Bahía Blanca | Domingo, 07 de diciembre

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Bahía Blanca | Domingo, 07 de diciembre

Garré continúa mirando al cielo

GARRE -- Todos aquí no pierden la oportunidad de mirar hacia el cielo. Y fruncen el ceño una y otra vez. La escena se ha repetido, al menos, en los últimos dos meses. Para quien no pertenece a esta zona, el cielo celeste y con nubes blancas --como la bandera-- es un buen preludio del día a transitar. Eso, precisamente, no sucede en Garré.
Garré continúa mirando al cielo. Deportes. La Nueva. Bahía Blanca


 GARRE -- Todos aquí no pierden la oportunidad de mirar hacia el cielo. Y fruncen el ceño una y otra vez. La escena se ha repetido, al menos, en los últimos dos meses.


 Para quien no pertenece a esta zona, el cielo celeste y con nubes blancas --como la bandera-- es un buen preludio del día a transitar. Eso, precisamente, no sucede en Garré.


 "Todos los días nos levantamos con la esperanza de que llueva. Cada jornada que pasa la situación del campo se complica. Ya no sabemos qué hacer", admitió el delegado municipal Jorge Omar Eleno.


 La sequía. Justo en el medio de una esperada recuperación del sector agropecuario. No sólo se perjudica la cosecha venidera, sino que, difícilmente, pueda sembrarse en estos arenosos y salitrosos terrenos que ni siquiera están húmedos.


 Como tantos pueblos de la región, Garré depende casi con exclusividad del campo. Tras las graves inundaciones de 1992 y 2001 (140 milímetros en una hora y media, el 22 de noviembre, por caso), el lugar pudo reponerse no sin esfuerzo. Y retornó al vínculo con los sectores productivos.


 Los pobladores --1.120, de acuerdo con el censo nacional de 2002-- no se cansan de resaltar las bondades, más en los tiempos que corren, de vivir en un lugar tranquilo.


 Los chicos juegan en la calle, las bicicletas aparecen, sin candado, en los portales de las viviendas y los vehículos se apostan junto a los pocos cordones cuneta con las llaves puestas. Y las ventanillas abiertas.


 Pero el último sábado 12, un suceso rompió la monotonía.


 "Ese tema ya fue. Lo que pasa es que acá es el único lugar donde se puede hacer semejante circo, porque si llegás a ir a (los desarmaderos de) la Capital Federal, les prenden fuego a los patrulleros", dijo Germán, quien es de Salliqueló y hace siete años que reside en el pueblo.


 Aquel sábado, cerca de un centenar de policías acompañaron al ministro de Seguridad provincial, Juan Pablo Cafiero, a realizar un allanamiento en los tres locales de la firma El Sote SRL, propiedad de un vecino garrense, Juan José Leonardo. El trámite, aún hoy, se mantiene.


 Según el funcionario, allí se encontraron repuestos, la mayoría de dudosa procedencia, por un valor cercano a los 30.000.000 de pesos.


 "Esto no marca un antes y un después en el pueblo. Es más, yo creo que la devaluación primero y la sequía, ahora, ha tenido --insistió-- mayor transcendencia que este revuelo".


 Germán, de 28 años, es mecánico. Admitió que tenía una natural relación comercial con El Sote SRL. Y que su trabajo es bastante intenso, sobremanera en los tiempos de cosecha.


 
Sube y baja.
Para el comerciante del rubro comestible, Pedro García, el pueblo va a advertir en los próximos días la culminación de los trabajos de la cosecha.




 "Estábamos bien, porque la cosecha era buena. Pero ahora se nota un poco la falta de plata", admitió García, quien siendo adolescente llegó a Garré proveniente de Punta Alta.


 "Mis padres trabajaban en Caipal y vinimos aquí para incorporarnos a una industria láctea. Al tiempo cerró, claro", dijo.


 No dejó de destacar García la preocupación por la sequía.


 "Desconozco puntualmente el tema porque siempre estuve en el pueblo, pero sé de la dependencia del campo. Y eso nos va a afectar a todos. Como comerciante, lo sé", señaló.


 Pedro García sostuvo que, desde 1983, la obra pública hizo crecer mucho a Garré. El argumento que encuentra se basa en la instalación del agua potable, gas natural y cordón cuneta, entre otras "comodidades" sólo atribuibles a grandes poblados.


 "¿Si me molesta todo lo que sucedió con el allanamiento? No, no exactamente. Lo que siento es un poco de incertidumbre por saber qué va a pasar con los empleados, si abrirá o no de nuevo el negocio... Esas cosas, porque la gente es toda conocida", explicó.


 Admitió también el comerciante que parte del movimiento del pueblo se debía a lo que generaba El Sote.


 "Ahora parece que se ha cortado", manifestó, para ampliar que nunca tuvo indicios respecto de la actividad que se ha denunciado.


 "Sé que allí se trabajaba muchísimo, pero nada más", sostuvo García.


 En el pueblo hay un jardín de infantes, una escuela de EGB y un polimodal.


 También funciona una sede de la cooperativa eléctrica, de Trenque Lauquen, la cooperativa de agua potable y la cooperativa agrícola ganadera.


 Y el pueblo posee una particularidad, acaso única en la provincia de Buenos Aires: sobre la izquierda del acceso mismo, se erige un monolito que divide a los tres partidos que lo comparten: Guaminí (en mayor medida), Trenque Lauquen y Tres Lomas.


Jorge Eleno: "En algún momento va a llover"







 El delegado municipal, Jorge Omar Eleno, se encuentra en el cargo desde el 13 de diciembre de 1999.


 Está casado con María Susana Salvador y ambos tienen un hijo, Gustavo Fabián. El es contador de la comuna de Guaminí, está casado y tiene dos hijos.


 Eleno fue transportista y administra un pequeño campo. "Soy casi productor", dijo.


 --¿En qué medida afecta la sequía a la economía del pueblo?


 --En realidad, supongo que en algún momento va a llover y esto se va a cortar. Cierto es que todo el movimiento del pueblo se ve involucrado en la actividad agropecuaria.


 "Aquí, siendo todo normal, `se dan' con frecuencia el trigo, el girasol, la soja. Este año, por ejemplo, la soja era impresionante. Pasaban veinte camiones por día (hacia los silos). Al trigo, en cambio, le faltó un poco de agua".


 --¿Por qué se dice que este es un sitio neurálgico en el distrito?


 --Lo que sucede es que, entre muchos pueblos a la redonda, acá hay máquinas cosechadoras, picadoras y tractores como un ningún otro sitio.


 "Es más, el año pasado se hizo con gran suceso la fiesta del contratista rural y ya se ha programado, para el 8 de noviembre venidero, la segunda edición. Esto habla de una marcada importancia".


 --¿La dependencia de Casbas es importante?


 --Sí, pero más que nada por la ausencia de bancos en nuestra localidad. Anteriormente había dos y ahora, una vez por semana, viene un móvil del Bansud. También hay un cajero fijo.


 --¿Cuántos empleados dependen de la delegación?


 --Aquí se pagan sueldos para 33 personas. Hay que incluir también a concejales e integrantes de la salita médica, entre otros.


 --¿Se nota también el incremento de la recaudación vial?


 --Sí. La recaudación subió, y eso permitió poner en marcha las máquinas y reparar las redes viales. Se produjo porque el productor tomó un poco de oxígeno con la última cosecha y pudo ponerse al día a través de planes de pago.


 --¿Hay algún proyecto para los próximos meses?


 --En realidad hay dos. Uno de ellos es la planta de tratamiento de residuos, en el cual apuntamos a comenzar a seleccionar la basura domiciliaria.


 "El otro es la ampliación de la salita médica, que pasará a tener casi el doble de su capacidad. Las obras están avanzadas y la inauguración será dentro de pocas semanas".


 "Un proyecto más ambicioso y, por ende, que demandará mucho tiempo, está relacionado con la refacción de la estación ferroviaria. Allí, el intendente (Carlos Cordero) ha dispuesto que trabaje el área de Cultura".


 --¿ A qué atribuye usted el hecho de que, en los últimos años, haya crecido el número de habitantes?


 --Con el correr de los años se fueron despoblando los campos que estaban cerca de esta zona y que dependían de Garré. Mucha de esa gente ahora se encuentra en el pueblo.


 "Antes estaban las colonias La Diecisiete, La María Antonio y el campo El Toro. Hoy, allí sólo quedan montes. ¿Jóvenes? Pocos, pero hay.


 "De todo este proceso, lo más llamativo es que prácticamente no hay más viviendas para habitar. De allí la necesidad, que ya está planteada, de poder hacer más barrios".


"Nunca hubo un hecho tan conmocionante"







 Nélida Carini y Ricardo González tienen una pensión-restaurante, a sólo media cuadra de la delegación municipal y a una del destacamento de Policía.


 El mayor movimiento de gente, por más presuntuoso que se lea, es en la época de la cosecha. Por eso, ambos están preocupados por la suerte de los productores por la falta de agua.


 Y ahora están sorprendidos por la magnitud del allanamiento producido en El Sote SRL.


 "Nunca hubo un hecho tan conmocionante. Al menos, desde que nosotros estamos acá, hace más de 35 años. La único que se acerca es la visita del gobernador Eduardo Duhalde, en 1992, por las inundaciones. Pero eso fue otra cosa", explicó Ricardo González.


 Admitió que, también, trabajaban mucho con gente que recomendaban en el comercio de los autopartes. Ya sea para almorzar, cenar o alojarse.


 "Ahora queda mucha gente sin ocupación. Son como siete quienes trabajaban", señaló Nélida.


 "¿Si estamos molestos con la presencia de la policía? No, (porque) pensamos que es para bien. Si él (por Juan José Leonardo) no tiene nada que ver, podrá abrir (el negocio) de nuevo", agregó la mujer, nativa de Lincoln.


 Luis Benassi es, con 82 años y viudo desde hace dos, uno de los pobladores más antiguos del pueblo.


 Aseguró que una etapa clave para pueblos pequeños, como el caso de Garré, se dio con la desafectación del ferrocarril.


 "Otro aspecto fue porque las cooperativas cerealeras, por ejemplo, se trasladaban a los pueblos más grandes de la zona", agregó.


 Benassi destacó que, en los últimos años, se han realizado no pocas obras.


 "Hay más viviendas, se atiende bien al pueblo y se siguen haciendo trabajos, como la refacción aquella", dijo, señalando la estación ferroviaria ubicada frente a su vivienda.

FRASE

En pueblos como este lo chicos juegan en la calle, las bicicletas aparecen, sin candado, en los portales de las viviendas y los vehículos se estacionan con las llaves puestas.