Emergencias

Redacción de La Nueva.

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911. En la nota del sábado 29 de julio de “La Nueva.” titulada “El servicio 911...” firmada por el Sr. Mario Minervino, se menciona a mi esposo al indicar: “la persona de 82 años mordida...”, etc. circunstancia en que, “pese a llamarse al 911 la ambulancia nunca llegó”. En el párrafo siguiente se señala que, según la Municipalidad: “un caso de ese tipo no amerita la asignación de una ambulancia de alta complejidad”. Esto es inadmisible.

1) No se requirió una ambulancia de ese tipo. Se indicó cuál era la emergencia.

2) Ante la descripción de la emergencia, que podía derivar en algo grave (el sangrado fue abundante), en el 911 deben saber y proveer el auxilio adecuado. Es lo menos que se espera de un servicio de ese tipo.

3) Ha de destacarse, en especial en este caso, que el accidente ocurrió en un paseo público, donde los ocasionales transeúntes se ven desprotegidos dada la desidia del Estado Municipal que no se ocupa del problema del peligro ya conocido que proviene de perros vagabundos.

Otro dato inadmisible: la semana pasada un veterinario de Zoonosis de la Municipalidad, a la pregunta de un periodista de TV sobre cómo actuar ante esos animales, respondió: “No lo mire a los ojos porque puede sentirlo como un desafío.. Mírele la cola (¿?), y no corra. Quédese quieto”. Claro. Espere que lo muerda, agrego.

La solución del problema tanto de los perros como de la atención de emergencias debe enfrentarse y resolverse de manera urgente.