La sombra acecha a la frontera

Redacción de La Nueva.

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 UNA VEZ más, la amenaza de la fiebre aftosa se acerca a la frontera argentina. Como en una anterior oportunidad, de la cual todavía se guarda triste memoria, un foco de la enfermedad fue detectado en el territorio del Paraguay, por lo cual el gobierno de Asunción --al reconocer el episodio-- dispuso el sacrificio, por la vía del rifle sanitario, de varias decenas de animales bovinos, a modo de medida preventiva.

 LA desafortunada aparición ocurrió en un establecimiento ubicado en la localidad de Pozo Hondo, a sólo diez kilómetros de las provincias de Salta y Formosa, hecho que despertó la inmediata y razonable inquietud en las autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), cuando sólo habían pasado unos días desde que la Organización Internacional de Epizootias, en su reunión de París, reconociera otra vez a la Argentina como país libre de aftosa con vacunación.

 NADA MAS negativo, en consecuencia, habría sido que, luego del trabajoso proceso que llevó a la reconquista de dicho estatus, la aftosa reingresara en nuestro país a través de la citada frontera. Ello significaría, sin duda, el virtual desmoronamiento de todos los esfuerzos desplegados por los ganaderos argentinos en los dos últimos años, en busca de derrotar nuevamente a la aftosa.

 POR OTRA parte, en Chuquisaca, Bolivia, a 250 kilómetros del límite con nuestro país, también apareció un brote aftósico, circunstancia que acrecentó la magnitud de la alarma.

 A TODO esto, el Senasa dispuso suspender, por un plazo de 90 días, el envío de faena con destino a la exportación a la Unión Europea de animales provenientes de los departamentos de Rivadavia (Salta) y Pedro Lista (Formosa), con la finalidad de soslayar cualquier riesgo eventual. Se aclaró que aunque en aquellas zonas no funcionan frigoríficos habilitados para abastecer a la UE, la situación aconsejaba extremar las medidas, adelantándose a una posible restricción del Comité Veterinario Permanente del organismo europeo.

 ASI LAS cosas, las entidades ganaderas nacionales demandaron de las autoridades que se extreme en todo lo posible la aplicación de medidas de control sobre las aludidas fronteras, como medio de impedir el ingreso de la enfermedad y su difusión entre los rodeos argentinos. Es evidente que Paraguay afronta una emergencia en relación con dicho mal, dado que no se trata del primer incidente sucedido en los últimos tiempos. En octubre del año anterior, la Argentina prohibió el ingreso de carne paraguaya tras la detección de un foco en el departamento de Canindeyú, próximo a la frontera con el Brasil.

 CORRESPONDE, por lo tanto, que el Senasa garantice la mayor firmeza en esta nueva ocasión respecto de los controles sobre el movimiento de hacienda en aquella zona fronteriza, pues cualquier fisura en la materia podría abrir las puertas a la aftosa. De ocurrir así, se echaría nuevamente por la borda el resultado de las campañas nacionales de vacunación, que han colocado nuevamente a la Argentina en un lugar preferencial en los mercados internacionales.

FRASE. Se impone garantizar los más severos controles en las zonas fronterizas del norte, ante la aparición de casos de fiebre aftosa en rodeos del Paraguay.