Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Problemas de electrólisis en radiadores

La incorporación de la electrónica en los automotores generó un impacto. Nos encontramos con automóviles y camiones repletos de motores, sensores, microprocesadores, etc., que si bien han mejorado enormemente las prestaciones de los vehículos, hacen más complicada la tarea de diagnóstico y reparación. La electrónica produjo la aparición de una nueva serie de problemas antes desconocidos.

 La incorporación de la electrónica en los automotores generó un impacto. Nos encontramos con automóviles y camiones repletos de motores, sensores, microprocesadores, etc., que si bien han mejorado enormemente las prestaciones de los vehículos, hacen más complicada la tarea de diagnóstico y reparación. La electrónica produjo la aparición de una nueva serie de problemas antes desconocidos.


 Uno de ellos es la electrólisis. Con la mayoría de los automóviles y camiones livianos equipados con electroventiladores y radiadores con tanques plásticos, la electrólisis en el sistema de refrigeración se está convirtiendo en un problema frecuente.


 Ocurre cuando la corriente eléctrica atraviesa el fluido refrigerante para cerrar el circuito eléctrico. La misma se puede introducir de muchas maneras, pero las dos más frecuentes son: una pobre conexión a masa del electroventilador o del motor de arranque y/o block del motor de la batería.

Causas y efectos






 La electrólisis es una verdadera amenaza que no sólo ataca los radiadores y calefactores, sino que puede destruir a un motor en unos pocos miles de kilómetros. Las causas se deben a que cuando tenemos algún elemento eléctrico que está mal conectado a masa, la corriente eléctrica que lo acciona tenderá a pasar por el camino que le ofrezca menor resistencia, y frecuentemente ese camino son las mangueras de los radiadores y calefactores o bien los paneles de los mismos.


 Cuanto peor sea la conexión a masa del elemento eléctrico, mayor será la destrucción producida por la electrólisis.


 Un motor de arranque o un block de motor mal conectado a masa, puede hacer pasar la suficiente corriente por el sistema de enfriamiento como para destruir el radiador o calefactor en el término de semanas o días, dependiendo de la frecuencia con que se use.


 Un electroventilador con una conexión defectuosa a masa puede producir el mismo efecto, pero se verá al cabo de algunos meses, debido a que la corriente que utiliza es menor a que la de un motor de arranque.


 Una evidencia de que está ocurriendo electrólisis incluye la aparición de agujeros en los tubos de los paneles de radiadores o calefactores. El daño generalmente está concentrado en la unión de los tubos de placas, pero pueden aparecer en cualquier lado.

¿Cómo detectarla?






 Determine cuál es el polo de la batería que está conectado a masa. Con el motor en marcha, y utilizando un tester electrónico, conecte el terminal de la misma polaridad al polo de masa de la batería. Luego introduzca el otro terminal del tester en el agua del depósito de refrigerante, o bien por la tapa del radiador, cuidando que la punta no toque partes metálicas.


 La escala que se debe elegir en el instrumento deberá ser menor que un voltio, en el modo de medición de corriente continua.


 La lectura del instrumento deberá ser menor que 0,1 voltio. Si se detectara un voltaje mayor, desconecte de a uno por vez los componentes eléctricos sospechosos. Cuando el voltaje caiga casi a cero, habrá detectado el componente con fallas de conexión a masa.


 Si no puede desconectar el elemento, utilice un cable para conectar el componente al polo de masa de la batería y de esta manera mejora la conexión. Si la lectura del instrumento cae ahora a casi cero, habrá detectado al componente con fallas de conexión de masa.


 Recuerde que para hacer esta prueba el componente deberá estar en funcionamiento. Realice también este test dando arranque al motor y observando la lectura en el instrumento. Si ocurre una variación importante será el motor de arranque o el block del motor el que tenga una conexión defectuosa a masa.



Para tener en cuenta








 La refrigeración es un punto clave del motor. Por eso, se deben tener en cuenta ciertas cuestiones que ayudan a mantener el circuito de la mejor manera.


 "El líquido tiene una vida útil, por eso se recomienda que periódicamente, después de una cantidad determinada de kilómetros o un período de tiempo, sea reemplazado. Si se pierden las propiedades puede producirse una corriente galvánica y se pincha el radiador", comentó Miguel Greco, de Darsur.


 "Lo ideal sería cambiar el líquido a los 30-35 kilómetros o bien 12-18 meses. Todo depende del uso. También es importante controlar que el circuito se encuentre limpio y funcionen bien los electroventiladores", añadió.


 Las características de los radiadores cambió con el paso del tiempo.


 "Son todos de aluminio y plástico, y ante una rotura o pinchadura se descartan. Algunos lo arreglan, pero no es conveniente. El costo no es tan elevado como para que se justifique una reparación. La mayoría de los que se utilizan son importados. Son alternativas de muy buena calidad, que cumplen muy bien la función", aseveró.


Fuente: material cedido por Darsur.






Frenos

Todo lo que hay que saber
















 Contar con el sistema de frenos en condiciones resulta un aspecto fundamental a la hora de circular con un vehículo por las agitadas calles de la ciudad. No demasiadas personas reparan en la importancia de tener todo en condiciones.


 "Aunque prácticamente nadie lo hace, nosotros recomendamos cambiar el líquido de freno cada uno o dos años, porque tiene vencimiento. Empieza a juntar humedad y hace que se piquen los componentes. Se empiezan a ensuciar la bomba y los cilindros, situación que puede llevar a que se quede frenada una rueda", comentó Bruno Buschi, de Buscar Frenos.


 "En cuanto a los discos y las pastillas, no se puede estipular el desgaste en cuestión de kilómetros. Depende del uso. Un remisero gasta los frenos mucho más rápido que una persona particular: se manejan otras temperaturas, velocidades y se hacen kilómetros en la ruta, donde no se usa el freno", comentó.


 Los especialista recomiendan revisar el sistema una vez al año. Es importante saber que el desgaste no sólo depende del uso, sino también del tipo de frenos que traiga el automóvil.


 "Durante la verificación técnica, muchas veces se constata si las pastillas no están en condiciones. Una pastilla gastada estropea el disco porque el asiento de la misma es de acero y el disco de fundición", aseguró.


 "No es aconsejable reparar un disco. Una vez que queda muy fino, como tiene poco material, levanta temperatura más rápido. Lo ideal es cambiarlo", añadió.


 Buschi recalcó un aspecto de importancia que se debe tener en cuenta.


 "No se debe agregar líquido de freno o mezclarlo. Si el líquido baja es porque no tiene más pastilla o cinta, ya que se va a los cilindros. Ante este problema, se debe desarmar el sistema para saber por qué bajó el nivel. Es el primer síntoma de que existe algún problema", recalcó.


Algunas recomendaciones

* El sistema de frenos en los autos es de fácil mantenimiento siempre y cuando se realice de forma periódica.

* Es recomendable revisar que el líquido de frenos se encuentre en su nivel adecuado por lo menos cada dos meses.

* Es importante revisar el estado de las pastillas por lo menos una vez por año. El objetivo es evitar que al gastarse rayen los discos o tambores y el proceso de reparación sea más costoso.

* Si al momento de frenar de forma normal percibís que el pedal vibra, significa que sus discos se encuentran chuecos y deben ser remplazados.

* Cualquier modificación al sistema de frenos debe realizarlo un especialista.