   CARLOS FUENTES, EL MISMÍSIMO MAL NACIDO QUE ABUSÓ, VIOLÓ Y VIOLENTÓ DURANTE AÑOS A MÁS DE UNA PERSONA... Y AÚN ESTÁ LIBRE.

   Pero también, es el monstruo al que a sus 67 años le deseo que tenga una larga vida, para que cuando la sentencia llegue, pague con cada día de su vida el daño irreversible que generó en muchas personas.

   Es el mismo al que hoy quiero decirle, públicamente... YA NO TE TENGO MIEDO.

   Mamá, papá Feco, hermanas… Con más fortaleza que nunca hoy afirmo, esta lucha es nuestra. La libertad va a ser nuestra… Por y para siempre". (TN)