El barco hundido, eje de análisis en Río Negro

Redacción de La Nueva.

[email protected]

 VIEDMA (A) -- El viejo casco de hierro, oxidado por el tiempo y las mareas, lleva más de medio siglo embicado en la costa del río Negro. Por encima de la cabina de mando condecorada con grafittis, aún se yergue enhiesta una rotunda chimenea. La popa apunta al puente Villarino y la proa enfila a tierra firme, en una navegación imposible por el pasto ribereño.

 Esa antigua chata motora, 328-B del Servicio Oficial de Navegación del ministerio de Obras Públicas de la Nación, operó en aguas del río Negro entre 1924 y 1950, remolcando cargas hasta la confluencia con el río Neuquén.

 Los trabajos para la estabilización de márgenes, inaugurados en noviembre de 2002, desenterraron el casco de la embarcación, que se encontraba tapado parcialmente por sedimentos y vegetación, para preservarlo como parte del paseo de la costanera.

 La vieja estructura es uno de los escasos testimonios subsistentes de los tiempos del transporte fluvial, cuando esa chata y las 326-B, 327-B y 345- B transportaban aguas arriba mercadería general y retornaban con "frutos del país", como consignaban los manifiestos de carga.

 Dos de ellas están bajo las aguas al pie del muelle de Prefectura Nacional, en Carmen de Patagones, otra en un plano inclinado en los antiguos talleres de ribera de Obras Públicas. La cuarta, en esta capital, será el eje básico de una iniciativa para convertirla un monumento histórico integrado al paisaje.

 Con ese objetivo, días atrás suscribieron un acuerdo el intendente Gustavo Costanzo; el presidente de la junta vecinal del Barrio Belgrano, Carlos Larrañaga; el funcionario del Departamento Provincial de Aguas (DPA), Marcelo Reverter; y el titular de la seccional I del Colegio de Arquitectos de Río Negro, Ricardo Pratti.

 Los organismos oficiales delegaron en el Colegio de Arquitectos la organización y realización de un concurso de ideas y croquis preliminares de la obra denominada Area Barco Hundido, en la llamada Ribera de los Quinteros, con el objeto de preservarla como testimonio de la navegación del río Negro y patrimonio cultural.

 Podrán participar en el concurso todos los matriculados en el Colegio de Arquitectos de Río Negro con residencia en Viedma o Carmen de Patagones.

 Se estableció un primer premio de mil pesos --integrado con aportes del DPA y la municipalidad de Viedma--, la entrega de menciones honoríficas y la exposición de los trabajos premiados.