Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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El problema de la seguridad alimentaria en China y el gran potencial para la Argentina

La conocida superpoblación del país asiático acarrea una imposibilidad de alimentar a todos sus habitantes con recursos propios. La posibilidad para que Mauricio Macri negocie exportaciones con su par chino en la próxima cumbre del G20.

Joaquín Gallego (*) / Especial para La Nueva.

La población de China es de aproximadamente 1.300 millones de habitantes, esto significa que el Gobierno chino debe ser capaz de satisfacer la demanda alimenticia de dicha cantidad de bocas todos los días. Ahora bien, China posee casi un 20 % de la población mundial y solo un 7 % de la tierra arable de nuestro planeta lo cual hace que alimentar a su propia población sea un reto de una gran envergadura.

Teniendo presentes los desafíos que encuentra el Gobierno chino para cada año satisfacer la demanda de alimentos de su propia población, y habiendo sufrido varias hambrunas a lo largo de su historia, es que los líderes del país asiático decidieron emitir en 1996 el “Documento sobre Seguridad Alimentaria”. Este documento oficial remarca el rol primordial que la seguridad alimentaria juega en el plan de desarrollo social del Estado.

El documento señala que a pesar de las dificultades existentes dentro del propio país para producir alimentos, el Gobierno deberá ser capaz de satisfacer la demanda del 95 % de su población. Este objetivo fue establecido teniendo en cuenta la capacidad productiva del país y las limitaciones existentes a la agricultura debido al terreno mayoritariamente montañoso que cubre todo el país.

El propio Gobierno del país oriental reconoce que solo posee una capacidad productiva para satisfacer la demanda de alimentos del 95 % de su población, pero ¿y el otro 5 %? ¿debería ser dejado a su suerte y sufrir de hambre? Primero debemos aclarar que el 5 % del total de la población china equivale a unos 65 millones de personas (20 millones de personas más que el total de la población de Argentina). Segundo, debemos también señalar que el Gobierno chino en su “Documento sobre la Seguridad Alimentaria” claramente indica que los alimentos necesarios para alimentar al 5 % de la población restante deberán ser importados de otros países. Es aquí donde reside el potencial para el aumento de las exportaciones argentinas. Si China debe importar alimentos para satisfacer la demanda de unas 65 millones de personas ¿Por qué no importarlos desde Argentina?.

Nuestro país el año pasado exportó a China productos por un total de 4 mil millones de dólares, de los cuales más de un 90 % de los mismos estuvieron integrados por productos alimenticios y agrícolas tales como los porotos y aceite de soja, carne y pescado. Ese mismo año Argentina importó productos de China por un valor de 9 mil millones de dólares, dejando una balanza deficitaria para nuestro país de 5 mil millones de dólares.

Teniendo en cuenta el problema que tiene China para alimentar a su propia población y el gran potencial exportador de nuestro país de productos alimenticos y agrícolas, nuestro país debería estar activamente buscando cómo aumentar los volúmenes de exportación hacia el país asiático con el objetivo de revertir la actual balanza deficitaria. Esperemos que este tema se encuentre en la agenda de nuestro Gobierno cuando el presidente Mauricio Macri se reúna con su homólogo Xi Jinping en Buenos Aires para la reunión del G20.

(*) Abogado y especialista en Derecho Civil y Comercial Chino.

 

Trump viene y se va

Si no cambia de planes sobre la marcha, Donald Trump llegará el 29 de noviembre a Buenos Aires para formalizar su visita oficial a Mauricio Macri y deliberar en la Cumbre del G20, y el 1° de diciembre a la madrugada volaría hacia el Distrito Federal para participar de la jura de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México.

Macri aguarda a Trump para un encuentro a solas en Olivos y el líder chino Xi Jinping para una histórica reunión bilateral, pero el presidente de los Estados Unidos siempre modifica su agenda política y hay pocas certezas sobre la actividad oficial que desplegará en la Argentina.

Desde hace días que en Washington se escucha la posibilidad de un viaje relámpago de Trump al DF para participar de la jura de López Obrador. Como la asunción es el 1° de diciembre, Trump debería abandonar las deliberaciones del G20 y cancelar su cónclave con Xi Jinping, que enfrenta las posiciones proteccionistas del presidente americano.