Fabio Lucanera: “El título es un sueño cumplido”
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En la final del domingo ante Olimpo, el mejor de la cancha. A lo largo del torneo, el emblema del equipo. En la historia de Sansinena, un referente con todas las letras.
Demasiadas pistas para comprender que se trata de Fabio Lucanera, la voz autorizada del campeón, quien no ocultó su emoción por la obtención del Clausura de la Liga del Sur.
“Si el primer título (Apertura) fue un desahogo de 68 años, éste (por el Clausura) fue un sueño cumplido. El anhelo de todos los chicos que, como yo, crecen en el pueblo y son hinchas del club. Soy un privilegiado”, explicó el gran capitán.
“Ni bien pitó Altuna, lo primero que se me vino a la cabeza fue mi familia. Ellos siempre estuvieron en los momentos difíciles y son los que verdaderamente se lo merecen”, manifestó sin despegar la mirada de sus afectos.
Los números del campeón son indiscutibles. Y la clave, como lo manifestaron todos sus elementos, pasó por la unión del grupo. Según el capitán, conformado por “grandes jugadores y mejores personas”.
No obstante, para la consolidación del equipo fue necesario el aporte y el trabajo de un cuerpo técnico que estuvo a la altura.
“A la pretemporada llegaron 14 jugadores nuevos, muchos de ellos con experiencia y jerarquía propias de una categoría superior. Y tanto Marco (González) como sus colaboradores, supieron conducir el plantel desde el primer día”. Esa virtud, reconoce, generó respuestas futbolísticas inmediatas.
Para que un equipo funcione, lo debe hacer en todas sus líneas. Y el cerrense lo hizo. Sin embargo, el 3 no pareció del todo conforme.
“En el Apertura fuimos muy sólidos defensivamente, pero en el último torneo perdimos algo de concentración”.
Pese a ello, destacó que en las instancias decisivas recuperaron la solidez del primer tramo.
El capitán, en todo el año, sumó 29 presencias (34 jugó su equipo) y aportó 3 goles (de los 76), datos suficientes para apuntalarlo como uno de los estandartes del fútbol liguista en el 2014.
“Sansinena es mi vida. Lo vi como hincha y hoy me toca disfrutarlo como jugador”, explicó, con su voz al borde de quebrarse.
Por último, contó que a la hora de brindar, se tomará un tiempo para repasar semejante hazaña.
“Soy un agradecido al fútbol. No soy un dotado ni un virtuoso; todo lo que logré fue a base de sacrificio. El día que no pueda dejar todo, no voy a jugar más”, finalizó.
No se asusten "triperos", a Lucanera todavía le queda energía para disfrutar del deporte más lindo del mundo. Al menos, un año más...