Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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No es flan, es whisky

   Cada país tiene su palabra. En Reino Unido la orden expresa “say prunes” que traducido significa “diga pasas”; Dinamarca y países escandinavos emplean “appelsin” que equivale a “naranja”. Francia utiliza “ouistiti”, cuya traducción es “Tití”, si, el mono. En Italia la palabra habitual es “sorridi” y en Alemania si bien reina la “seriedad” se utiliza el vocablo “'käsekuchen” que significa "tarta de queso".

   En Georgia emplean una “fórmula” que según su fonética sería “jachapuri”, es una comida típica. Egipto no emplea técnica alguna; en India usan “mushkarana”, es decir el tradicional “queso”.

   Remitirnos a las ancestrales culturales orientales es una misión imposible de escribir en mi computadora; Japón utiliza una palabra cuya pronunciación es “chisu” (queso), China también emplea “chisu” aunque significa “berenjena”.

   ¿En España dirán “Messi”?

   Ya en continente americano encontramos que en Brasil el imperativo es “digam fis”; en Estados Unidos es “chesse” que significa “queso” y tanto en México como en Argentina la orden impartida es “digan whisky”.

   Luego de este recorrido cultural y algo gastronómico, creerás que el objetivo es “sacarte una sonrisa”, enhorabuena; pero cada cultura tiene su palabra para hacer sonreír a su gente al momento de perpetuarla en una fotografía.

   Atrás quedó la máquina y su rollo, el flash y “a ver el pajarito”; hoy pareciera que la vida transcurre en imágenes. Redes sociales, portales informativos tienen saturación de imágenes en detrimento de las palabras.

   ¿Vivimos “para la foto”? ¿Qué relación hay entre mente y foto? ¿Elemento clave de la política?

   Un recorrido por la historia de la Piscología y la Comunicación explican que en los 60’ se produce un giro total en estas convergentes disciplinas. Según los cognitivos la imagen actúa como mediadora entre la realidad y nuestra forma de acercarnos a ella.

   El Marketing y la Publicidad se encargan, basados en la Psicología, de “moldearlas" para poder influir en la gente. Kennedy fue “pionero" en el empleo de estos conceptos y la actualidad política habla por sí sola.

   El sociólogo Manuel Castells autor de Comunicación y poder, Comunicación móvil y sociedad, Redes de indignación y esperanza, entre otras, sostenía antes de finalizar el siglo XX que, “sin comunicación no hay movilización, sin movilización no hay acción”.

   Las imágenes llegan, nos invaden, nos inundan y hasta saturan los umbrales; la foto se multiplica en el mismo instante que ocurre, el sentido más desarrollado, la vista, capta y el cerebro almacena. La realidad se reproduce en fotografías a tal punto que caemos en la confusión de imagen y realidad, pues vemos solo lo captado, quedando “fuera de foco” gran cantidad de elementos.

   Desde el niño que sopla la vela de su cumpleaños hasta el egreso universitario, desde la alegría de un casamiento hasta el dolor del hallazgo de un fallecido, desde la gloria de una medalla olímpica hasta la sonrisa constante y estereotipada de un político.

   ¡La vida en fotos! ¿Y tus fotos?

   La Psicología también analiza fotos. Una foto de espaldas expresa cierta resistencia al momento de establecer vínculos; mientras que una de perfil comunica misterio y es una invitación para ver qué esconde esa persona. Los brazos cruzados protegen y defienden; las fotos “sin retoques” son una muestra de seguridad. Las de la infancia revelan cierto anclaje en el pasado y quien utiliza un animal, su equipo de fútbol y no se muestra evidentemente mucho esconde.

   ¡Sonríe! ¡Whisky! ¡Chesse! ¡Say prunes!, ¡Ouistiti! ¿Flan? Evidentemente las imágenes son una forma de construcción de poder.