Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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¿Por qué los aumentos del precio de la carne no son parte del problema?

“Todos sabíamos que, a finales de año, habría otra recomposición tan sólo por la inflación acumulada desde junio, que implicaba un atraso real del 20 % en el precio de la hacienda”, dijo el Dr. Daniel Urcía, presidente de FIFRA.

La carne, un producto sensible en la mesa de los argentinos. / Fotos: Pablo Presti-La Nueva. y Archivo LN.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   “En la medida que la económica argentina siga con un ritmo de inflación del orden del 50 % anual; un mercado de cambios con diferencias del 100 % entre el dólar oficial y el libre y otros factores que continúan distorsionando el comercio, los aumentos en el precio de la carne vacuna nos son el problema, sino su consecuencia”.

   Para el Dr. Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), se trata de la crónica de un aumento anunciado.

Dr. Daniel Urcía, presidente de FIFRA.

   “Lo habíamos dicho en el mes de junio, cuando en la primera quincena se dio el aumento del 10 % en los precios de la hacienda”, añadió.

   “En esa ocasión hubo diferentes motivos como, por caso, la actualización en función de la inflación y el cese de comercialización de ganado como consecuencia de las restricciones a las exportaciones decidido por el Gobierno nacional”, sostuvo.

   “Todos sabíamos que, a finales de año, habría otra recomposición de las cotizaciones tan sólo por la inflación acumulada desde junio, que implicaba un atraso real de, por lo menos, el 20 % en el precio de la hacienda”, explicó.

   También dijo el Dr. Urcía que las cotizaciones de las categorías de invernada, de novillos y de vacas se venían recuperando y, por ende, el aumento de los precios del ganado para faena con destino al consumo interno, ya sea novillitos y vaquillonas.

   “Era una cuestión de tiempo; antes o después de las elecciones (por el 14 de noviembre), pero con la certeza de que ocurriría”, dijo.

“La suba (del precio de la carne) se dio concomitante con las elecciones y, tal vez, ayudada por el clima político y por la falta de un horizonte que ofrezca tranquilidad a los diferentes operadores del negocio”, indicó.

   También que, ante la incertidumbre económica y en un contexto inflacionario, la población argentina y los operadores de cualquier actividad buscan asegurarse la tenencia de bienes.

   “Como los operadores ya están curtidos, en definitiva, todos sabíamos que se iba a dar la readecuación de precios que era, y es, inevitable”, aseveró.

   El Dr. Urcía sostuvo que, como siempre se ha afirmado desde la institución de preside, si desde el Estado no se corrigen aquellos factores que encarecen el precio, como la inflación, corrección de alícuota de IVA para el servicio de faena, régimen impositivo simplificado para el carnicero, alícuotas racionales de ingresos brutos que no superen 1 % y demás, ¿qué puede llegar a hacer el sector privado?

Proyecto del CAA

   El titular de FIFRA recordó que el proyecto de ley impulsado desde el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) a fines del año 2020 que contempla, entre otros, el cambio de valuación de la hacienda en pie, debería ir al Congreso nacional, ya que está firmado por el presidente de la Nación, Dr. Alberto Angel Fernández.

   “Esa iniciativa tiene por objetivo generar un ambiente de inversión. Todavía falta su tratamiento, aprobación y puesta en vigencia, pero todo ese tiempo transcurrido equivale a un ciclo completo de cría”, señaló.

   “El stock no crece, pero tampoco se lo ayuda a crecer”, admitió.

   Recordó el Dr. Urcía que la combinación de recomposición de precios de las categorías de consumo, que llevarán a una disminución de las ventas y la caída de precios de subproductos, como cuero y menudencias, colocan a los mataderos frigoríficos en una situación crítica que llevará, seguramente, a renegociar los acuerdos comerciales con los matarifes y, por ende, se ratificarán los aumentos que se trasladaran a las carnicerías.

“La industria cárnica tiene un alto costo operativo y con aumentos de costos, como salariales, de energía y combustibles, entre otros, necesitaría un mayor volumen de faena y producción para ser competitiva”, afirmó.

   “Pero como la oferta de hacienda para faena es menor y, en consecuencia, baja la productividad y, por ende, se eleva el costo por unidad”, agregó.

  “Esto se da en un contexto de suba de costos y caída de los subproductos, lo que se traduce en una corrección del valor del servicio de faena para no entrar en quebranto. Finalmente, todo deriva en incrementos en el precio de la carne”, comentó.

   “Por eso desde el año 2015, cuando se inició la crisis del cuero, insistimos que se debe igualar la alícuota de IVA al 10,5 %, ya que se generan saldos técnicos al matarife que cargan al valor de la media res y del producto en la góndola”, aseguró.

   Por otra parte, el Dr. Urcía comentó que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación corrigió una grave injusticia —denunciada por FIFRA— desde el comienzo de las restricciones a las exportaciones, el 20 de mayo del corriente año, y se le asignó cupo a las empresas frigoríficas que habían realizado inversiones, pero que no tenían antecedentes de exportación en el segundo semestre del año 2020.

   “Pasaron seis meses, pero al final el ministro Julián Domínguez cumplió con lo que se había comprometido a la semana de asumir”, aclaró.