La UIPA, una entidad para estar a la altura de la velocidad de los cambios

Redacción de La Nueva.

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Por Maximiliano Allica / mallica@lanueva.com

   “La creación de la Unión Industrial de la Patagonia Argentina (UIPA) es muy importante porque necesitamos diseñar una institucionalidad que esté a la altura de la velocidad de mutación de la realidad económica del sur del país”, dice el licenciado Oscar Liberman, titular de la Fundación Mercado, organismo que tendrá un rol clave en este esquema.

   “Nosotros vemos que se ha formado un corredor transversal entre Vaca Muerta y Bahía Blanca, y otro longitudinal entre ese corredor y Tierra del Fuego, lo cual está generando unos movimientos económicos y sociales muy fuertes, que recién comienzan”, agrega.

   Liberman considera que el vértigo de los cambios impone nuevas propuestas institucionales. Por eso, según describe, la UIPA es una plataforma que apunta a nuclear a distintos sectores para generar trabajos eficientes, que redunden en beneficios distribuidos con equidad regional y sectorial.

--Agrupar esos sectores no es fácil. Usted, para explicar algunos de estos conceptos, apela a la necesidad de redefinir el concepto de Patagonia.

--Los límites políticos impuestos por el hombre tienen su fecha de vencimiento. No quiero decir que las fronteras de los países se van a mover cíclicamente, pero hay límites que se han establecido en una determinada época bajo una determinada dinámica. Hoy pensar que Bahía Blanca, por estar políticamente fuera de la Patagonia, debe quedar excluida de un proceso que la incluye de manera natural y espontánea, es poner las cosas al revés.

   Los caños que van en tren desde el puerto de Bahía hacia Vaca Muerta o las partes de molinos de energías renovables que viajan hacia el sur no llevan pasaporte para cruzar una frontera. Esto es algo de todos los días e irá in crescendo. La dinámica de las actividades está definiendo a esta región.

--Parte del desafío es la integración del puerto bahiense con otras terminales de aquí hacia el sur.

--Hay un esquema de hub portuario ineludible. Hasta aquí, siempre se puso el acento en la competencia, en especial en aquella distorsionada por el Estado, por ejemplo, con los reembolsos a los puertos patagónicos. Son todas terminales de distintas características, que se encuentran en una región que va a interactuar y de la que van a entrar y salir mercaderías de distinto tipo. Me parece que debemos fortalecer la interconectividad y articular políticas comunes.

   Estamos frente a un proceso económico que va a suceder igual. Dado que va a suceder, consideramos que es mejor trabajar para que sea en forma organizada y no que ocurra de manera espasmódica.

--Justamente, en el acto de lanzamiento el pasado jueves en el Teatro Municipal, se habló de la diferencia entre crecimiento y desarrollo.

--No todos perciben la diferencia entre recuperación, crecimiento y desarrollo. Cuando Argentina supera una crisis y tiene un proceso de recuperación, focalizada sobre todo en el consumo, los gobiernos de turno creen que estamos en una etapa de crecimiento y que la consecuencia natural es el desarrollo. Allí se empiezan a descontrolar y volvemos a una crisis sin siquiera consolidar el crecimiento.

   El crecimiento simplemente es lograr que el PBI se expanda. Si un producto de exportación argentino tiene un precio internacional alto durante tres o cuatro años puede generar crecimiento. Encandenarlo con otras actividades y hacer que esto impacte en un proceso de 10, 15, 20 años y genere bienestar en toda la comunidad, no solo el sector involucrado, eso es desarrollo.

Unificar los criterios, consensuar

   “Paralelo a Vaca Muerta, vamos a tener una situación similar en Tierra del Fuego, además de la extensión de Vaca Muerta a Chubut, en una Patagonia que desarrolla energías renovables y una importante economía pesquera, sumadas a la actividad petrolera y fabril ya radicada, lo cual traerá aparejados elementos de desarrollo que no se pueden esquivar. Porque necesariamente va a haber conectividad, se van a necesitar perfiles de mano de obra que no están en esos lugares y eso va a generar movimiento de gente, de salarios, obras de infraestructura, trabajo, inversiones”, remarca Liberman.

   “En ambos casos se trata de proyectos de largo plazo, no se puede hacer un Vaca Muerta para los próximos 4 años, sino para 20, 30 o más. Nos parece inteligente por parte de la política y las empresas que, si esta dinámica se plantea así, trabajemos conforme a ese proceso”.

--¿Cuáles son algunas dificultades?

--Hablemos, por ejemplo, de un corredor ferroviario. Para concretar la obra, puede ocurrir que un municipio pida una cosa y otro, más adelante, lo contrario. O que una provincia tenga regulaciones en un sentido y su vecina, en otro. Hay que unificar los criterios, consensuar, pedir todos lo mismo. Eso es favorecer las condiciones de desarrollo, que además en este caso viene servido, lo cual no es habitual.

--¿Cuál va a ser el rol de la Fundación Mercado?

--Hicimos el diseño institucional, tratando de pensar de una manera distinta, más moderna y dinámica. Se trata de una plataforma, no de una entidad a la antigua, sino algo más horizontal. La idea de la Fundación es profesionalizar y administrar la UIPA. Vamos a diseñar departamentos, proveer los profesionales, generar información estadística y llevar adelante la dirección ejecutiva. Es un esquema que requiere menos reuniones e interacción tradicional, porque vamos a aprovechar las nuevas tecnologías. Eso demanda una asistencia profesional permanente.

Convocatoria abierta

--¿A quiénes está abierta la UIPA?

--A todo tipo de empresas de la región y también tenemos un sistema de socios adherentes para instituciones. A su vez, hemos incorporado en nuestras relaciones a las fuerzas laborales, los gremios. Naturalmente, en este proceso va a haber tensiones, por eso no pretendemos que la UIPA represente a un solo sector sino que sea una mesa integradora donde se sienten las partes y, que cuando salgan de la entidad, tengan la solución planteada.