Día del amigo
Hace 34 años, el 20 de julio de 1969, el odontólogo argentino Enrique Febbraro comenzó su campaña para que esa fecha fuese instituida como Día del amigo.
Cuando la televisión mostró, en blanco y negro, al primer ser humano que llegó a la Luna, Febbraro entendió que el hecho debía relacionarse con un sentimiento caro al hombre. "Ese día, todos estuvimos pendientes de la suerte de los astronautas. Fuimos sus amigos y ellos, a su vez, amigos del universo", dijo al iniciar el envío de cartas a cientos de ciudades y países, invitándolos a adherir a la idea de homenajear al amigo.
Pero, más allá de lo certero de la elección, lo que es una "leyenda urbana" es la llegada (o no) del hombre a la luna, cuestión planteada desde aquel 1969 y en constante renovación. Este año, por ejemplo, en un programa de la cadena televisiva Fox, llamado "Teoría de la Conspiración: ¿Aterrizamos en la luna?", se asegura que el astronauta Neil Armstrong jamás dio aquel pequeño paso sobre el suelo lunar.
El descreimiento se inició cuando John F. Kennedy prometió que un norteamericano pisaría el satélite "a cualquier costo y de cualquier forma". Desde allí, la idea de que ese deseo se cumplió en una escenografía de Hollywood o en un ignoto paisaje terrestre circularon por el mundo, una y otra vez.
Los científicos aseguran hoy que la NASA poseía la tecnología necesaria para aterrizar el módulo en la Luna. ¿De dónde surge entonces esta duda? Nadie lo sabe. Pero se mantiene.
Fuera de esta situación, cada 20 de julio se celebra el Día del Amigo, en honor de esas personas que son parte nuestra y caminan por allí, llevando nuestro corazón, cargando nuestro espíritu.