Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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La UNS y una exigencia inicial

Una vez más, el primer contacto académico entre los egresados del secundario y la universidad ha resultado, cuanto menos, contundente en cuanto a sus resultados, dejando en claro que las formas, usos y costumbres deben modificarse y adecuarse para el gran cambio que significa el mundo universitario

La Universidad Nacional del Sur (UNS) exige cada año que los aspirantes a ingresar en algunas de sus 60 carreras apruebe al menos dos materias relacionadas con las primeras asignaturas que deberán cursar en su primer año lectivo

Si bien las posibilidades para ser evaluados son al menos tres, el resultado final promedio supera apenas el 60% de aprobados o, haciendo una lectura inversa, cuatro de cada diez aspirantes no logran cursar las materias del primer cuatrimestre.

Las dificultades que tienen los ingresantes se manifiestan con claridad en el denominado examen de diagnóstico, que se rinde a mediados de diciembre, para lo cual disponen de un cuadernillo con ejercicios y exámenes anteriores como material de estudio.

Materias exactas, como Matemática y Física, la primera de ellas exigida en 40 de las 60 carreras, dejan en claro la distancia entre lo que los ingresantes conocen y manejan y la realidad de lo que la universidad pretende: apenas el 3% de los evaluados en física resultaron aprobados, el 9% en el caso de Matemática.

En números, de 2 mil pruebas rendidas, apenas 120 fueron aprobadas. Ante porcentajes tan bajos, se plantea un conjunto de consideraciones acerca de la disponibilidad de conocimientos y las exigencias.

Para las autoridades universitarias la situación es clara: los exámenes están a tono con las exigencias que los alumnos tendrán en su primer cuatrimestre. Exigen una nueva manera de estudiar, asignar el tiempo adecuado a la preparación y comenzar a entender que cada uno está a cargo de su preparación.

El objetivo es además anticipar la deserción que, de otra forma, se verificaría durante el cursado de las materias, atento a que en primer año un elevado porcentaje de inscritos deja su carrera. 

La idea es, finalmente, que quien ingresa a la universidad tenga en claro que una formación académica exige mucho más de lo que han sentido desde que pisaron, a los seis años, la primera etapa del sistema educativo.