Estafaron a un comercio de fotografía en unos 6.000 pesos
Una estafa por unos 6 mil pesos sufrió una casa de fotografía local, cuando individuos que dijeron pertenecer a una empresa capitalina, se apoderaron de elementos que se habían instalado en un hotel céntrico donde se desarrollaría una supuesta reunión de negocios.
Sergio y Gustavo Pirola, propietarios de Foto Aries, explicaron ayer a "La Nueva Provincia" detalles de la maniobra que los perjudicó, a principios de esta semana, y de la que está acusada una mujer que se identificó como Fernanda Pizarro y presuntamente representaba a la firma Bonesi S.A.
"Fuimos requerido telefónicamente para prestar un servicio de los que habitualmente realizamos. Primero, llamaron expresando lo que necesitaban y consultando el precio; luego, el pasado jueves 10, hablé con una persona que dijo llamarse Fernando Fernández, quien concretó y reservó el trabajo", dijo Sergio Pirola.
La tarea requerida y que llevó a cabo el comercio bahiense el lunes pasado, alrededor de las 8.30, fue la de instalar un proyector multimedia, una casetera y una pantalla, en el salón España, del Hotel Argos.
"Fuimos y nos recibió una señora en representación de la firma, por lo que procedimos a comenzar a instalar las cosas y pedimos ver dónde se encontraba la computadora, para conectarlas, pero nos dijo que la iban a llevar más tarde, por unos problemas que habían tenido", relató.
"Pusimos todo y nos retiramos. El servicio era por los días lunes y martes y, como hacemos siempre, a las 17 fuimos a retirar los equipos. Volví y me acerqué a la conserjería, donde pregunté si habían terminado con la reunión, cosa que sorprendió a los empleados. Al notar eso, fui hacia el salón, donde no encontré el proyector ni la casetera", agregó el damnificado.
Luego, señaló: "Cuando informé que faltaban los elementos, empezaron a preguntar entre los empleados y nadie sabía nada. Aparentemente, la señora se retiró en algún momento, aunque pasó con un bulto que, para la gente del hotel, pasó inadvertido".
"Nadie del hotel, entre las 8.30 y las 17, se percató del accionar de esta persona. Está bien que lo llevaron a cabo de manera profesional, pero también dejó que desear el desenvolvimiento del personal", expresó, por su parte, Gustavo Pirola.
"Lo que da que pensar es que, habiendo evidencias muy concretas de que esa reunión no se llevó a cabo, recién después de las 17, cuando voy a retirar los equipos, caen en la cuenta. Si no hay complicidad, que nosotros queremos creer que no, al menos hubo una gran negligencia", acotó Sergio.
Perjuicio laboral. Luego de estimar en más de 6 mil pesos el monto de lo sustraído, ambos comerciantes manifestaron que el perjuicio es mayormente laboral, puesto que la carencia de esos elementos no les permite desarrollar sus tareas habituales.
"Más allá de lo que nos llevaron y su traducción en dinero, nosotros nos vemos imposibilitados de poder ofrecer nuestros servicios, ya que nos despojaron de las herramientas de trabajo", sostuvo Sergio Pirola.
Luego opinó que tuvo un trato "burocrático" cuando realizó la denuncia en la policía.
"Como ciudadano, noto que la resolución del caso pasa a segundo plano. Perdí mucho tiempo realizando la denuncia y me topé con una infraestructura que carece de los reflejos necesarios para actuar con la rapidez que el caso exige", dijo.
En otro sentido, las víctimas de los estafadores tomaron conocimiento de hechos similares perpetrados en distintos puntos del país.
"Hicimos una gran difusión por la red a nuestros proveedores y clientes de lo sucedido, quienes nos comentaron de casos similares en Buenos Aires y Córdoba. La modalidad consiste en contratar, mediante la simulación, un servicio de estas características, con la idea de apropiarse de los valores", explicó Sergio.
Por otra parte, señalaron que el nombre invocado por estas personas pertenece a una empresa radicada en la localidad de Campana, a la que en el mes de marzo le robaron seis chequeras.
Finalmente, reconocieron que sobre los elementos desaparecidos no tenían seguros.
"No hay posibilidades de asegurar algo como esto, porque nos comentaron que no existe una póliza en tránsito, sino que se asegura el objeto en el local y no cuando lo desplazás. De todas maneras, si lo hubiera, esto no se trató de un robo, sino de una defraudación", señaló el fotógrafo.