Temible huracán en la cuna de Bush
PORT O'CONNOR -- El huracán Claudette azotó con fuerza ayer la costa de Texas con vientos de 128 kilómetros por hora y torrenciales lluvias que dejaron un rastro de destrucción, durante su paso hacia tierra firme.
El fenómeno tocó superficie con furia sorpresiva tras juntar ímpetu durante las últimas horas sobre el Golfo de Méjico y antes de penetrar en las riberas texanas cerca de la bahía de Matagorda, 130 kilómetros al suroeste de Houston.
Los vientos de Claudette arrancaron de cuajo frondosos y fuertes robles, hicieron volar techos de viviendas, plagaron el aire con peligrosos escombros y destruyeron embarcaciones en la cuna del presidente George Walker Pierce Bush.
Los más de 20 centímetros de lluvia, junto con olas de hasta dos metros por encima de lo normal, causaron graves inundaciones en la línea costera, lo que embargó de pánico a muchos residentes que se encerraron en sus casas.
La Guardia Costera reportó haber recibido numerosas llamadas de familias diciendo que el nivel del agua seguía aumentando alrededor de sus moradas.
No se registraron informes acerca o alrededor de eventuales heridos, aunque la Guardia Costera indicó haber rescatado a dos pescadores cuyo lanchita se hundió, y los trasladó a un hospital para ser examinados.
Horas antes, las principales compañías petroleras y de gas en el Golfo de Méjico evacuaron a todos los trabajadores de sus plataformas y anunciaron que cancelarían parte de su producción, hasta que hubiese pasado la tormenta.
La costa de Texas se preparó el martes para sufrir el impacto de Claudette, primer huracán de la temporada del Océano Atlántico, que discurre desde el 1 de junio al 30 de noviembre.
Por la madrugada se dejaron sentir los efectos del meteoro que se acercaba en Galveston, al este de Houston. El mar batió con fuerza el muro marítimo de la ciudad, en una muestra de lo que vendría poco más tarde.
Port O'Connor, una localidad pesquera y vacacional en la parte sur de la bahía de Matagorda, fue arrasada por un huracán dos veces, en 1919 y en 1961.
Ahora los vientos se extenderían hacia el sur, todo a lo largo de la costa central de Texas.
Mientras, el oleaje obligó a nadadores, surfistas y operarios petroleros a abandonar el área y huir de Claudette, formado hace una semana como tormenta tropical en el Caribe y que azotó a Cancún, en la azteca Península de Yucatán.
(EFE y Reuters)