Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Un argentino, líder de un importante hallazgo en Europa

 Hallaron una bacteria en los restos de unos granjeros de hace 5 mil años, la misma que provocó millones de muertes en la pandemia conocida como la Muerte Negra, en el siglo XIV; la Gran Plaga de Marsella (1720-1722); y la plaga de Justiniano, en el siglo VI.

Foto: Nicolás Rascovan, Universidad Aix Marseille.

   Unos granjeros neolíticos de hace cinco mil años cuyos restos fueron hallados en Suecia se convirtieron en las más antiguas víctimas registradas de Yersinia pestis, la bacteria responsable de la peste que azotó esa región, según un estudio internacional que tuvo como uno de sus líderes al biólogo argentino Nicolás Rascovan.

   El trabajo "propone la hipótesis de una primera pandemia de peste en Europa, que habría contribuido con la caída de las poblaciones neolíticas en ese continente", indicó a la Agencia CyTA-Leloir Rascovan, quien realizó su doctorado en biología bajo la dirección del doctor Martín Vázquez en la Plataforma de Genómica y Bioinformática del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (Indear), y actualmente es investigador de la Universidad de Aix-Marseille, en Marsella, Francia.

   Entre 5.000 y 6.000 años atrás, muchas sociedades declinaron en toda Eurasia occidental debido a una combinación de factores que aún son ampliamente debatidos. El nuevo trabajo, publicado en la reconocida revista "Cell", sugiere que la peste podría haber contribuido a diezmar las poblaciones europeas de esa época.

   Yersinia pestis provocó millones de muertes en la pandemia conocida como la Muerte Negra, en el siglo XIV; la Gran Plaga de Marsella (1720-1722); y la plaga de Justiniano, en el siglo VI. Estudios recientes indicaron que esa bacteria infectó poblaciones humanas durante la Edad del Bronce (hace 4.700 a 2.800 años) en diferentes regiones de Eurasia.

   En el nuevo estudio, liderado conjuntamente por Nicolás Rascovan y Simon Rasmussen (Universidad Técnica de Dinamarca), los investigadores analizaron muestras de ADN de esqueletos de excavaciones arqueológicas de granjeros de la edad de piedra descubiertos en Suecia y cuya antigüedad fue estimada en 5.000 años.

   "Encontramos restos de ADN de Yersinia pestis y logramos secuenciar su genoma. Es la cepa más antigua de este patógeno que hasta ahora la ciencia ha logrado identificar", afirmó Rascovan quien egresó como biólogo de la UBA.

   En el neolítico existieron los primeros grandes asentamientos humanos de Europa donde se podrían haber dado las condiciones ideales para el surgimiento de enfermedades. A su vez, en aquella época se expandió en toda Eurasia una serie de innovaciones tecnológicas, tales como el uso de la rueda, la tracción animal y la metalurgia.

   A partir de análisis genómicos de poblaciones humanas de la época, del patógeno y de registros arqueológicos, los autores creen que Yersinia pestis se habría esparcido por Europa a través de interacciones humanas puntuales, como por ejemplo, a través de rutas comerciales.

   "Pequeñas interacciones humanas, facilitadas por el transporte rodado, habrían dispersado el patógeno y provocado la primera pandemia en Eurasia", afirmó Rascovan. "Tal vez, fue la primera pandemia masiva de la historia humana".