Renault se juega hoy su futuro
El futuro de Renault en la Fórmula 1 se decidirá hoy ante el Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), que podría castigar duramente a la escudería, juzgada por un supuesto fraude en el Gran Premio de Singapur 2008.
Si se demuestran los hechos, la escudería dos veces campeona del mundo de constructores podría llegar a ser expulsada del campeonato, según el presidente de la FIA, Max Mosley.
"El código lo prevé. Una expulsión de por vida. Se acabó, terminado. Es lo peor que podría pasar", comentó.
El Consejo Mundial pensará dos veces antes de expulsar a un constructor presente en la categoría desde 1977 como escudería o proveedor de motores, laureado con dos títulos de campeón del mundo de constructores y otros dos de pilotos con el español Fernando Alonso.
Más aún teniendo en cuenta que ya perdió a Honda y perderá a BMW, desanimados por los costos prohibitivos de la disciplina en plena crisis económica mundial.
El constructor francés podría ser sancionado con una multa muy importante, como ya le sucedió a McLaren-Mercedes, que tuvo que pagar 100 millones de euros en 2007 para haber espiado a Ferrari.
Con la esperanza de calmar los ánimos, Renault sacrificó al responsable de la presunta trampa, el director de Renault F1, Flavio Briatore, y su ingeniero jefe, Pat Symonds.
El caso se remonta al 28 de septiembre de 2008 en Singapur, cuando el segundo piloto de la escudería, el brasileño Nelsinho Piquet, provocó su propio accidente a petición de los dirigentes de su equipo, según sus propias palabras, para beneficiar a Alonso. (NA).