Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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La historia detrás del llanto de la nadadora de plata

Cuando la premiaron, alzó al frente su palma izquierda, donde se le pudo ver la inscripción “abuela” junto a un corazón.

Fotos: Télam

   Delfina Pignatiello se subió al podio, le colgaron la medalla de plata al cuello y cuando escuchó la ovación de unas 2.000 personas, se quebró.

   La emoción de la nadadora no sólo se explica por el segundo puesto que obtuvo en los 800 metros libres de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Una semana antes de la competencia vivió algo que la marcó.

   La adolescente de 18 años obtuvo la primera medalla de plata de la delegación argentina. Y cuando la premiaron, alzó al frente su palma izquierda, donde se le pudo ver la inscripción “abuela” junto a un corazón.

   “Esto es para mi abuela Amalia que falleció la semana pasada antes de que empezaran los Juegos. Así que esta carrera fue totalmente para ella. Sé que estuvo conmigo”, confirmó frente a los micrófonos unos minutos después.

   La bicampeona mundial en 800 metros y ganadora del Olimpia de Plata el año pasado se mostró sorprendida por el apoyo del público durante su prueba.

   “No esperaba todo el apoyo que me dieron”, manifestó.

   La argentina finalizó con un tiempo de 8 minutos 32 segundos 42 centésimas, ubicándose detrás de la húngara Kesely (8:27.60) y delante de la austriaca Marlene Kahler (8:36.57).

   “Nos esforzamos muchísimo. Yo entreno 30 horas a la semana, estuve un mes concentrada lejos de mis papás, de mis amigos, de mi novio, de toda la gente que quiero para venir y competir ocho minutos. Que todos puedan ver ese esfuerzo es muy lindo”, concluyó la chica de San Isidro. (La Nueva., NA y Clarín)