Bahía Blanca | Domingo, 07 de diciembre

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Devaneos tercermundistas

Líderes de "centroizquierda" de todo el mundo, incluyendo tres de América Latina, prometieron ayer abrir mercados para los países más pobres y proteger a la gente de la brutalidad de sus propios gobernantes. Los huéspedes, con el premier británico Tony Blair de anfitrión, se comprometieron a asegurar que un inminente foro mundial sobre comercio derribe barreras que bloquean productos de países más pobres, agravándoles problemas.


 BAGSHOT -- Líderes de "centroizquierda" de todo el mundo, incluyendo tres de América Latina, prometieron ayer abrir mercados para los países más pobres y proteger a la gente de la brutalidad de sus propios gobernantes.


 Los huéspedes, con el premier británico Tony Blair de anfitrión, se comprometieron a asegurar que un inminente foro mundial sobre comercio derribe barreras que bloquean productos de países más pobres, agravándoles problemas.


 "Nuestro trabajo es hallar una forma de combinar la eficiencia económica con justicia social", dijo Blair al final de la cumbre de centroizquierda.


 "La importancia central de la reunión mundial de comercio en Méjico es asegurar que se permita al mundo en desarrollo un acceso apropiado a los mercados del mundo desarrollado, y que el libre comercio avance", añadió.


 Convidados a la cita de 14 dirigentes en el rico pueblo de Bagshot, en las afueras de Londres, fueron los mandatarios Luiz Inácio Lula da Silva, del Brasil; Néstor Kirchner, de la Argentina, y el chileno Ricardo Lagos Escobar. También estuvieron el Bundeskanzler (canciller o primer ministro federal alemán), Gerhard Schroeder; el presidente sudafricano Thabo Mbeki; la primera ministra neocelandesa, Helen Clark; su ídem sueco, Goran Persson, y el premier canadiense, Jean Chrétien.


 La próxima reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC), programada para septiembre en Cancún (Méjico), será un paso clave en el proceso de discusiones comerciales de la llamada "Ronda Doha".


 Uno de sus objetivos es ayudar a los países en desarrollo a competir, pero las disputas entre las grandes potencias impidieron avances.


 Los presentes aceptaron una propuesta del Canadá de llamar a la comunidad internacional a que proteja a los pueblos de la "represión brutal" a manos de sus propios gobiernos.


 Blair, cuyo apoyo a la guerra de Estados Unidos en Irak lo sumergió en una controversia amarga dentro y fuera de su país, pudo sentir "algo de alivio".


 En cambio, se cree que "otros eran reacios a aprobar esa declaración", que podría ser vista como una justificación del conflicto armado.


 "No digo que esto se aplica a cada situación particular, pero creo que todos nosotros, como políticos progresistas, no pasamos de largo si la gente está siendo reprimida brutalmente", deslizó Blair.


 Todos aceptaron la necesidad de reformar los servicios públicos y los llamados sistemas de bienestar, "pero en una forma plenamente consistente con la solidaridad, la justicia social y la protección de los más débiles de nuestra sociedad", indicó el gobernante de Londres.


 Este enfrenta críticas internas por lo que se considera "falta de progreso" en mejorar las escuelas, los hospitales y el transporte en Gran Bretaña.


 La "tercera vía", proclamada en la década de 1990 por Blair y el entonces presidente norteamericano William Jefferson Blythe IV Clinton, buscaba una alternativa a la ultraizquierda y la ultraderecha y demostrar que la prosperidad económica y la justicia social podían ir "de la mano".


 La cumbre fue llamada para darle "un ajuste a esa opción", cuyos críticos ven como imprecisa y mal definida, y asegurar que el centroizquierda no pierda los gobiernos que controla actualmente. (Reuters)

Katherine Baldwin/Agencia Reuters