El Regasificador tan temido
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El mismísimo presidente de la Nación, Mauricio Macri, llegó a Bahía Blanca, consciente de la trascendencia y el simbolismo que tenía el hecho del cual venía a tomar parte.
Vino a despedir al barco regasificador que durante 10 años operó en el país.
“Es un símbolo del despilfarro y la mentira”, dijo Macri, como para dejar en claro lo que significó la presencia de esa alternativa para satisfacer la demanda de gas en el país.
El buque llegó en 2008, en principio por una temporada, pero siguió trabajando una década. De acuerdo a datos aportados por el presidente, le costó al país 40 mil millones de pesos.
El buque “Exemplar” zarpó desde el muelle de Compañía Mega y Macri llegó para darle la “despedida”, en una visita-presencia que se extendió por unos pocos minutos, que evitó todo contacto con la prensa y que se justificó con la foto de ser parte de ese momento.
“Generalmente las despedidas tienen una connotación de tristeza. Pero este no es el caso.
Este barco es un símbolo que nos lleva a expresar la inacción, la incapacidad, el despilfarro por las decisiones que llevaron a necesitarlo”, dijo el presidente.
“Este barco tiene que ver con otra cosa que sucedió en nuestro país que fue instalar el engaño, la mentira”, agregó.
La presencia del buque fue parte de una pésima política energética. En su etapa de apogeo, llegó a proveer 24 millones de metros cúbicos a la red nacional.
Comenzó con 6 barcos al año, pero en 2013 arribaron 42 metaneros, con un costo por millón de BTU que llegó a estar entre los más caros del mundo.
Los costos de cada operación sumaron 150.000 dólares diarios y en ocasiones debían aguardar su ingreso a puerto varias jornadas, cobrando 50 mil dólares adicionales, en una operatoria que estaba en manos de los hoy procesados Julio de Vido y su subsecretario, Roberto Baratta.
La provisión de gas está ahora en manos del yacimiento de Vaca Muerta, una puerta que fue inexplorada y no explotada por años y que en principio permitirá el autoabastecimiento del país, por una parte, y también exportar combustible.
Es que, si no hay engaño, Vaca Muerta es una reserva en gas tan importante como la de Rusia y, en petróleo, lo que tiene Venezuela.