Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Pucón-Villarica

Una escapada al otro lado de la cordillera El ingreso a esta región de Chile significa llegar al lugar perfecto para el disfrute de la aventura o el gozo de una hotelería de primer nivel en un lugar paradisíaco, rodeado de lagos y montaña. Dicen que lo más lindo de viajar es que uno juega a ser otro.

Una escapada al otro lado de la cordillera



El ingreso a esta región de Chile significa llegar al lugar perfecto para el disfrute de la aventura o el gozo de una hotelería de primer nivel en un lugar paradisíaco, rodeado de lagos y montaña.














 Dicen que lo más lindo de viajar es que uno juega a ser otro.


 Y nada mejor que Pucón para lograr ese cambio, en medio de la inmensidad del paisaje chileno, sin tiempos, ni preocupaciones.


  Las casas de Pucón, revestidas con piedras volcánicas y madera; los bordados de las capuchinas de clausura del Monasterio Santa Clara, ubicado en plena calle Ansorena; y el toque europeo y mapuche en los menús de los restaurantes de la calle O`Higgins, le dan la bienvenida al turista a esta ciudad de la araucanía chilena.


 Pero es frente a las aguas cristalinas del lago Villarrica donde a uno el volcán homónimo lo dejan perplejo. Sus 2.820 metros de altura sobre el nivel del mar, constituye la gran atracción de esta región del sur de Chile.


 En permanente actividad, este volcán, que durante el invierno alberga en una de sus caras al centro de Ski Pucón, es un desafío para quienes eligen mirar el mundo desde arriba.


 Tiene fumarolas constantes y el entorno exhibe las marcas de algunas de las más de 80 erupciones contabilizadas por los expertos que monitorean diariamente la actividad de este gigante.


 Mirando ese paisaje, la gente se pregunta si estaría en condiciones de trepar más allá de las nubes que tapan la cima y llegar hasta la mismísima boca del cráter, algo así como asomarse a la caldera del diablo.


 No obstante, un recorrido por las calles principales de Pucón no esta lejos de semejante hazaña. El ascenso al Villarrica no es para todos ni para cualquier momento. El clima y el estado físico son determinantes.


 Las agencias de viajes locales tienen una variada oferta de excursiones y actividades. Rafting, trekking, visita a las termas, cabalgatas, parapente o turismo cultural son algunas de las opciones.


 Muchos eligen balancearse colgados de una soga en pleno bosque nativo, rodeado de robles, coihués, olmos, canelos y copihues. Sujetados por un arnés que lo guia por un sendero aéreo a más de 25 metros del suelo, es lo más parecido a una versión moderna de Tarzán, ya que, al igual que el legendario personaje de novela, se puede explorar la naturaleza desde la copa de los árboles.


 El circuito de canopy, fue diseñado por ingenieros franceses y atraviesa el río Trancura y buena parte del bosque lacustre.


 Equipados con casco, tirolesas y guantes especiales, los turistas recorren los caminos que se abren como pasadizos secretos entre la densa mata de árboles, helechos y arbustos rastreros conocidos como "barbas del diablo".


 Al caer el sol, la mayoría de los visitantes prefiere quedarse en el hotel y disfrutar de la gastronomía del Villarrica Park Lake Hotel, donde se puede probar la delicada cocina del chef Pablo Alvarez, con toques europeos, orientales y productos autóctonos.


 Intentar grabar los nombres de algunos ingredientes locales que hacen de esa comida una experiencia diferente no es tarea sencilla para la memoria. Digüeñe, changle, merken, piñón, quinoa y tantas otras palabras pasan a engrosar el diccionario personal, aquel que añoran los turistas cuando el relato de sus andanzas refleja sofisticación y misterio.

Más oscuro que la noche.






 Dentro del Parque Nacional Villarrica, a 12 kilómetros de Pucón, se tiene clara evidencia de lo que puede provocar la erupción de un volcán.


 En el Parque Cuevas Volcánicas, se puede recorrer un túnel formado por una corriente de lava incandescente y conocer los diferentes tipos de lavas y minerales que pueden encontrarse bajo tierra, en las bóvedas y cuevas creadas por la erupción volcánica.


 Lo mejor del paseo es cuando la guía apaga las luces que iluminan el sendero para comprobar la total y completa oscuridad en la que están. Allí abajo todos se estremecen al pensar que hace millones de años la vida en la tierra suponía una noche más oscura que la que hoy es posible recordar.


 Más tarde, se pueden recorrer las heridas provocadas por el volcán, en tiempos remotos. El cráter adventicio, con la chimenea por donde salió el magma, y el cañadón o zanjón formado por una avalancha de material volcánico, completan la escena.


 Una visita a la Casa de los Volcanes, el centro de interpretación del parque, también aporta mucha información sobre este fenómeno que no deja de sorprender.


 Unas típicas empanadas chilenas --más grandes que las argentinas-- son el rápido almuerzo al paso por Pucón para, desde allí, partir a las termas de Huife, con sus aguas terapéuticas y excelentes instalaciones.


 A orillas del río Liucura y muy cerca del Parque Nacional Huerquehue, uno se puede sumergir en los grandes piletones termales del complejo. Con el agua a más de 35 grados y rodeado de vapor, se disfruta de esa medicina natural que lleva a un profundo relax.


 Luego, cuando están envueltos en una toalla blanca, recostados en una camilla y listos para recibir un masaje que incluye reflexología y algaterapia, los turistas juran no alterar su plan inicial y pasar el resto del viaje disfrutando del beneficio de sentirse otro.


DONDE ALOJARSE





 En www.villarricaparklakehotel.cl el Villarrica Park Lake Hotel muestra sus instalaciones cinco estrellas que incluyen un impresionante spa de 1.600 metros cuadrados y una notable oferta gastronómica de primer nivel.


 Por su parte, el Gran Hotel Pucón ofrece, a en www.granhotelpucon.cl, alojamiento cuatro estrellas y una permanente actividad nocturna que incluye shows y fiestas temáticas.