Las tribus urbanas
Las tribus urbanas, fenómeno mundial que podríase definir como un endogrupo, con una declamada y ostentada anomia (en gran medida, asistemática), con una dinámica interna que algunos ven como una repetición de las tan consabidas reacciones generacionales para distinguirse respecto de la antecedente (progenitores): una especie de Electra y Edipo redivivos, en la cual se adoptan "modas de identificación" (como en la década del 60 eran los pantalones "petiteros", forma de bailar a lo "Yacaré Paguá", mocasines marrones de un número menos, para exhibir aire de intelectual "de axilas", al decir peyorativo de Jauretche: "El libro que portan bajo ellas no se lee, se lo asimila por ósmosis", decía, socarronamente).
Los skeads, en Alemania; los flowers y los karlingas, en la Argentina; las hay de clases alta, media o humilde, tipo cumbieros. El nivel económico no determina la pertenencia o no a una tribu; los barrabravas ("piojos resucitados, nuevos ricos sentados por prepeo de los de "arriba" en 4x4, que les son útiles a los que se matan por llegar a la presidencia de los clubes para lavar dinero con la venta por precios aparentes de jugadores al extranjero), a los que no se ingresa siempre por empatía, sino por el sistema de cooptación (el grupo es el que elige al nuevo integrante), que han tomado ejemplo de muchas sectas que lo tienen.
Menú para pertenecer a una tribu urbana (que nada tienen que ver con el estado de naturaleza tribal de nuestros aborígenes):
* Ocio infecundo: en general, ninguno labura.
* Estar muy cargado de soledad (paterna) y necesitar adquirir "sentido de pertenencia a algo", con una pronunciada falta de contención afectiva.
* Internalizar determinados componentes de la dinámica del grupo; para algunos, el sexo como genitalidad: son grandes consumidores del sildenafil (más que los adultos gerontes), porque persiguen obsesivamente una satisfacción que el sexo a secas no puede saciar; para otros, el extrañamiento a las normas de su casa, anomia (o la ausencia de ellas en el hogar: anarquía, complacencia en todo o porque reina la orfandad; muchos, sino todos, son hijos huérfanos con padres vivos) y la falta de contención.
En otros, habrá una continuación de la drogadicción que en casa pueden disponer papá o mamá a discreción: droga para dormir, para quedar embarazada, para no quedar o la del día después, o la anfetamina o la pemolina para adelgazar, o para no dormirse papá colectivero o camionero, así el propietario se ahorra un chofer; o la que ingiere el policía para hacer más adicionales; una especie de drogodependencia "legítima" adulta, para encarar de un modo novedoso la simulación en la lucha por la vida.
Pero cuando el menor lo padece (no recurramos a países del Primer Mundo, que tienen un pronunciado índice de suicidios de sus jóvenes, si con los que llora Bahía Blanca alcanza...) lo hace con bebidas más afines a su generación, a su bolsillo y a la imposición por marketing, como la droga para estar ágiles para bailar sin fin (crack), pero, de todos los condicionantes... "¡¡Lo importante es la cerveza!!", porque papá bebe whisky para no "volarse" (como le pasó a Olmedo) y los jóvenes necesitan de este brebaje atractivo; porque es barato, les hace creer de su inocuidad por la baja graduación alcohólica, pero viene con la trampa de terminar de fermentar en el estómago; entonces, con una barata pastilla de... logra el objetivo de la fórmula explosiva (a la salida de cada boliche, cada madrugada de cada fin de semana, están los resultados a su disposición; pasen y vean: agresivos, revolcados en los vómitos propios y ajenos).
¿Es imputable a la "juventud perdida"? No. Esto es la ejecución de un plan de adultos; de día, falta de modelos, mediocridad y cada vez menos exigencia de la educación, caja boba, mundo virtual violento; de noche, fiebre, birra, sexo y rock and roll...
Hasta aquí, la tribu urbana no sería peligrosa, aunque es ambiente propiciatorio de riesgos para los que no saben caminar en la cornisa; para vivir con la adrenalina del desconcierto: "almas en suspenso".
De aquí en más, ya se pasa la línea y el "subsistema" pasa a chocar contra el sistema, como grupo compulsivo que impone sus comportamientos disfuncionales al barrio (cobran peaje para usar la garita el día de lluvia o asaltan impunemente, amparados en que son menores y nadie los tocará, aunque estén al servicio de ilícitos inducidos por mayores), al club (imponiendo al plantel exigencias que los dirigentes no pueden, por su "chapa" de honorables), a las fuerzas de seguridad (un poco porque estas se ganaron el merecido rol de protectores y vividores de las bancas de la droga, de los asaltantes del asfalto, del juego, de la prostitución..., y otro poco porque estamos tan llenos de garantismo y tan faltos de internalización de la ley que el policía honesto se presenta como la continuidad de la alicaída autoridad paterna, a la cual, en la casa, ya se le ha perdido todo respeto, por deserción), a la justicia (porque si se declara bien asesorado y con dinero, a la Unidad 4 no se llega. ¿Recuerdan que, días pasados, se "encanutó a gitanos" por autos ilícitamente adquiridos o vendidos? ¿Saben quién era la gestora? ¡La esposa de un fiscal! ¡Oh, esquizofrénico ceremonial y su deficiente sistema donde el que investiga no juzga y el que juzga no investiga!).
Bueno. ¿Y entonces? Que si no se toman medidas reintegradoras a tiempo; si, a su vez, ellas no se acompañan con el plexo de valores vividos y no meramente declamados (Vgr. expulsión de maestros o sacerdotes abusadores sexuales, sanción a padres desinteresados, desentendidos o sentados en la cómoda de "desorientados", cuando no de encarnación del sí flojo para el permiso o el dinero, cosificándolos, y, simultáneamente, acallando sus conciencias cargadas de incontinencia afectiva o de límites de autoridad) y, a su vez, no desaparecen de la escena pública los políticos (ya no metidos al arte arquitectónico del bien común, sino como protagonistas de un exclusivo modo de adquirir poder caído en manos de una tribu urbana local, provincial o nacional conocida como "la cooperativa de socorros mutuos y de la manta corta del "tomá vos y dale a Braulio"), las consecuencias desintegradoras del sistema (república) serán inexorables. "Yo sé que cansa, al cabo del día, ver la tierra que no cambia" (Neruda).
"Nuestros hijos son los espejos que nos miran"
A) En el barrio Mi Casita, en la casa 25, la noche fatídica del 1 de febrero de 2008, en que cayó asesinado el menor Giuliano Gallo, estaban allí dentro otros menores y mayores (los desconocidos de siempre) que (algunos), antes de los hechos, amenazaron con violar a la hija de un vecino y después de "terminado" todo, desfilaban al grito desafiante de "nosotros tenemos los fierros... Los vamos a hacer boleta", pero que, en la Fiscalía General, coleccionaban las siguientes causas penales: 1) IPP 571/2010, UFIJ 12 del doctor Marra, imputado GB, por tenencia ilegal de armas, artículo 189 del CP. 2) IPP 92.882/2003, UFIJ 1, delito de lesiones, violación de domicilio y privación ilegítima de la libertad, imputado GB. 3) IPP 93.684 de 2005, UFIJ 4, por lesiones, imputado GB. 4) IPP 87.227/2004, UFIJ 12, lesiones y amenazas, imputado GB, más la IPP 87.800/2004, en UFIJ 15, por desobediencia; más IPP 106.894/2006 en UFIJ 14, por delito lesiones; más IPP 89.037/2005 ante UFIJ 14, por lesiones. 5) IPP 89.037/05, UFIJ 14, por robo calificado, imputado AB; mismo imputado, AB, UFIJ 14, por robo calificado por uso de arma (de esta, se derivaron dos causas s/infracción ley de estupefacientes ante justicia federal). 6) Por ante la justicia juvenil, causa por robo calificado, imputados PV y EV. 7) Ante UFIJ 2, 4 y 11, imputado MC y otros, sobre asociación ilícita, robo agravado en poblado y en banda, hurto calificado de moto, tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil sin autorización, allanamiento con secuestro innumerables proyectiles ordenado por juez de garantías 1 de Bahía Blanca; mismo imputado MC, en UFIJ 1 del fiscal Dr. Quiroz, se le forma causa porque el 21 de marzo 2010 se le encuentra en posesión de revólver calibre 22 con numeración limada; mismo MC está imputado del delito de tentativa de robo, en UFIJ 15, del 2 de marzo 2010. 8) NNG, ante UFIJ 3, del 12 de junio 2009, delito de hurto. 9) Imputado EC ante UFIJ 3, delito de robo. 10) NNG ante UFIJ 3, imputado delito de daños a la ambulancia, etc.
No consta la resolución recaída en cada una de las causas citadas, como que ninguna justifica la muerte de Giuliano Gallo esa madrugada.
b) En Grünbein, hace poco, otro tribu (de las más de 88 que hay en la ciudad), pese a que vino un oficial de justicia y policía que pusieron en posesión de una casa a una pareja que la había comprado y que, hasta entonces, aquella (tribu) usaba para sus menesteres (es un decir), cuando se retiraron las autoridades, al varón de la casa le apuntaron a la yugular y casi lo degüellan con un vidrio; a su esposa embarazada la tiraron al piso y la patearon inmisericordes, y a su niño en brazos lo revolearon por el aire y fue a caer a los yuyos. Cuando se recompuso el orden (es otro decir), a la "tribu" desplazada no le bastó con la hazaña y ¡¡Quemó la casa!! Y, ¿entonces? El jefe de la tribu, de apellido C, está al aguardo de que en Fiscalía se decidan si fue lesiones o intento de homicidio. ¿Y el incendio? Se está en la duda de si, en realidad, no fue sólo un medio heterodoxo de "defensa del territorio" por parte de los chicos de la tribu, que razona así: "¿No hay casa para nosotros? No hay casa para nadie".
Colofón: La ciudad se duerme... Intempestivamente, golpean a la puerta. "Atendé vos, vieja, y fijate: si lo traen borracho, que duerma en el garage; si no, que te digan dónde lo velan". En el cuerpo frío del casi niño de 14 años, lucía el tatuaje de la marihuana en un brazo, de los cinco puntos (4 chorros y una gorra) en una mano, y un plomo de vieja data en una pierna. Además, un plomo letal que le atravesó el cuerpo: una bala de 9 mm del arma del novio de...
¡¡Basta!! Por hoy, ¡¡Basta!!
Miguel Angel Asad es abogado; reside en Bahía Blanca.