Bahía Blanca | Sabado, 15 de noviembre

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Analizan llamadas por el caso Mieres

La fiscal Claudia Lorenzo, a cargo de la investigación del irresoluto crimen del comerciante Alejandro Mieres, asesinado de un tiro en la madrugada del primer día de julio en su local del microcentro, ordenó analizar distintas comunicaciones registradas a través del teléfono semipúblico ubicado en el negocio de la víctima.


 La fiscal Claudia Lorenzo, a cargo de la investigación del irresoluto crimen del comerciante Alejandro Mieres, asesinado de un tiro en la madrugada del primer día de julio en su local del microcentro, ordenó analizar distintas comunicaciones registradas a través del teléfono semipúblico ubicado en el negocio de la víctima.


 La novedad trascendió en las últimas horas de parte de fuentes cercanas a la pesquisa, quienes indicaron que la tarea habría sido encomendada a personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI).


 Con la medida procuran hallar alguna pista que oriente hacia los homicidas del quiosquero, quien, en abril pasado, había sido blanco de un atentado armado contra su negocio que, por milagro, no lo lesionó.


 "La idea es tratar de conocer quiénes se contactaron con ese aparato y saber a quién llamó él desde el mismo teléfono", sintetizó el vocero.


 Se supo que también se le entregó a personal de la DDI, distinta documentación que debe ser chequeada, especialmente a partir de datos que surgieron de algunos efectos personales de Mieres --entre ellos una agenda-- y también pretenden determinar el origen de ciertos artículos encontrados en el local, que serían ajenos a la mercadería que habitualmente se vendía allí.


 "Con mayor o menor intensidad, se siguen manejando dos o tres líneas de investigación sobre el móvil del hecho. Con el rastreo de las llamadas, la idea es despejar algunas dudas", agregó el informante.


 Casi desde un principio quedó descartado el robo como detonante de la muerte y se vinculó definitivamente al hecho con el ataque de hace tres meses, cuando un desconocido efectuó varios tiros contra el quiosco ubicado en Lamadrid 62, causando daños en el frente y en las estanterías del interior, así como en un inmueble lindero, huyendo a bordo de un automóvil Ford Taunus, de color claro, que nunca pudo ser localizado.


 Allegados a la doctora Lorenzo, quien también estaba en turno al momento de ese ilícito, comentaron que "en aquella oportunidad la fiscal se mostró disconforme con la colaboración de Mieres para tratar de aclarar el atentado".


 "Le quedó la sensación de que no tenía intenciones de que se conociera al autor del hecho, con lo cual supuestamente sabía de dónde podía venir", agregó otro informante.


 Mieres, tal como se publicara en anteriores ediciones, fue asesinado poco antes de las 2 del martes 1 de julio pasado, siendo encontrado sin vida por un joven cliente que ocasionalmente ingresó en el comercio y lo halló tendido, detrás del mostrador y la caja.


 El hallazgo de dinero en poder de la víctima y la inexistencia de faltantes en el local, desestimaron el camino de la sustracción e inclinaron la investigación hacia otro rumbo, quedando prácticamente confirmado que el criminal conocía al occiso y que fue directamente a ultimarlo, por la forma en que ejecutó el hecho y porque, en apariencia, no recibió oposición de Mieres.


 Ahora volvieron a la búsqueda del Taunus y del arma homicida, para lo cual se practicaron no menos de siete allanamientos en corto tiempo, aunque los resultados fueron infructuosos.


 Los contactos telefónicos que mantuvo Mieres en las horas previas al asesinato, podrían ser determinantes para encauzar definitivamente el sumario.