Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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“En el fútbol aprendí que antes de quejarse hay que trabajar”

Marcelo Argüello dijo que pasó la adaptación y que necesita reencontrarse con el gol lo antes posible.

Foto: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa)

   Aunque jugó dos partidos, los primeros de esta edición 2018-2019 de la B Nacional, el hincha de Olimpo quiere conocerlo un poco más.

   Por eso, Marcelo Emanuel Argüello, delantero santafesino de 25 años, repasó como siguió su carrera después de haberse ido de Colón de San Fe, club con el que debutó en Primera división, en 2014, y donde sumó 6 presencias en la elite del fútbol argentino.

   “Colón me cedió a préstamo a Gimnasia de Jujuy, y de ahí emigré a Ecuador, al Deportivo Quito. Regresé al país para actuar en Gimnasia de Concepción del Uruguay, en el Federal A. Estuve una temporada y pase a Universitario de Sucre (Bolivia), mi último equipo antes de recalar en Olimpo”, sostuvo "Papu", como le dicen.

   —En el fútbol boliviano te fue bien, al menos con el gol...

   —Sí, marqué 11 tantos en 28 cotejos. Tuve continuidad, me sentí importante y cada vez que jugué, sino convertí, cumplí con el equipo. El fútbol de allá no es igual al de acá, y pese a que estaba pleno físicamente, me costó la adaptación a la B Nacional. Antes de lesionarme (sufrió un desgarro en el cuádriceps de pierna izquierda), me tocó estar en los dos primeros partidos del campeonato y no fui el jugador que yo quiero ser.

   —¿Es un mito o una realidad que la pelota no dobla en la altura?

   —No creas lo que te digan, la pelota dobla. Cuesta jugar en la altura porque te quedás sin aire y el balón viaja a mil por hora, pero es una experiencia que ya pasó, que me tocó y me gustó vivir. Ahora estoy pensando en Olimpo, en volver a mi nivel y en conseguir rodaje.

   —Con Gimnasia de Jujuy participaste en la B Nacional, pero fue en el torneo 2014-2015. Hoy, cuatro años después, ¿cómo ves el nivel de la categoría?

   —Es una divisional muy exigente, de rigor físico. Los equipos están preparados para defenderse y algunos se pasan del limite con los golpes o los roces. En el fútbol aprendí que antes de quejarse hay que trabajar, y estoy entrenando duro para jugar y ser lo que Olimpo espera de mi.

   “Me tendré que acostumbrar al choque y a que los defensores te quieran comer cada vez que te marcan. Es un campeonato duro, pero este Olimpo quiere jugar y ganar por méritos propios, y eso es lo que nos hace sentir bien a todos los que componemos el plantel”.

   —Ganaron dos partidos, no empataron y suman 6 puntos. ¿Está bien o tendrían que tener alguno más?

   —Salvo contra Brown de Adrogué, donde no tuvimos una buena tarde, hemos realizado buenos partidos. Contra Sarmiento y frente a Nueva Chicago, por ahí merecimos un poco más. Lo bueno es que el equipo sigue creciendo, crea situaciones de gol en cada presentación y se está haciendo fuerte de local.

   —¿Sos un delantero de área o podés jugar por afuera?

   —Soy bien de área, aunque el técnico (Darío Bonjour) nos pide que no seamos la referencia para los centrales contrarios, que nos movamos por el frente de ataque. Me cuesta salir a los costados, pero lo tengo que hacer para poder desmarcarme. El DT se fija mucho en esos detalles, y me viene muy bien que me los diga.

   —¿Con cuántas unidades quieren llegar al receso?

   —No sé, no me gusta hacer futurología, pero estamos en proceso de convertirnos en un equipo fuerte e incómodo para todos. Tenemos material como para ilusionarnos, porque además de buenas individualidades, contamos con un estilo y una idea colectiva que nos está dando resultado. Confiamos en eso y vamos al frente con lo que queremos y pretendemos.