Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Tiene fecha el juicio contra un hombre acusado de violar e intentar matar a una nena de dos años

La nena sufrió dos perforaciones de intestino como consecuencia del castigo que recibió y estuvo internada casi dos meses.

Foto: Archivo LN.

   A principios de 2019 será juzgado un hombre acusado de violar y golpear salvajemente a una nena de dos años en Punta Alta.

   Producto del brutal castigo, la pequeña sufrió dos perforaciones en los intestinos, estuvo a punto de morir y permaneció internada casi dos meses.

   El sujeto está imputado de abuso sexual con acceso carnal y tentativa de femicidio.

   El acusado, de 24 años y oriundo de Córdoba, a quien no se identifica para preservar a la víctima, era pareja de la madre de la menor y estaba al cuidado de la niña y sus dos hermanos cuando se produjo el ataque.

   El debate se desarrollará del 13 al 15 de marzo y estará a cargo del Tribunal en lo Criminal Nº 1, integrado por los jueces Hugo Adrián De Rosa, Ricardo Gutiérrez y Cristian Yésari.

   La acusación es llevada adelante por la fiscal de la UFIJ Nº 14, Marina Lara, mientras que al imputado lo asesora el defensor oficial Jorge Sayago.

   Según el Ministerio Público, el pasado 20 de marzo, en una vivienda de Villa General Arias, el joven agredió físicamente a la nena, provocándole lesiones en el maxilar inferior, tórax, región cervical, abdomen y piernas.

   También, entre ese día y la jornada anterior, está imputado de abusarla sexualmente.

   Esta situación fue detectada por los médicos del Hospital Penna tras llegar derivada desde el Hospital Municipal Eva Perón de Punta Alta.

Testimonios reveladores

   A partir de diferentes testimonios recolectados durante la investigación, la fiscal halló probado que el acusado estaba al cuidado de la menor cuando se produjo el ataque, y que no ingresó otra persona a la vivienda que ocupaban.

   Una de esas declaraciones correspondió a la madre de la nena, quien dijo haber conocido por Facebook al imputado en noviembre del año pasado.

   Mencionó que al poco tiempo se vino desde Córdoba a Punta Alta, y que en enero comenzó a convivir con el sospechoso en la vecina ciudad.

   Admitió que el individuo le mintió con su apellido y aseguró desconocer que contaba con antecedentes penales.

   Agregó que el procesado hacía changas y que ella realizaba tareas de limpieza en la casa de la mujer que les alquilaba el departamento.

   Comentó que ese día fue a visitar a su hermana y que el joven quedó al cuidado de los chicos.

   Describió que cuando regresó notó que la nena se desvanecía y que al interrogar a su pareja sobre lo sucedido, este le dijo: “yo no sería capaz, sé lo que es perder un hijo”.

   Explicó que se desmayó cuando le dijeron en el hospital que su hija había sido abusada.

   Una tía de la menor describió que le preguntó a un hermano de la pequeña si el acusado le había pegado a la víctima y que el chico le “hizo señas como que le apretaba el cuello con las manos”.

   La mujer dijo que su pareja “sospechaba que el tipo (por el acusado) le pegaba a la nena”.

   Para imputar la tentativa de femicidio, la fiscal consideró que el acusado “teniendo en cuenta el tamaño de la niña, debió asumir como altamente probable el deceso de la víctima, cosa que no ocurrió por el accionar de la madre, que procuró la asistencia médica a tiempo”.

   También indicó que había otros dos chicos en la casa y que “la agresión se centró en la nena”, representando “una clara relación desigual de poder, por lo cual se encuadra en un marco de violencia de género”. 

   El acusado declaró que “en ningún momento estuve con ellos, cuando se fue la madre yo me fui afuera a esperarla, los nenes se quedaron adentro”.

   Señaló que estuvo charlando con dos personas y que ingresó a la casa cuando regresó su pareja.  “La nena ya se sentía mal, pero en ningún momento tuvo nada que ver conmigo”, afirmó.

   La fiscal sostuvo que no aportó "elementos que contribuyan a desvirtuar el plexo probatorio” e indicó que se contradijo con los elementos de cargo.

"Llegó muriéndose"

   Una médica que atendió a la pequeña declaró que la lesión duodenal es un indicio de maltrato.

   Explicó que generalmente una patada o un golpe de puño “comprime el estómago contra la columna y se produce el efecto en el intestino”.

   Otra doctora comentó que "la nena me llega en schock. La madre solo refiere que se fue dos horas y que cuando vuelve la encuentra fría, con las piernas débiles, que no se podía movilizar y no reaccionaba. La lleva al Hospital Eva Perón, ahí le ponen suero, le empiezan a pasar liquido y la derivan al Penna".

   Uno de los facultativos del policlínico regional comparó la agresión con la magnitud de una herida sufrida por una persona en un accidente de tránsito.

   También señaló la gravedad del cuadro que presentaba la menor cuando su madre regresó a la vivienda y la encontró “como adormecida”.

   En ese sentido, indicó que “la nena llegó muriéndose al hospital, si la madre llegaba una hora más tarde la encontraba muerta”.

   Los profesionales sostuvieron que la bebé recibió “una golpiza muy grande”.

   Coincidieron en que las heridas "son gravísimas" y "le pueden dejar secuelas de por vida".