Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

Jorge Luis Borges por Bahía

   Luego de renunciar a la biblioteca Miguel Cané, Borges comenzó a recorrer el país con sus charlas.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Hace 72 años, en noviembre de 1949, disertó en nuestra ciudad Jorge Luis Borges, uno de los máximos exponentes de la literatura universal.

   Cincuenta años de vida había cumplido Borges ese año, el mismo en que publicó El Aleph, uno de sus más reconocidos libros de cuentos. En esa época el escritor era duramente hostigado por el gobierno de Juan Domingo Perón, al punto que, en 1946, se lo había destituido como empleado de la biblioteca municipal Miguel Cané, de la Capital Federal, y se lo designó (en un burdo intento de humillación) inspector de aves y conejos del mercado público de la avenida Córdoba. Esa situación lo hizo renunciar de su trabajo y lo impulsó a recorrer el país dando charlas y conferencias, considerado como era "uno de los mejores prosistas del idioma español".

   A nuestra ciudad llegó en el tren vía Pringles y fue recibido en la estación por miembros del Colegio Libre de Estudios Superiores, gestores de su visita.

   A las 19 del 4 de noviembre de 1949, una "selecta concurrencia" en el salón de actos del edificio de Mitre y Rodríguez (actual sede de la CGT) daba cuenta del interés por escuchar su primera disertación, dedicada al poeta Almafuerte. "En la Argentina, los autores resultan menos interesantes que sus libros. Almafuerte, sin embargo, era una excepción, puesto que si su obra es admirable, su personalidad lo era más todavía", señaló Borges.

   Al día siguiente, hizo una segunda presentación, hablando sobre "La novela policial", tema que lo apasionaba. "El género policial satisface dos cosas del espíritu humano: las necesidades del misterio y de la razón", expresó.

   Jorge Luis Borges por Bahía Blanca, la tierra natal de uno de sus amigos, Eduardo Mallea, la misma que eligieron Roberto J. Payró y Ezequiel Martínez Estrada para vivir.