Bahía Blanca | Lunes, 17 de noviembre

Bahía Blanca | Lunes, 17 de noviembre

Bahía Blanca | Lunes, 17 de noviembre

Chasicó no quiere caer en el olvido

Aquel lluvioso domingo 5 de noviembre de 2000, cuando se conmemoraba el nonagésimo aniversario del cambio de nombre del distrito de Tornquist --anteriormente Las Sierras--, en Chasicó, el brindis más significativo se hizo con un vaso de agua. Porque era agua recogida del tanque de la planta potabilizadora que se inauguraba para coronar una de las más sentidas ambiciones de la comunidad. Casi tres años después, sin embargo, la frustración predomina otra vez entre los vecinos, ya que, en forma efectiva, dicho emprendimiento no llegó a funcionar.


 AQUEL lluvioso domingo 5 de noviembre de 2000, cuando se conmemoraba el nonagésimo aniversario del cambio de nombre del distrito de Tornquist --anteriormente Las Sierras--, en Chasicó, el brindis más significativo se hizo con un vaso de agua. Porque era agua recogida del tanque de la planta potabilizadora que se inauguraba para coronar una de las más sentidas ambiciones de la comunidad. Casi tres años después, sin embargo, la frustración predomina otra vez entre los vecinos, ya que, en forma efectiva, dicho emprendimiento no llegó a funcionar.




 SE TRATA, sin duda, de una de las inquietudes no cumplidas para los 250 vecinos de Chasicó, tal cual se reflejó en el amplio informe publicado en nuestra edición de ayer. La nota surgió a partir de una carta publicada en la sección correspondiente, hace exactamente dos semanas, con la firma de tres jóvenes del lugar que se resistían a perder sus esperanzas de ver concretadas elementales realizaciones vinculadas con la calidad de vida de su gente.




 LA INSOLITA frustración que significa no haberse puesto en marcha la planta potabilizadora --calificada en su momento como la obra más trascendente en la historia del pueblo-- no es, hoy, la única de las preocupaciones que asaltan al vecindario. Precisamente, en aquella carta, las lectoras señalaban su demanda en favor de la restauración de la única calle pavimentada con que cuenta Chasicó --son apenas 800 metros--, la cual sirve, a la vez, de acceso a la localidad. El constante paso de los camiones de carga, además del tránsito de vehículos livianos, ha causado el deterioro de la carpeta asfáltica, debilitada hasta extremos que, a juicio de los voceros de las fuerzas vivas, justifica con creces una pronta intervención de las autoridades; en este caso, de Vialidad Provincial, como se reclama, por tratarse de una prolongación de la ruta de ingreso.




 EL PROPIO delegado municipal reconoce que los periódicos bacheos no son suficientes; en cambio, se precisa una repavimentación a fondo, pues, caso contrario, el desplazamiento de las personas que deben viajar a la cabecera del distrito --también por un camino que clama por mejoras-- o a Bahía Blanca se vería considerablemente dificultado, lo mismo que el transporte de la producción de los campos vecinos.




 NO MENOS relevante es, como se indicó al comienzo, el caso de la planta potabilizadora, pomposamente inaugurada a fines del año 2000, luego de un incansable bregar por parte de la comunidad toda, pero, en la práctica, un motivo de desaliento. Mientras tanto, y a la espera de que algún funcionario se decida a reparar tamaño despropósito, las familias siguen abasteciéndose desde las perforaciones que cada una realiza en sus propios terrenos.




 CHASICO --al decir de sus más jóvenes representantes-- no quiere quedar en el olvido, como sucede con tantos pueblos provincianos. Después de todo, sus reclamos no resultan desmesurados. Por el contrario, se basan en elementales razones de supervivencia que debieran ser escuchadas y satisfechas en plazos perentorios.