Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Alem, entre la pérdida de comodidad y la valorización de las propiedades

Mientras cada vez más vecinos conviven con el ruido de las cervecerías o la pérdida de privacidad por quedar al lado de un edificio, los terrenos aptos para una construcción de ese estilo cotizan cada vez más alto.

Foto: Emmanuel Briane y Pablo Presti-La Nueva.

Por Federico Moreno / fmoreno@lanueva.com

   En la principal avenida de la ciudad el auge de cervecerías, restaurantes y edificios está provocando un cambio que va más allá de lo urbanístico y lo arquitectónico.

   Mientras algunos vecinos padecen los fuertes ruidos cada noche y denuncian que sus propiedades se desvalorizaron, la realidad inmobiliaria indica que los precios de las tierras de Alem atraviesan un constante aumento.

   Tras consultar a distintas inmobiliarias, se puede destacar que, salvo excepciones, el grueso de las propiedades de la avenida del teatro tienen potencial, ya sea para ser explotadas comercialmente o bien para dar lugar a la construcción de un edificio.

   Pero en el medio –en tiempo y espacio-- quedan vecinos que “empiezan a huir”, otros que “no quieren abandonar su barrio”, y otros que, ante la muerte de sus padres, dueños de propiedades grandes y antiguas, encuentran en la venta de las mismas una oportunidad económica poco habitual.

   “La realidad es que los valores de la tierra en Alem han ido en aumento, porque es una zona exclusiva y porque sobre ella se puede construir. Ya se puede observar incluso una diferencia entre las primeras tres cuadras del teatro, que son las más costosas y se empiezan a poblar de edificios, y las siguientes, donde proliferan los locales gastronómicos”, explicó Federico Miner, de Baielli Propiedades.

   “A diferencia de otros sectores de la ciudad, en los que el mercado de departamentos de un dormitorio se saturó, en las primeras cuadras de Alem se está construyendo todo de dos habitaciones, en suite o con vestidores, saliendo de lo habitual. La cotización de Alem es tan exclusiva que ya con irse a la vuelta, por ejemplo sobre Rodríguez o 19 de Mayo, los precios bajan considerablemente”, agregó.

   Algunos propietarios desconfían del hecho de que sus viviendas se hayan revalorizado gracias al crecimiento gastronómico y edilicio, y consideran que Alem no era la zona adecuada para dichos proyectos.

   “Realmente nos cambió la vida, por el olor a comida, los desastres que hace la gente que viene, que se emborracha, se pelea, te usa la casa de baño... pero lo peor de todo es el ruido insoportable que arranca religiosamente cada día a las 6 de la tarde y se extiende hasta las 4 o 5 de la mañana”, lamentó Aníbal, vecino desde hace 50 años de Alem al 500, donde ya hay coexisten tres cervecerías.

   “Yo no me pienso ir por dos motivos: por un lado porque es mi barrio, me crié acá y no me voy a ir ahora, y segundo porque pese a lo que piense la gente, yo me asesoré y mi propiedad se desvalorizó terriblemente por tener esto al lado. No sé cómo veo esto de acá a unos años, pero sí sé que este no era el lugar para toda esta movida, lo tendrían que haber hecho en Cabrera al fondo”, denunció el vecino.

   Sumada al cariño por el barrio y a la comodidad de estar en una avenida tan céntrica y bien conectada con muchos sectores de la ciudad, está la posibilidad económica que algunos vecinos vislumbran, de acá a algunos años, si “aguantan” sin vender su propiedad.

   Ariel, de Alem al 600, sostiene que su deseo por el momento es quedarse, principalmente porque “me da lástima irme de una casa en la que vivimos 22 años y que fuimos remodelando”.

   Sobre los ruidos de una avenida tan transitada, sobre todo en horarios nocturnos, el vecino comentó que no le molestan, así como tampoco le molestaría que le construyeran edificios a los costados de su casa, algo que suele molestar por la pérdida de privacidad.

   “Ya tener una cervecería al lado sí sería difícil de tolerar, por el caos que genera, pero nuestro terreno es óptimo para un edificio y llegado el caso sí lo vendería sin temor a que se desvalorice porque el metro cuadrado en Alem va a valer cada vez más”.

   Como anécdota, recordó que en 1996 estaba entre comprar su actual casa y una de similar precio en barrio Palihue, y que averiguando se enteró de que actualmente el valor de la de Alem prácticamente duplica al de la otra.

   “El precio depende del potencial, de lo que se pueda hacer en el terreno, en este caso la diferencia radica en que en una zona se puede construir edificios y en otra no”, analizó.

   Hablando concretamente de los valores que se están manejando en el mercado inmobiliario por las tierras de Alem, Lisandro Arévalo, director del sitio Bahía Blanca Propiedades, contó que distintos especialistas en el rubro le trasladaron que la finalidad de los terrenos puede ser la construcción de edificios, el uso familiar o el uso comercial.

   “En el caso de una vivienda familiar o comercio, se parte de los 300 mil dólares, mientras que los lotes con posibilidad de edificar parten de los 650 mil dólares”.

   A estos fines, prácticamente no importa el estado de la vivienda si el terreno es grande, se está pagando casi un millón de dólares por un lote amplio, sin importar la casa en él construida, que se demuele sin más. “Para tomar dimensión de lo que están valiendo las tierras de Alem, en un barrio privado como Solares Norte las viviendas parten desde los 200 mil dólares. Vendiendo un lote en Alem se puede comprar una casa en la zona norte de 200 metros cuadrados cubiertos”, graficó Arévalo.