Movida del 74
Hace 42 años, en abril de 1974, la noche bahiense ofrecía una variada e interesante cartelera de espectáculos.
Por un lado, las confiterías, salones, clubes y boliches locales renovaban su oferta semanal. El Salón de los Deportes, Soler 444, anunciaba de 22 a 4 la “¡sensacional presentación!” de la agrupación musical Destino, del sello Microfón, y de la orquesta típica Edgardo Berrino. Habría, además, premios y calefacción. En el club Sansinena, a todo ritmo, se presentaba el grupo Los Planetas, en una noche de 23 a 4, con ómnibus al finalizar.
La peña La Botica, de avenida Colón 398, ofrecía un “show estelar” con la voz romántica de Luis Ordóñez y el cuarteto tanguero de Lucio Passarelli. Finalmente, en un escenario inusual, como el salón de actos de la Biblioteca Rivadavia, actuaban Darío Vittori y Diana Maggi con Una cana al aire.
Pero, sin duda, las ofertas más atractivas estaban en los clubes Estudiantes y Villa Mitre. El primero, presentando la revista encabezada por Alberto Olmedo, Jorge Porcel y Ambar La Fox. En Villa Mitre, la voz del momento: Quique Villanueva, en una jornada que duraba de 22 a 4 y que también incluía el recital de Los Rinos y Los Rothers. Villanueva, de 29 años de edad, había dejado hacía cuatro años de ser parte de Los Náufragos para comenzar su carrera solista. Más allá de sus Zapatos rotos, Otra vez en la vía y De boliche en boliche, presentó nuevos temas, la más de ellos melódicos (lentos), como Qué ganas de besarte y Noche, tú que sabes de todo. Además de actuar en Villa Mitre, el cantante se presentó en Chiro’s, al lado al Palacio del Cine, Chiclana 174, junto a los no menos populares Los Nocturnos, con la voz de Mara Lúa.
Los 70 en su esplendor. Camisas de cuellos anchos, pantalones de botamangas anchas, los pelos largos y el esqueleto a todo ritmo.