Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Casonas que caen: la ciudad que se despide

Mario Minervino / mminervino@lanueva.,com

La viviendas de Gorriti 45 es una de las atractivas casonas de principios del siglo XX.

Una arquitectura de ornamentos, triglifos sugeridos por los templos griegos, flores metálicas, flores de remate, puertas de maderas de tonos claros, revoques color miel sin sombras ni ondulaciones ante el peor de los soles.

Son parte de la segunda ciudad, la que desplazó a los ranchos de abobe, ladrillo y paja. La que se enriqueció con una nueva arquitectura y la mano de obra de artesanos italianos o españoles.

Hoy, como entonces, ocupan lotes de terreno que cotizan muy bien en el mercado. Los desarrolladores buscan esa tierra para emplazar sus proyectos. Las viejas casonas ya no tienen mucho para decir.

Las familias fundacionales se han ido, sus espacios vacíos no evocan otro pasado que el los recuerdos perdidos. Vendrá el cerco y los golpes. La obra será borrada de la geografía de la cuadra para dar lugar a otra, que aspira a quedar para siempre.

El hormigón y su porte harán más compleja su futura destrucción. Se puede creer que se quedará para siempre. Pero nadie lo sabe.

 

"A la pregunta: —¿por qué la construcción de Tecla se hace tan larga?— los habitantes, sin dejar de levantar cubos, de bajar plomadas, de mover de arriba abajo largos pinceles: —Para que no empiece la destrucción —responden. E interrogados sobre si temen que apenas quitados los andamios la ciudad empiece a resquebrajarse y hacerse pedazos, añaden con prisa, en voz baja: —No sólo la ciudad". De Las Ciudades Invisibles, Italo Calvino.