Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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UNA FORMA DE CANCER MAMARIO QUE PUEDE CONFUNDIRSE

La enfermedad de Paget a veces trata de esconderse Generalmente se presenta luego de los 45 O 50 años. Casi siempre comienza con una primera manifestación en un pezón, precediendo a la aparición definitiva de un tumor en la mama. Suele ser de buen pronóstico si se tata a tiempo. Aunque es la variedad de cáncer de mama más visible y tiene una prevalencia muy baja, los especialistas alertan, sin embargo, sobre la importancia de estar muy atentos a los síntomas de la enfermedad de Paget en mama, debido a la posibilidad de que pase desapercibida o sea mal diagnosticada como una dermatitis benigna del pezón.

La enfermedad de Paget a veces trata de esconderse


Generalmente se presenta luego de los 45 O 50 años. Casi siempre comienza con una primera manifestación en un pezón, precediendo a la aparición definitiva de un tumor en la mama. Suele ser de buen pronóstico si se tata a tiempo.











 Aunque es la variedad de cáncer de mama más visible y tiene una prevalencia muy baja, los especialistas alertan, sin embargo, sobre la importancia de estar muy atentos a los síntomas de la enfermedad de Paget en mama, debido a la posibilidad de que pase desapercibida o sea mal diagnosticada como una dermatitis benigna del pezón.


 Su evolución es muy lenta y, detectada a tiempo, ofrece un buen pronóstico.


 Sin embargo, los primeros signos pueden pasar como una simple dermatitis sin importancia, que no requiere consulta médica, con lo cual la enfermedad seguirá avanzando hasta que su diagnóstico sea muy tardío.


 Generalmente, se presenta luego de los 45 a 50 años.


 Casi siempre comienza con una primera manifestación en el pezón, unilateral, precediendo a la aparición definitiva del tumor en la mama.


 Por eso, en los primeros tiempos el resto de la mama aparece normal en la exploración médica y en la mamografía, pero esto no significa que no pueda aparecer más adelante un tumor.


 Su nombre corresponde al del médico Sir James Paget, quien describió en profundidad esta forma particular de cáncer mamario, en 1874.


 Las señales de alarma, a las que hay que prestar mucha atención, son el prurito o picazón del pezón, a veces un derrame sanguinolento, retracción del pezón, una lesión que puede ser tanto húmeda como seca y escamosa sobre el mismo", explica la cirujana especialista en mama Astrid Margossian.


 Remarca que un dato clave es que esta lesión no se cura.


 Otro es que casi siempre comienza en el pezón y puede continuar en la aréola; no al revés.




 No es dermatitis.


 Para la tranquilidad de las pacientes, la especialista en mama aclara una confusión común con la enfermedad de Paget.


 "No es frecuente que un médico la diagnostique mal y la paciente permanezca mucho tiempo con una simple crema o pomada, porque claramente la lesión de pezón o aréola que corresponde a este cáncer no responde a estos tratamientos dermatológicos", dice.


 Puntualiza que puede haber una leve mejoría, por unos días, con la aplicación de una pomada, pero la lesión vuelve a aparecer.


 Existen diversas hipótesis respecto del origen de esta enfermedad.


 La más frecuente indicaría que células tumorales de la mama circulan por los conductos galactóforos (los que descargan las glándulas mamarias) hasta llegar al pezón y la aréola, dando lugar a una alteración en las células de la epidermis, que es la que firma la manifestación visible de la enfermedad de Paget.

(desglose??)

Qué hacer








 Como en toda situación que muestre un cambio físico, hay que consultar inmediatamente al médico.


 En este caso, la señal de alarma es la aparición de alguna erupción o eczema sobre un pezón.


 El médico indicará una biopsia de la lesión y una mamografía de ambas mamas para detectar si, además, ya existe un tumor en la profundidad de la mama.


 El 42 por ciento de los casos de enfermedad de Paget son de buen pronóstico, porque se diagnostican antes de la formación de un tumor de mama profundo.


 Además es un tipo de cáncer de baja incidencia.


 Apenas el 1,5 por ciento de los casos de cáncer de mama corresponden a una enfermedad de Paget.


 Es imprescindible realizar una mamografía ante cualquier lesión de pezón o aréola, además de ser un método de diagnóstico de cualquier tumor mamario.


 En el resultado no siempre se podrá observar la presencia de un tumor subyacente, ya sea porque aún no apareció o porque aún no tiene un tamaño suficientemente notorio.


 Sin embargo, pueden detectarse otros signos característicos de la enfermedad de Paget de mama, como engrosamiento de la piel, retracción del pezón, microcalcificaciones bajo la aréola y la presencia de una o varias masas.


 En cuanto al tratamiento, no difiere mucho del utilizado en otros tumores mamarios y la consigna es personalizarlo a la medida de cada paciente y cada caso.


 Explica la especialista que el primer paso es hacer un correcto diagnóstico.


 "Es decir, luego de tener la mamografía y la biopsia, hay que hacer un estudio hormonal y genético que nos permita identificar cada tumor", afirma.


 El estudio de receptores de estrógeno y de progesterona y de un gen como el Her-2, entre otros, nos permite hacer evaluaciones del factor pronóstico que tiene cada caso y la respuesta que podrá tener a distintas terapias.


 De esta manera se elige un tratamiento específico para cada paciente.


(destacar)

Señales de alarma son el prurito o picazón del pezón, a veces un derrame sanguinolento, retracción del pezón, una lesión que puede ser tanto húmeda como seca y escamosa sobre el mismo.


42

por ciento de los casos de enfermedad de Paget son de buen pronóstico porque se diagnostican antes de la formación de un tumor de mama profundo.