Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Cuando la inteligencia excita

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   Dicen que lo primero entra por los ojos y a veces no es el cuerpo, los músculos, la elegancia, la cara, la boca, el pelo. Tampoco es bondad, honestidad, compañerismo, comprensión, generosidad o una larga lista de cualidades humanas.

   ¡Inteligencia! 

   Facultad que se convierte en el factor clave a la hora de enamorar y seducir, algo así como un homo sapiens que encanta, erotiza y que recibe el nombre de sapiosexual. 

   Según el diccionario sapio proviene de un vocablo latino “sapere” que significa ser sabio y esta capacidad es lo que deviene en magnetismo para algunas personas. El o la sapiosexual porque aplica a “todos, todas, todes” no implica salir con una batería de tests para medir cociente intelectual en la primera cita, sino que es algo más complejo.

   Quien se define o autopercibe (ahora hay que decirlo así) como sapiosexual siente atracción por esas personas con las que entabla conversaciones únicas pues son conocedoras de temas en profundidad. Además sienten admiración por personalidades destacadas en alguna temática y la excitación emerge cuando se está en presencia de quien seguramente no ha desarrollado un cuerpo escultural pero como suele decir un sapiosexual “su cabeza es avasallante”.

   No es una rareza y si se recurre a estadísticas sorprenderá la cantidad de personas que tienen esta característica. El autoconocimiento es clave, pues a veces “se fracasa” al intentar consolidar una relación por el simple hecho de no reconocerse como sapiosexual, entonces se entablan vínculos que no prosperan porque falta ese botón “inteligente” que encienda una relación.

   Reflexiones, un estilo de humor, opiniones respecto de temas políticos y actuales, una forma determinada de transitar la vida y de interactuar son las características en las que repara un sapiosexual. 

   Ante la pregunta ¿qué te enamoró? o ¿qué te sucede? la respuesta es compleja, ya que son las conversaciones excitantes, los diálogos enriquecedores, las experiencias que revitalizan y el saber que rara vez reina el aburrimiento pues para una mente de este estilo siempre hay nuevos desafíos.

   Si bien pueden ser considerados “raros o raras” lejos están de esa etiqueta. Algunas los ridiculizan y preguntan si en una cita la invitación gira en torno a resolver un sudoku o crucigrama, por el contrario un sapiosexual además de política, ciencia, arte y cuanto tema se te ocurra también sabe conmover.

   Además se los etiqueta de exigentes sin embargo no hay que confundir, el sapiosexual tiene en claro lo que desea y sabe ir tras ello. Si bien el cerebro pasa a ser “el órgano más importante” no significa que no se repare en la atracción física, pues precisamente esa sintonía cerebral es la que enciende pasiones.

   En tiempos donde las citas se concretan por medio de una aplicación, donde deslizar a la derecha o la izquierda determina la posibilidad de entablar una conversación, el sapiosexual no la tiene fácil, sin embargo esos lugares a los que suele concurrir a veces depara gratas sorpresas y excitantes historias.