Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Midget: Matías Lastra Meler noqueó al Caballero Rojo para ingresar en la historia

El nieto de Omar le torció el brazo a Mariano Pérez con un sobrepaso notable y consiguió su primer triunfo en la categoría. En la Clase 2, la victoria se la llevó Roberto Calahorra.
Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Gonzalo Antonio Martínez / gmartinez@lanueva.com

   Para entrar en la historia grande del Midget, Matías Lastra Meler, uno de los tantos embajadores de la nueva camada, tuvo que noquear al "Caballero Rojo", justo en el día de su regreso a la pelea de fondo.

   Es que en la primera parte de la tercera final del Campeonato Invernal, los flashes apuntaban a Mariano Pérez, quien había recobrado protagonismo después de mucho tiempo, hasta que "Mati" ejecutó un gran sobrepaso por el sector externo para saltar a la punta y aguantar con mucha frialdad hasta la bandera a cuadros.

   "Creo que de los más chicos era el único que faltaba ganar, así que me saqué una mochila grande de encima. Antes de largar me conformaba con subir al podio, pero cuando quedé solo con Mariano (Pérez), dije: 'esta es mi oportunidad'. Lo seguí como en la semifinal, sin cometer equivocaciones, y lo pude forzar al error. El auto mío iba muy bien", comentó el ganador.

   —Elegiste el radio de giro que justamente no caracteriza a la familia Meler...

   —Sin dudas, porque la mayoría las corro por adentro o por el medio. Nunca me excedí tanto. Fue la primera vez que hice la serie, la semifinal y la final, y la verdad que se siente raro, muy peligroso. Sobre todo porque vas a centímetros de las gomas y pasándole fino al paredón, pero valió la pena.

   —Qué "piña" le diste al Caballero Rojo...

   —Le metí un buen cross de derecha. Creo que me sirvieron los 8 meses de kick boxing, ja, ja. Hay buena onda con Mariano, estamos al lado en los boxes y fue una linda carrera.

   Tal vez hayan servido esos meses de práctica de la disciplina de combate, antes de dejarla porque sus tiempos no alcanzaban. Pero, es un hecho que la capacidad de manejo la heredó de su abuelo Omar, otro que se mostró muy emocionado al cabo de la carrera.

   "Me fui de la pista con sensaciones encontradas, porque pasé por todos los estados: alegría, miedo, ansiedad y felicidad. Corrió muy bien Mati, se alinearon los planetas y creo que lo disfruté mucho más que cuando me tocó ganar a mí. Es mi nieto, lo quiero mucho y esto seguramente no se va a borrar de mi mente", manifestó.

   El Ñato fue su guía dentro y fuera de la pista. Incluso han llegado a tener algunos chispazos que terminaron con fechas de castigo para "Meler Jr.".

   "Nuestras discusiones y los castigos han sido para esto. Si vos querés andar bien, tenés que comportarte de manera profesional. Hay reglas y conductas que cumplir, ya que eso después se traslada al habitáculo. Hoy trabaja conmigo, ya no sale antes de las carreras... Hay que tomárselo enserio y creo que él lo está haciendo", cerró.

   De los festejos posteriores, el Ñato no dijo nada. Por eso imaginamos que la algarabía todavía perdura en el taller que ayudó a darle identidad al midget con su aparición allá por el año '85. La única certeza es que lo seguirá haciendo, con Matías en la categoría, por un tiempo más...

Cambió la suerte

   Atrás quedó aquel vuelco con el auto prestado de Daniel Altamirano. Sebastián Burgos cambió la suerte y con su nueva unidad del taller de calle Estomba logró el segundo puesto. De hecho, fue su resultado más destacado en lo que va del torneo.

   El podio lo completó Mariano Pérez, que volvió a lucir como en sus mejores épocas.

Clase 2: A pedido de "Beto"

   ¿Cuántas veces Roberto Calahorra expuso su descontento cuando desapareció el piso por el sector externo? Ayer se pudo girar a fondo por afuera como al Capitán América le gusta, y demostró que no perdió sus condiciones a la hora de manejar limando el chasis contra el paredón.

   "Beto" aprovechó un error de Nahuel Schmit para saltar a la punta y adjudicarse la final de la Clase 2. Segundo terminó el puntaltense, quien exprimió al máximo los motores de Carlos Bertolini.

   Silvio Manzotti, en su mejor producción, finalizó tercero y se consolida cada vez más.

De a tres

   Hubo vuelcos para todos los gustos en el Héctor Evaristo Plano. Se contabilizaron más de una docena, y el más llamativo fue el ¡triple! tumbo que protagonizaron Matías Oyola, Adrián Basconcello y Rody González.