"Quiero estar en los Juegos Olímpicos"

Redacción de La Nueva.

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 --¿Cuándo tomaste conciencia de lo que te ha pasado ultimamente?

 --Fue paulatino. De a poco me fui dando cuenta de que mucha gente me seguía por los mensajes y llamados que recibía. Ahora, pensándolo fríamente, no puedo creerlo. Trato de disfrutarlo a mi manera; nunca fui muy exultante, ni de volverme loco. Estoy reflexionando bastante lo que pasó.

 --¿Cuánto te cambió la vida y que cosas te fastidian?

 --Algo cambió. El hecho de que tenga tan poco tiempo acá, además de los otros compromisos que tuve que asumir, hacen que no pueda compartir mucho con mi familia y mis amigos, pero trato de disfrutar igual. Igualmente todavía no pude dimensionar si voy a tener que cambiar algunas cosas en mi estada acá.

 --¿Te está restando intimidad el acoso?

 --Sí, y lo entiendo. Si bien en ciertos momentos uno dice "me gustaría ir con mi mamá a tal lado" sé que no va a hacer de la misma manera, pero estoy contento igual. Soy un tarado si me empiezo a quejar. Son muchas las cosas buenas que me han pasado como para que algo así me quite la alegría.

 --¿Qué pensás de lo que se dijo sobre tu relación con Tony Parker?

 --No me gustaba para nada cuando se publicaba que podía haber mala relación entre nosotros. Creo que el tema Parker se sobredimensionó cada vez más, hasta llegué a leer que era mi enemigo. Tengo una relación muy buena con él y el hecho de que yo estuviera esperando la pelota con los brazos abiertos era una orden del cuerpo técnico, que recomendaron que estuviera preparado para hacerle saber a los compañeros cuando estaba listo para tomar un tiro. Parker no es el base más maduro del mundo, pero también me acuerdo cómo jugaba yo a los 20 años. Así y todo es el base titular del campeón del mundo.

 --Se dijo que te querían los Knicks ¿irías?

 --Si San Antonio me quiere cambiar no hay manera de decir que no. Uno sabe que si lo cambian tiene que hacer el bolso. Soy un profesional y sé cómo es la NBA.

 --¿Cuál fue tu peor momento en la NBA?

 --Hubo un par de partidos de los que me fui muy bajoneado. Algunos pueden pensar que fue el de Houston, cuando me lesioné, pero ese día, curiosamente, terminé contento porque sabía la decisión que iban a tomar los entrenadores y coincidí: "bueno, sé que es un mes afuera para recuperarme", pensé. Me recupero y vuelvo. Antes de eso fue cuando por ahí sólo jugaba dos minutos y sin la seguridad ni en mi físico ni en mi juego.

 --Por seguridad ¿pensaste en llevarte a tu familia a los Estados Unidos?

 --No es fácil sacar a gente del lugar en el que vivió durante 60 años para llevarlo a otro totalmente distinto. En algunos momentos pasé cierto temor, pero no pasó por mi cabeza hacer esa propuesta.

 --¿Por qué te decidiste a jugar en la Selección cuando hay otros que se negaron?

 --Nunca pensé en no participar de la Selección. Para mí es algo normal. Somos un grupo espectacular con el que disfruto compartir momentos de la concentración, de los viajes y de los partidos. Es un placer estar en la Selección, además hay mucho en disputa porque quiero estar en los Juegos Olímpicos y lo quiero vivir.