Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Los árboles y los colores

Durante más de una semana el micro y macro centro de la ciudad se han teñido de flores lilas, con la acostumbrada floración de los jacarandaes, miles de árboles plantados hace más de 20 años que han podido adaptarse de buena manera al cambiante clima local.

Más allá de su colorido, la caída de sus flores y el hecho de aportar color a una ciudad un tanto desacostumbrada a ese tipo de espectáculos, no deja de ser un toque de atención para asumir la posibilidad de disponer de diferentes ejemplares que hagan más interesante y atractivas las calles y que permitan, más allá de los muchos beneficios que tiene el arbolado urbano con el medio, dar un toque distinto a partir del juego de colores y texturas.

Un poco antes se había podido disfrutar de las Catalpas, árboles que aportan una flor blanca que, con menos prensa y difusión, también se encargan de regar las veredas por doquier y cambiar el paisaje de cada caminante.

Bahía Blanca sigue sin disponer de un plan maestro en materia de arbolado. A pesar de ser una exigencia del estado provincial, no se dispone de planes de intervención, sea de mantenimiento y mucho menos de plantación.

No hay épocas de poda ni de fumigación, de relevamiento de los ejemplares existentes, de políticas de renovación. Mucho menos se puede pensar entonces en una propuesta que permita sumar ejemplares que además ayuden a modificar la estética de las calles, del espacio público, en distintas épocas del año.

Lo mismo para la vegetación de plazas y paseos, que apenas muestran un verde pero que raramente se reconvierten con la llegada de la primavera y el verano. Como si pensar en colocar ciertas plantas y sus flores fuera algo que no tiene buena respuesta.

Puede parecer un detalle menor -hablar de flores y colores en tiempos de tantos conflictos sociales y económicos- pero hace a lo cotidiano de cada vecino. Una ciudad amable, atractiva y colorida, afecta de manera directa los sentidos de cada uno.

Vuelve más placentero cualquier camino y genera emociones favorables que se traslucen rápidamente en el día a día. Nunca es tarde para este tipo de decisiones o intervenciones. Tampoco son onerosas o prohibitivas. Los jacarandaes, por estas horas, dan cuenta de eso.