¿Llegan los chinos para rescatar el megaproyecto de la minera Vale?

Redacción de La Nueva.

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Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com

   A cinco años de su hundimiento, el megaproyecto de la minera brasileña Vale para extraer potasio en Malargüe y exportarlo por el puerto de Bahía Blanca sigue siendo una herida difícil de cicatrizar.

   Al menos así parece serlo en territorio mendocino, donde los funcionarios del gobierno  provincial siguen viendo en esa idea una posibilidad concreta de reactivación económica.

   Y no es para menos, salvo el incipiente desarrollo del yacimiento petrolero y gasífero de Vaca Muerta en territorio mendocino, por el momento no hay otra iniciativa de semejante magnitud.

   Días atrás una misión del gobierno de Mendoza viajó a China con el objetivo de interesar a la Shanghái Potash Engineering Research Center en el proyecto trunco de Potasio Río Colorado.

   Si bien los funcionarios regresaron sin una respuesta concreta, al menos volvieron con la promesa de una segura visita de los chinos a Malargüe y alguna que otra manifestación de interés.

   La reunión con los directivos del órgano chino encargado de la importación de potasio fue la primera actividad oficial de la gira.

   Del encuentro tomaron parte el ministro de Infraestructura, Economía y Energía, Martín Kerchner, junto al subsecretario de Energía Emilio Guiñazú y el director de ProMendoza, Mario Lázzaro.
Wei Chengguang, presidente de la Shanghái Potash anunció que viajará a Mendoza para conocer personalmente el proyecto que inició la brasileña Vale.

   “Veo mucha oportunidad en ese proyecto, espero que podamos visitar Mendoza en los próximos días y estudiarlo en profundidad. Creemos que podemos además apoyar y contribuir a la amistad entre los dos gobiernos”, dijo Wei.

   Si bien el proyecto inicial contemplaba la producción de 4 millones de toneladas de ese fertilizante, luego fue reformulado para hacerlo más accesible a posibles inversores, con una meta de producción de 1,5 millones.

   “Era tan gigantesca y faraónica la obra que se propuso en su momento que por sus costos y la caída del precio del potasio se tornó inviable. Para concretarla es muy importante la energía y por eso le contamos del proyecto de Portezuelo del Viento, y también es muy importante el transporte y por eso le hablamos del tren de Vaca Muerta, además de tener ya la declaración de impacto ambiental”, dijo  Kerchner a los medios mendocinos invitados a la gira.

   “Ellos consumen 16.000 toneladas al año y sólo producen 6.000 por lo cual es una oportunidad. Conocen el proyecto, lo han estudiado y les interesa. Una vez que vayan a  Mendoza esperemos que desde ahí empecemos a desarrollar un acuerdo para el futuro”, agregó.

   En cuanto a la posibilidad de sumar el potasio del sur mendocino al ramal Bahía Blanca - Vaca Muerta, desde La Nueva se le preguntó sobre dicha posibilidad al ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, quien en julio pasado había aclarado.

   "Todo desarrollo económico que puede financiar una extensión del tren se puede hacer, pero esto hoy no existe, es un tema que hemos analizado, vimos los proyectos y no hay nadie que este dispuesto a invertir para que el tren llegue hasta el sur de Mendoza, sí hasta Añelo, en Vaca Muerta".

   En Mendoza se viene hablando de "la solución" para reducir hasta un 50% el costo de transportar material desde la mina hacia el puerto de Bahía Blanca será un nuevo proyecto de ferrocarril cuya traza vaya desde Malargüe a Añelo, pasando por Chinchinales.

Una larga historia

   Vale frenó su proyecto en 2013 tras revisar sus planes internacionales y entender que las condiciones económicas de la Argentina no generaban  condiciones adecuadas para continuar.

   En julio del 2012, la ex presidenta Cristina Fernández había anunciado la puesta en marcha de la mina de potasio Río Colorado, en Mendoza, un proyecto que describió como “estratégico” por su monto cercano a los 6,400 millones de dólares y el efecto multiplicador en los proveedores que iba a generar.

   Dentro de los numerosos intentos por resucitar el proyecto hubo uno en febrero de 2015 de la entonces presidenta Cristina Fernández, a los empresarios chinos. 

   Antes se habían sumado versiones sobre el supuesto interés de empresas de origen chino, indio, canadiense, inglés y japonés, por mencionar sólo algunas.